A los cinco minutos llega el como siempre, elegante, eso hizo que palpitara mi corazón con una fuerza descomunal, llegue con él, salude y nos sentamos. Al principio estaba muy nerviosa, miraba siempre para abajo tomando mis manos. Extrañaba estar con el después de todo, el me trato como una amiga y con el beso que nos dimos hace mucho parecía que queríamos algo más, pero lo trate con naturaleza, reimos, entre en mas confianca con el, después de un rato hablando pude mirarlo a los ojos, esos ojos hermosos que jamas mire con tanto detalle, y sin pensarla solte una pregunta.
- Profesor ¿Por que queria verme? No me ha dicho aun.
El solo se limito a mirar hacia frente suyo, estabamos sentados de lado en una pequeña fuente centrada en el parque, la vista era hermosa, sentia un rubor pequeño en mis mejillas, ¿Lo dije o lo pense?
- Quisiera hablar de ese dia.
No hay marcha atras, en lo mas pequeño de mi corazon, sabia que esto pasaria, solo que no estaba lista para hablar de eso, pues aun dolia aquella escena que se clavo en mi memoria. Y ahora, que no pienso con mas claridad, conozco la razon de la que no me enamore de Erick, era por esa pequeña esperanza de que el viniera. Lentamente voltea hacia para poder verme, sus excitantes ojos azules verdosos mira hacia los mios y lentamente junta sus dedos con los mios, yo solo miraba como lentamente nuestras manos se enlasaban, un rubor se instalo en mis mejillas ardiendo como nunca lo habia hecho.
- ¿Que hay de la relacion profesor alumno?
Levante la mirada, sus ojos conectaron con los mios, esos ojos que esperaba que me miraran con amor, finalmente lo hacen. Un beso era lo que nesecitaba para calmar esas ancias. Sus labios, dulces, suaves, tan llenos de amor. Esos bellos ojos color azul claro me encantaban, no podía dejar de verlos estaba perdidamente enamorada de él, ya no lo podía negar y nunca lo negué, puesto que el me rompió el corazón y lo volvió a unir con mucha confianza, ahora estoy dispuesta a amarlo.
Los días pasaron, éramos una pareja en secreto, en la escuela era de sonrojarnos, mirarnos, unos cuantos roces al pasar y siempre unas cálidas sonrisas nerviosas, pero siempre nos mirábamos después de mi trabajo, hablábamos, cenábamos, hacíamos de todo, pero nunca dormimos juntos, apenas tenemos una relación corta para hacer eso. Al pasar el tiempo olvidaba completamente de Erick, y eso me hizo sentir mal, le empecé a enviar textos y a llamarle y nunca contestaba, quería buscarlo pero estaba ocupada y entonces le deje de frecuentar las llamadas y los mensajes, me dolió no poder verlo mas, solo se fue de la misma manera en la que Oliver llego a mi vida, pero no estaba conforme, queria confrontar lo que paso aquel dia.
- ¿Ocurre algo Victoria?
- No, todo está bien Oliver.
- Muy bien.
Sin darme cuenta, yo ya estaba en tercer grado de la universidad, en el día de nuestro aniversario Oliver me sorprendió con una pequeña cena en su apartamento, era un día importante así que ese día compre un vestido muy bonito color azul marino con una cola de velo que me encanto, arregle mi cabello y me maquille un poco para que me quitara algunas imperfecciones, al poco tiempo llegue, él tenía traje como siempre pero sin el saco, mostrando solamente el chaleco y sus mangas dobladas hasta un poco abajo de los codos, debo admitir que así se ve muy bien, se nota más su cuerpo musculoso y bien trabajado y sin pensarlo me mordía el labio y a él se le notaba un pequeño sonrojo, se le podia decir que me desvestía con la mirada y nos quedamos así un par de segundos hasta que por el timbre del temporizador volvimos a la realidad.
- ¿Quieres pasar? La comida está casi lista.
- Si, gracias.
Al entrar me invito a la mesa finamente decorada para dos, manteles de color rojo y blanco que hacía que la mesa de roble se mirara muy bien, todo se miraba perfecto. Me senté en una de las sillas y él me sirve una copa de vino, al poco tiempo llega con la cena, lasagna con ensalada y de postre brownies con nieve de vainilla, todo se miraba exquisito.
En la cena empezábamos a hablar, reíamos, nos mirábamos, empezaba a mirar más las risas de Oliver, todo el me encantaba y al final un pequeño baile en la sala de su casa con musica relajante de fondo, todo quedo perfecto, lo miraba fijamente, no queria que la noche terminara nunca. Me invito a sentar frente a la chimenea que teniamo frente a nosotros, antes que yo me sentara me detuvo ligeramente, no sabia lo que trataba de hacer, solo mire que lentamente se incaba en una rodilla y sacaba una pequeña caja de color negro, no podia creer lo que mis ojos estaban mirando.
¨valido cambiar este anillo de promesa por uno de compromiso¨
El estaba nervioso, lo notaba por lo rígido que estaba, yo solo fije mis ojos en el pequeño anillo de plata, era hermoso y tenia una pequeña piedra en el centro, jamas pense que me pasaria esto a mi.
- ¿Y bien? ¿Que... dices?
No sabia que decir, por instinto solo brinque encima de el asintiendo incontables veces, pequeñas lagrimas salieron de mis ojos mientras me sentia extremadamente feliz. El me abrazo mientras damos vueltas por el frente de la chimenea, no era un sueño, esto estaba pasando de verdad.
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Había una vez tú, yo y el mundo.
RandomUna chica de 17 años fue trasladada a una escuela extranjera, encontrandose con sorpresas inesperadas que nadie las podia pensar. Espero les guste es una historia hecha de mi mentesita y con un poco de todo.