Parte tres. ♥

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Una pequeña nota pasa por mi frente hacia mi escritorio dejando mi pequeño trance a un lado, rapidamente bajo la nota y la miro discretamente.

"¿Oye, estas bien?"

Lentamente mire a mi emisor con una pequeña sonrisa burlona, bufe y conteste indiferente.

"No miras personas así seguido verdad, él es el Profesor Oliver Simons, el amor platónico de toda niña aquí en el instituto, en todos los festivales de San Valentín aprovechan las chicas para entregarle un dulce o un chocolate a lo que el agradece con mucha elegancia, se le puede decir que es el ¨Hombre Perfecto¨, pero el mío no, gracias."

"Parece que lo conoces"

Escribi burlona a Ruth, parece que la tome por sorpresa por que le cambio muy rapido la cara, solo me limite a mirar al pizarron y apuntar lo que escribio el profesor Simons. Al mirar hacia enfrente, mire como paso a toda velocidad un pedazo de tiza que impacto en la frente de mi amiga, me asuste y cubri mi boca silenciando el pequeño susto que me dio.

- ¿Interrumpo algo señoritas?

Dijo el profesor un algo malhumorado pero con una sonrisa viéndonos fijamente, se le notaba desde lejos el aura negra que cubria su cuerpo. Los compañeros solo nos vieron con una pequeña risa en sus labios

- No... Profesor Simons.

Dijo Ruth mientras sobaba el area afectada de su frente con ambas manos, haciendo leves pucheros mientras agachaba la cabeza.

- Acompáñenme afuera señoritas, por favor.

Senti un enorme escalofrio, sacudiendo todo mi cuerpo, 'genial' pense. Ahora que mas me falta para terminar de arruinar el dia. Al levantarnos e irnos fuera del aula escuche un breve sonido de risa y al voltear note que las ¨víboras¨ cómo les dijo Ruth se estaban burlando de nosotros apuntando sus dedos pulgares de arriba a abajo en señal de que nos va a pasar algo malo, me sentí muy mal, tenía un nudo en la garganta, no podía respirar bien y lleve mis manos a mi pecho agachando la cabeza, en eso Ruth me miro de reojo y se preocupó de mí y me dio una sonrisa que hizo que me calmara un poco.

- Buenos Días primeramente, ahora... ¿Qué paso con ustedes?

Dijo el profesor, su voz grave hizo que inclinara aun mas mi cabeza, no por que me sentia mal, si no por que su voz estando mas cerca de el me hacia sentir mariposas en el estomago y eso no me gustaba.

- ¿Que te pasa? no puedes aventar gises de esa manera. que hubieras matado.

- Te quejas mucho, como siempre, y baja la voz que aqui soy tu maestro.

Hizo un ademan con la mano y sus ojos cayeron en mi, esperando respuesta por mi parte pero solo me limite a mira a mi nueva amiga cruzandose de brazos, el miro lo que hize y la mando a entrar al aula a escribir en el pizarron la tarea para mañana, me asuste y ella se alejo lentamente susurrando "te acuzare con mama". ahora estabamos los dos solos en el pasillo.

- ¿Cuál es su nombre señorita?

Dijo quebrando el hielo, me senti mas relajada en hacer conversacion con el y tome mucho valor.

- Me llamo Victoria señor, Victoria Kobbel.

- Está bien señorita Kobbel, no se asuste, no la voy a regañar, pero tomelo como una llamada de atencion, no puede hacer esas cosas en clase, ¿Entendido?

- Si señor, no volera a pasar.

- Excelente, en ese caso entremos señorita, que nos estan esperando dentro. Ah! Y bienvenida a San Francisco.

- Gracias profesor.

En ese momento sentí la cara totalmente roja, mis orejas se sentían calientes, no dejaba de mover mis manos y mire a Ruth y las chicas con mucho nervio, durante el resto del dia me sentia muy rara, sentía la mirada del profesor Simons en todo momento, esos ojos azules. en toda la noche no pude dormir mucho, pues lo soñaba y me sentia cada vez mas rara.

Había una vez tú, yo y el mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora