Al pasar los años solamente me enfocaba en estudiar y sacar buenas notas, me ganaba muchas becas gracias a mis notas, y me dieron la oportunidad de irme a la Universidad de San Francisco lo que acepte con mucho entusiasmo, tome mis cosas me despedí de mis abuelos con mucho cariño y nervios, era mi primera vez saliendo del pueblo yo sola; antes de irme ellos me dieron un collar con un corazón de cristal color rojo, la abuela Aní me había dicho que el corazón era de mi madre mucho tiempo atrás; me encanto tanto que los abrace nuevamente con lágrimas en los ojos y partí. En el camino hice un listado de cosas que iba a hacer: primero encontrar apartamento cerca de la universidad, luego encontrar la escuela y después un trabajo de medio tiempo para mis necesidades económicas. Encontrar el apartamento y el instituto fue sencillo, había una persona que me estaba esperando para guiarme en donde debería de estar, fue muy amable, lo que se me dificulto fue el trabajo, no fue muy sencillo de buscar un trabajo de medio tiempo y me encontré una pasteleria cerca del apartamentos a lo que entregue una solicitud y la aceptaron rápido.
Estaba todo listo, entregue mis papeles y me dieron mis libros y fui a casa a terminar de desempacar, el lugar era justo lo que necesitaba, pues no necesito mucho espacio para acomodarme y mis cosas encajaron perfecto; al caer la noche mis abuelos me llamaron por teléfono para saber cómo estaba y empezábamos a platicar de como estuvo mi día, al terminar la conversación fui a dormirme para el día siguiente acomodar mi horario en la panaderia. Al llegar al lugar rápidamente los aromas que emanaban de la cocina salieron con velocidad del local, eran deliciosos y embriagantes, simplemente maravilloso. Ya que las clases empezaban pronto, tenia que acostumbrarme rapido a la vida de ciudad. En mi tiempo libre fui a curiosear la ciudad, era muy bella, con lugares perfectos para leer, hacer actividades de campo, convivir con amigos que espero y tenga en mi estadía aquí, por el momento no conozco a nadie, también espero encontrar el amor en un lugar como este.
Sin darme cuenta las clases empezaron muy rapido, me levante muy temprano, estaba emocionada, tuve tiempo de desayunar y hacer mi almuerzo, preparar mi uniforme y arreglarme para tener una buena presentación el primer día de clases, acomode mi mochila y partí al Instituto, al llegar me encontré con la persona que me recibió en mis primeros momentos en la universidad, me indico el salón que me correspondía y mi locker, al llegar le dije gracias y entre al aula, estaba vacío era el momento perfecto para saber en dónde me iba a sentar, lo medite con cuidado y opte por estar en la última banca de la fila de en medio, a los cinco minutos la campana sonó, eso hizo que me pusiera nerviosa y todos llegaron por grupos, primero llegaron los inteligentes, luego los atletas, de ellos un grupo de niñas y después de ellas entraron las niñas fresas; de todos los grupos presentes las fresas me notaron al instante, eso hizo que fueran tras de mi muy rápido, como mosca a la telaraña, sabía que no me iría bien.
- ¿Y tú que haces allí?
Dijo Melany, piel morena, cuerpo envidiable y su cabello a la altura de sus hombros y muy bien cuidado. se notaba que ella daba las ordenes aqui y yo solo me hize cada vez mas pequeña en mi asiento.
- Yo... soy nueva... como veras....
Dije algo nerviosa, no conocia a nadie y era mi primera pelea, que buena forma de empezar mi primer dia de clases.
- Si, lo note, te estoy preguntando qué haces en mi lugar.
- Oh, perdón... No sabía que era tu asiento, disculpa.
Dije toda apenada, yo quería causar una buena primera impresión, pero creo que no lo logre. Me levante rápidamente, tome mis cosas y me dirigí a otro asiento, en eso una de ellas puso su pie para que yo tropezara a lo que el efecto sucedió, en eso una de las chicas que entraron antes que ellas se levanta rápido y toma mi mano para que yo no callera.
- ¿Qué les pasa?
- ¿Y a ti qué? Déjanos en paz Ruth.
- No puedo creer que se aprovechen de una nueva, ¿Estas bien?
Dijo dirijiendose a mi, la chica no media mas de 1,65 cm, piel blanca, parecia de porcelana con unos lentes gigantescos y su cabello rojizo trenzado.
- Estoy... bien... gracias.
dije al fin todos en la clase nos estaban mirando y senti como mis mejillas se sentian cada vez mas calientes, lo unico que pude hacer era mirar el suelo mientas tomo mis manos y juego con mis dedos haciendo cruces.
- Ven, siéntate con nosotras, deja a estas VIBORAS en paz.
Las otras chicas solo se limitaron a mirarse en sus espejos mientas levantaban el dedo medio, indiferentes de lo que dijo la ya nombrada Ruth.
- Gracias, por cierto, me llamo Victoria, Victoria Kobbel.
Dije mientras lentamente levanto mi cara y mi mano queriendo saludar, sus ojos verdes cruzaron con los mios azules soltando una pequeña sonrisa tierna, tomo mi mano con las dos de ella y las sacudio ligeramente.
- No hay problema, nuestros nombres son: Ruth, Alison y Emily.
Dijo Ruth al presentar a sus acompañantes, eras solo saludaron de lejos moviendo sus manos de un lado a otro, me sente enfrente de Alison y a mi lado izquierdo teniendo a Emily, ambas eran gemelas, ojos cafes claro como su cabello, piel poco bronceada por el sol, eran muy bonitas y tenian un poco de curvas.
En poco tiempo llega el profesor, era alto, su cuerpo musculoso que ligeramente se dejaba ver en el traje que llevaba, muy elegante y muy joven, su cabello era de color gris oscuro a comparación del mío que es rubio miel, sus ojos eran de color azul verdoso a lo contrario de los míos color azules muy claros, en ese momento me deje llevar contemplando el perfecto ser que estaba enfrente de mi, hasta Ruth me noto.
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Había una vez tú, yo y el mundo.
AléatoireUna chica de 17 años fue trasladada a una escuela extranjera, encontrandose con sorpresas inesperadas que nadie las podia pensar. Espero les guste es una historia hecha de mi mentesita y con un poco de todo.