Himno a la luna

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El sonoro y molesto pitido de la maquina que tenia a su izquierda le impedía descansar con tranquilidad y le obligaba poco a poco a abrir los ojos.

Una vez lo hizo, le cegó el brillante cuarto blanco en el que estaba...

<<Joder, como odio los hospitales>>

Se decía internamente a la par que se masajeaba la sien por el repentino dolor de cabeza que sufría

Una vez se acostumbró a la luz de la habitación, se incorporó y llamó a una enfermera para preguntar la razón de su estancia en aquel deprimente lugar

-Se desmayó en medio de la calle y un señor llamó al numero de emergencias- Dijo para, segundos después salir de la habitación con prisa

<<Un...¿señor?>>

<<Lo último que recuerdo es que estaba en una plaza, y no pasaba nadie por allí; la persona mas cercana a mi era la camarera de la cafetería en la que desayuné, ¿Realmente habrá llamado otra persona?>>

Aun así el joven lo paso por alto; se convenció a si mismo de que lo mas seguro era que alguna persona que pasaba por allí lo hubiese visto y hubiese llamado

Al poco tiempo, un doctor se acercaba a Rubén con paso calmado y con una sonrisa tranquilizadora en el rosto

-Hola Rubén, yo soy Samuel de Luque ; soy el médico y psiquiatra de guarda al que te han asignado, ¿Como estas?

<<¿Ha dicho psiquiatra?>>

<<¿Otro más?>>

<<Ni hablar>>

El castaño adoptó una actitud hostil hacia este último que lo dejó bastante sorprendido

-Lo mas seguro es que antes de venir hayas leído ya el informe de urgencias, y yo no quiero contestar preguntas innecesarias,gracias- pronunció con desdén y con veneno en su verde mirada

El aludido se tenso de golpe, adoptando la misma actitud de Rubén pero, aun así, manteniendo cuidado del trato que le daba ya que seguía siendo su paciente.

Aun asi, se removió la cabellera negra, incomodo.

-Te he preguntado que como te encuentras; y eso no lo pone en ningún informe, así que te agradecería que dejes de lado esta actitud inútil y me respondas- Contesto en tono severo

Aunque el joven mantenía esa mirada amenazadora contestó al darse cuenta de que el mayor tenía razón

-Bien...-Pronunció arrastrando las silabas a regañadientes; como si le hubiesen intentado sacar esa contestación afirmativa a la fuerza

-¿Bien?

-Bien joder,Bien, ya te he respondido, estoy... estoy bien...- Contesto desviando la mirada pues, sin las intensas emociones del primer encuentro, Rubén ya no era tan valiente

-Bueno...-No le creía, se notaba a la legua- me gustaría que me acompañases; te has dado un buen golpe en la cabeza y te necesitábamos consciente para hacerte unas pruebas- Rubén asintió, suspirando de alivio al darse cuenta de que solo era eso

Unas horas más tarde ya habían terminado de comprobar que no había ningún tipo de daño que no fuese superficial y ambos, tanto el médico como el paciente, suspiraron agotados.Pues aunque Samuel se había dado cuenta ya de que Rubén no había sufrido ningún tipo de daño neuronal,se veía obligado a realizarle esas pruebas por seguridad; para cerciorarse al cien por ciento de no tenía nungún problema físico del que preocuparse.

-Buenas noticias Rubén; tanto las pruebas como los análisis tienen buenos resultados; tienes la glucosa un poco baja, pero nada importante asique procederemos a darte el alta médica

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