El encuentro

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Han pasado 5 días y no hay rastro de Leena Klammer.
Caroline cree que es mejor buscarla ella por su propia cuenta, y decide no llamar a la policía. Sin embargo, Leena está siendo investigada de parte de la orden que Kate puso en su contra.
El lugar en el que se encontraba ella, era tan recóndito que no podían sospechar que estaba allí.

Caroline llamó a Fred, su amigo confidencial, y le contó que le dijo a Leena toda la verdad. Fred se decidió ayudar a su amiga a encontrar el destino de su hermana.
(F) Si Leena se ocultó con la finalidad de no ser encontrada, lo seguro es que esté en uno de esos lugares que hoy en día ya nadie recuerda.
(C)  ¿Qué lugar podrá ser? Tendremos que recorrer todo San Diego con tal de encontrarla. No importa cuánto nos arriesguemos, tenemos que saber donde está.

Pasan horas, días. Ni Caroline ni la policía logran encontrar a su objetivo; Leena.

Leena está recostada debajo de un árbol caído, empapada en agua y entrando en un estado de desnutrición. Tanto es el tiempo que ha pasado sin comer algo decente. Casi 2 semanas se ha alimentado de solamente agua.
Cuando se levanta y empieza a caminar débilmente por el pantano, escucha algunos pasos por charcos de agua. Cuando voltea a ver quien estaba allí, encuentra a un niño de aparentemente 13 años.
Él también está en estado de desnutrición y de un aspecto totalmente antihigiénico y semidesnudo.
Ambos se voltean a ver y el niño dice, con una voz débil:
-Hola..
El niño casi la puede mirar a los ojos
-¿Tú quien eres?
Menciona Leena, también con una voz débil.
El niño casi puede hablar, pero la toma de la mano y la mira fijamente.
-S-soy A-Adam, ¿y t-tú?
Dice él, sin poder mantener su habla.
-Yo me llamo Leena.
Responde ella.
-Q-ue bi-en que te he conocido.. Pensé que e-estaba solo. Parecemos de la m-misma eda-d..
Dice Adam.
Leena voltea a verlo y pone una cara seria, pero con una débil sonrisa.
-No, yo no tengo la misma edad que tú.
Dice ella con seguridad.
(A) ¿Cómo sabes que no tenemos la misma edad, si yo no te he dicho cuantos años tengo.
(L) Porque no soy una niña como tú piensas. Tengo 41 años. Soy adulta.
(A) ¿Qué? No mientas. Yo tengo 12 años, somos iguales, ¿no?
(L) No, tú no entiendes porque eres un niño pero yo tengo una enfermedad que me hace parecer una joven.

El niño se queda escuchando la historia que Leena le cuenta sobre si misma, obviamente jamás le menciona su pasado criminal.

Leena se ha sentido diferente, como si fuera otra persona. No siente el mismo odio y rencor en contra de nadie, quizá esa soledad que ella sola se buscó durante los últimos días le ha servido de remordimiento.

Nunca se va a saber. Nunca se puede asegurar cuando Leena realmente se arrepiente o, está lista para volver a atacar.
La verdad nunca se sabrá, hasta que se demuestre con hechos.

Adam también tiene un oscuro pasado. A sus 12 años de edad decidió ocultarse de la sociedad. En su familia era el rechazado, el único que lo quería era su padre, quien murió 6 meses atrás. Su madrastra y medios hermanos vivían sólo con él para despojarlo de las herencias y humillarlo. Él cree que la persona que asesinó a su padre fue su misma madrastra, pues antes que contrajeran matrimonio, su verdadera madre murió extrañamente. También piensa que ella la mató.

Ambos estaban en la completa soledad, en ése lugar.

Caroline y Fred no parande buscar a Leena. La joven está a punto de resignarse, pero no se da por vencida.

Los días pasan y, en una de esas búsquedas en las que la joven y su acompañante recorrían los lugares más recónditos de San Diego, ellos al fin llegan a ese oculto pantano del que nadie habla.
En realidad, es un lugar desagradable, que nadie ha recordado durante años.

-¿En serio crees que se oculte aquí? Este lugar hasta me da miedo. Nadie sabe mucho de él, no creo que mi hermana esté aquí.
Menciona Caroline, al ver el lugar.

-Cualquier lugar puede ser el ideal para ocultarse, éste no es la excepción

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-Cualquier lugar puede ser el ideal para ocultarse, éste no es la excepción. Hemos recorrido tantos lugares y ahora éste.
Responde Fred.

Cuando ellos entran, en medio de charcos, lagunas de lodo y agua contaminada, observan hacia todos lados pero no vinculan ningún rastro.
Cuando Fred entra más a fondo, logra escuchar un poco de ruido hacia una dirección.
Era un ruido, como si se tratara de alguien lanzando piedras al agua.
Fred toma a Caroline de la mano y caminan juntos.
Al acercarse más, ven la silueta de un niño, quien es Adam, así que deciden acercarse más para ver que pasa con él y porque está en ese terrible lugar.

Ellos se dirigen al misterioso niño y Fred le habla.
-¿Hola?
Dice él.
-H-hola. ¿Qué hacen a-aquí?
Responde Adam.
-¿Qué haces tú aquí? Eres una criatura, deberías estar con tu familia, si es que tienes. Claro.
Menciona Caroline.
(A) Estoy sólo en mi vida exterior así que estoy aquí donde puedo ser yo mismo, no quiero que nadie me vea jamás. Nadie me quiere.
(F) ¿Así que tienes mucho tiempo habitando este lugar? ¿No te parece asqueroso? Aquí vives sólo en medio de lodo y contaminación, mala humedad que afecta tu salud e insectos peligrosos.
(A) No me importa, mi familia me hace más daño que los insectos.
(C) ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
(A) Unos meses.
Adam se sienta en una gran roca con moho y sumerge sus manos al agua, limpiando su cara con ella.
Caroline y Fred se comparten miradas de desagrado por lo que hace el niño.
En ese momento, interrumpe una lejana voz femenina.

-¡Adam! ¡Encontré más agua limpia!-

Caroline reconoció esa voz, es ella, ¡es Leena!
~
~
CONTINUARÁ...

La Huérfana 3: El origen de Leena Klammer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora