La protegida

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Esa noche en la que Jane (Kate) cura a Mía (Leena),  ellas platican amigablemente, sin Kate saber que la llegada de aquella niña indefensa, cambiará el resto de sus vidas.
A la mañana siguiente,  la doctora entra al consultorio y ve a la niña recostada en la camilla y le pregunta:
-Hola, ¿quién eres tú?
Leena, como finge ser una niña ciega, no logra vincular la mirada con la doctora Goldstein, pero si le responde.
-Buenos días, señora, soy Mía, su enfermera me salvó la vida anoche.
Responde ella, con una voz suave y temblando, para así generar un sentimiento ante la doctora.
(D) ¿Qué te pasó? Jane no me habló nada sobre ti.
~En ese momento entra Kate/Jane al consultorio~
(K) Disculpe señora, no le dije nada porque usted estaba dormida. Loren encontró a ésta pobre niña a fuera agonizante y yo decidí salvarle su vida. Gracias a usted y a los estudios que me ha dado de enfermería.
(D) Gracias a ti, nos has demostrado que eres capaz de salvarle la vida a ésta niña, que al parecer, no solo tiene heridas físicas, si no también heridas del alma.

La doctora Goldstein le pregunta a "Mía" de dónde viene y quien es su familia.

-La verdad es que yo no quiero saber más de mi familia, ellos me abandonaron cerca de aquí y es por eso que me dirigí hasta acá, sin saber que me encontraría con ustedes, unas almas bondadosas realmente.
Responde Leena, con un tono de voz suave capaz de cautivar a cualquier persona sensible.

-¿Porqué te abandonaron? Nena.
Pregunta la doctora.

-Ellos nunca me han querido, creen que porque soy ciega e inválida, valgo menos que ellos. Yo me siento muy mal, quisiera que me hubiesen dejado morir.
Dice Leena, fingiendo ser la mártir Mía.

Diane Goldstein y Kate intercambian miradas, sintiendo pena y sentimiento por aquella chica.

-Nena, querida, escucha, no te sientas mal, sabes, yo tengo una hija sorda de nacimiento, y a pesar se sus diferencias, ella vale igual que yo y que todos. Que tus discapacidades no se conviertan en limitaciones. Tú vales tanto como todos.
Menciona Kate, como palabras de aliento hacia "Mía".
-Gracias por sus palabras, en verdad, pero siento que me hace falta amor. Cuanto daría por tener una madre como usted, Jane.

Responde Leena, mientras toma de la mano a Kate y finge una encantadora sonrisa sin vincular la mirada.
Después de una larga charla entre las 3 mujeres, Diane decide hospedar y refugiar a "Mía" en la mansión Goldstein.
-Es que, no quisiera dar lástima ni causarles problemas...
Dice Leena.
-¡Sabes que no hay lío! Mía, tu serás un miembro más en ésta casa, y no es ninguna molestia, quédate, nosotros te daremos refugio.

La dulce Mía sonríe mientras agradece a Diane y "Jane".

Kate la acompaña a su nueva habitación; es grande, pero con pocos muebles; tiene una recámara individual y pequeña, un espejo, mesa de centro pequeña y un gran ventanal.
Esa misma tarde, llega Max del colegio, y Kate presenta a su hija como "Leslie".

Cuando ella le pide a la niña que salude a la nueva integrante, Max se queda mirando a su madre, como si quisiera decirle algo, pero una extraña fuerza se lo impide. Ella mira a "Mía" como si le recordara a alguien maligno, pero no logra recordar a quien, así que la saluda de mano.

-Me gustaría poder verla, para platicar con ella y ser amigas, y lástima que ella tampoco me pueda escuchar.
Menciona Leena, con la ternura de Mía.

-Pueden comunicarse por medio del tacto, luego les nuestro como.
Responde Kate.

Llega la noche, y de pronto suena un celular en la habitación de "Mía".

Nadie logra escuchar, pero cuando Leena contesta, se da cuenta que es Caroline.
(C) Leena, ¿qué ha pasado?
(L) Descuida, me quedaré por un largo tiempo hospedando en ésta mansión, tú sigue haciendo lo que planeas. Ah, y no olvides venir a hacer lo que quedamos, ¡no olvides nuestro plan!
(C) Lo tengo todo calculado... Tranquila, pronto me verás allá.
(L) Bien...
(C) Oye Leena...
(L) ¿Qué?
(C) Cuidate, te quiero demasiado. Adiós. Nos vemos luego.

Leena, desentendida por las palabras de afecto de Caroline, se siente extrañada.

Conforme pasan loa días, Kate ayuda a "Mía" a andar sola en la silla de ruedas por la gran casa, sin tener que limitarse por su supuesta falta de vista.
Cada día, Leena se apodera más se la casa Goldstein y sobre todo, de la destrozada familia Coleman.
~
~
-CONTINUARÁ...

La Huérfana 3: El origen de Leena Klammer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora