Capítulo 4; Conociendo a Tin y Ton

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Disclameir: Hetalia y todos sus personajes no me pertenecen, son de Hidekaz Himaruya
Disfruten la historia

Ludwig corría, un animal enorme con colmillos y garras lo perseguía, estaba cansado y no sabía por dónde esconderse, un par de gemelos lo incitaron a entrar a su guarida, asustado entro.
-Hola, ¿Quién eres?- dijo uno de ellos mostrando su mano para levantarse.
-Mi nombre es...-menciono agitado por la carrera que acababa de tener pero fue interrumpido por uno de ellos.
-Yo soy Tin, y él es Ton- señalo uno de ellos, Ludwig los miro expectante, negó con la cabeza, el lugar ya era extraño.
-Bien, soy Ludwig B…-dijo pero volvieron a interrumpirlo.
-No nos importa, ¿Quieres jugar?- señalo uno de ellos al otro y empezaron a moverse de un lado a otro-¿Quién es quién?-
-bien, Tin está al lado derecho y Ton está al lado izquierdo- señalo Ludwig a uno de los hermanos, estos empezaron a reírse.
-No es cierto- canturreo uno de ellos.
-Yo puedo o no puedo mentir, sin embargo la contradicción de ustedes muestra que desde el principio se presentaron al revés- menciono Ludwig con una sonrisa altanera y cruzando los brazos.
-Muy bien, entonces, veamos si puedes con este nivel- dijo uno y volvieron a saltar, moviéndose de un lado a otro, y saltando-Ahora ¿Quién es quién?- mencionaron en unísono.
-Mmm, pues tú eres Tin, y tú Ton- volvió a señalar a los respectivos hermanos.
-Aghh eres un genio- dijo uno de ellos, y el otro se molesto
-Debió hacer trampa- molesto argumento cruzándose de brazos
-Lamentablemente si, Tin tiene ojos de color café y Ton los tiene de color verde- sacudiendo su delantal del polvo que cayo, lo dijo de la forma más obvia.
-¿Qué?, jamás lo habíamos notado- dijo uno de ellos y entonces Ludwig suspiro
-Bueno, nada me sorprende de este lugar, debo de irme, con permiso- dijo pero los gemelos le cerraron el paso
-No te vas- dijo uno de ellos.
- Tengo que irme, estoy siguiendo al conejo- dijo irritado, su paciencia estaba al límite.
-No, juega con nosotros- repitieron y Ludwig se enojó.
-No, estoy siguiendo al conejo, jueguen conmigo a seguir el conejo- propuso Ludwig sabiendo que no lo dejarían pasar
-No, ese juego es aburrido, el conejo se va por la izquierda cada mañana- dijo el de ojos verdes, molestó, y Ludwig suspiro, al menos ya tenía la dirección.
-Bien, a ¿qué quieren jugar?, si gano me dejaran ir-menciono, aunque sabía que se arriesgaba a estar con ellos por un largo periodo de tiempo.
-Bien, te contaremos una historia y tú nos dirás la moraleja - formulo Tin
- La Morsa y el Cavaito- empezó a narrar Ton, y Ludwig rodo los ojos. - Había una morsa y un carpintero que se pasean por la playa engatusan a unas ostras para que acudan a su cena, y así poder comérselas- termino rápidamente.
-¿Qué aprendiste?- dijo Tin.
-Pues que jamás debes ir con extraños- menciono Ludwig y ambos rieron
-Nooooo, te quedaras con nosotros a jugar para siempre- ambos bailaban.
-Eso no es justo, ¿Cuál es la moraleja?- enojado exclamo
-Jamás escuches canciones de morsas- siguieron bailando los gemelos
-Eso es ridicul…-menciono pero vio al conejo y mientras los gemelos estaban distraídos, escapo sin ser visto, siguiendo al conejo blanco qué lo guiaba por un bosque tenebroso.

Espero les guste, lamento la mala redacción y la ortografía
Créditos de imagen a su respectivo autor

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Germancest [Prusia/Alemania](Gilbert Beilschmidt // Ludwig Beilschmidt)

Ludwig en el país de las maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora