Tu luz, mi luz ~ Aiteda 💙💛

VIII - Sorpresa I

NOTA
Antes de todo quería pedir disculpas por haber tardado en actualizar. Estoy trabajando en el extranjero y la semana pasada volvía a pasar unos días a España y claro se me hizo muy difícil escribir estando allí. Se que no os interesa mi vida pero sentía que os tenía que explicar el por qué de la tardanza.

💛💙

Narra Cepeda

Estaba aburrido de esperar, tal vez porque estaba nervioso o porque quería pasar el tiempo con Aitana, cuando en realidad solo había pasado media hora desde que la dejé en su habitación. Me había duchado y ahora vestía unos jeans y una camiseta blanca que pensaba acompañar de una americana casual en caso de que hiciera fresco arriba. Seguro que ella estaba decidiendo que ponerse y peinándose ese flequillo que me tenía enamoradito y por eso estaba tardando, la conocía demasiado bien a pesar de habernos conocido hacia a penas unos meses.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me levanté e intenté enderezarme la ropa y pasé la mano por mis rizos aun húmedos tras la ducha con la intención de peinaremlos. Y ahí estaba ella, con uno de sus vestido negros ajustados, sus botas militares y el pelo aun mojado sin olvidar su sonrisilla. Madre mia como me gustaba su sonrisa. Detrás de sus gafas se notaba el cansancio en sus ojos, habia sido un dia agotador y despues de la adrenalina del concierto acabábamos exaustos y a pesa de estar cansados no podiamos conciliar el sueño al llegar al hotel.
No pudo evitar reir ante sus primeras palabras tras abrir la puerta de la habitación.

Aitana: Espero que hayas pedido ya la cena porque me muero de hambre y como tenga que esperar me puedo quedar dormida.

Así era ella, un torbellino de energía y alegría que arrasaba por donde pasaba contagiando su luz.

Luis: Dormirte no te dormirás tranquila. Voy a por mu chaqueta y vamos a cenar.

Aitana: ¿Cómo? ¿Dónde vamos? Si yo pensaba que íbamos a estar aquí.

Luis: Tal vez te tengo preparada una sorpresita, peque.

Aitana: Luis no me llames así. ¿Por qué no me has avisado? Me hubiera arreglado un poco.

Luis: anda pero si estás guapisima con cualquier cosa y no finjas que no te gusta que te llame pequeña si te encanta. De todas maneras, no vamos a salir del hotel. Venga vamos que al final juntaremos la cena con el desayuno.

Aitana: Te odio Cepeda solo espero que valga la pena.

Luis: Te puedo asegurar que valdrá la pena y si no ya se te ocurrirá algo para compensarte.

Y dicho esto emprendimos el camino hacia el ascensor que nos llevaría a la azotea. Fueron apenas cinco minutos los que tardamos, en lo que fuimos bromeando todo el tiempo pero sin separarnos el uno del otro, éramos como un imán, si estábamos cerca no podíamos evitar separarnos. Y así estabamos, abrazados en un ascensor diciendo tonterías y riéndonos como niños pequeños.

El sonido del ascensor nos despertó de nuestras tonterías anunciando que habíamos llegado al último piso.

💙💛

Es cortito pero esta noche subiré la continuación cambiando a la perspectiva de Aitana. Espero que os guste y gracias por vuestras estrellitas y lecturas, es super importante para mi ver como leis y ver como vamos creciendo. Un besiño