La otra vez pude acercarme al rostro de Rojo y aproveché en averiguar cómo es el olor de su cabello. Me gustaría que sepa lo que siento por él, que me vea por el bosque y quiera llevarme a su guarida, no volver a ver nunca más la luz del día.
Rojo es como el Lobo del cuento.
Sabe manipularme, convencerme de que la Tierra es plana.
Te odio. No puedo dormir sin antes recibir tu beso de buenas noches, tampoco si no escucho decirte "pequeña". No dejo de pensarte tomándome del pelo y amenazándome, sosteniendo mis manos para evitar detenerte, forcejear contigo, sonriente cuando ruego que te detengas para luego implorarte por más. Te odio por susurrar tu nombre entre mis sueños. Llamarte en la oscuridad de mi habitación. Buscarte en el silencio de mi cama. Querer despertar entre tus brazos o que estés encima mío.
Tú tan seguro, prepotente, confiado de que todo está a tu favor, irresistible, vulnerable al fruto verde, cómo diablos sabes que siempre volveré a ti.
De todas formas te gusta hacerme sufrir, besando lugares que no quiero, tocando lugares que no debes y tomando todo lo que ansías sin importar qué. Pero déjame decirte que no puedes vivir sin alguien como yo: que te haga las cosas difíciles y a la vez sencillas. Nadie será así contigo más que yo y siempre tendrás sed de mí, soy tu obsesión.
Moriré el día que me falte tus marcas en mis pechos, tu lengua en mi sexo, tus dedos enredados en mi cabello, tus caderas quitando mi aliento, tu voz en mi oído. Y la noche nos separa porque mamá dice que debo casarme primero para salir de aquí.
Un día quiero escaparme para darte una sorpresa y que me veas en pijama, esta no se puede romper, pero trasluce. Lástima que tampoco puedas escabullirte entre mis sábanas, los perros te oirían.
Quiero pasar las noches en tus garras, atada y enloqueciendo a causa de tu hambre.
Ven. No resisto dormir esta noche, no puedo sin pensar en ti. Ven y llévame.
No es justo que puedas dormir tranquilo porque sabes que desde que te vi no pude borrarte de mi cabeza. Haberte aparecido tan confiable y decirme cosas tan lindas. Ahora quiero que sigas vigilándome y secuestrándome, que me alejes de la realidad, me hagas jugar, prometer guardar el secreto.
Si crezco y me pongo vieja y fea, me enfadaré si desapareces, te desollaré vivo como te dignes en pensar en alguien que no sea yo.
Te necesito, bola de pelos, y por eso te odio.
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Suya
RandomMaldita sea, dos años y termino la escuela, solo dos años más y me largo de aquí, estudiaré Artes Escénicas y seré una gran actriz sobre las tablas. Mis sueños, aspiraciones y yo. Nadie más. Todos los días lucho contra mí misma, convenciéndome que u...