4AM. Nada más que mis pasos sonando en toda la calle. Vestía como cualquier chica que decide irse de un asqueroso bullicio de música con sexo subliminal y amigos que ya no razonaban, solo reaccionaban por inercia, intoxicandose con sustancias de todo tipo, tanto ingiriendo como vomitando. Yo estaba algo confundida, no quería bailar como si fuera mi último día, esta misma noche, sentí que desentonaba en este entorno tan eufórico, frenético y vertiginoso. Quería estar en calma, caminar en esta asquerosa ciudad que apesta a un rechazo social como yo, y perderme por ahí. Probablemente acabe muerta si tengo suerte.
Cada esquina me llevaba a calles cuyo silencio opacaba el ruido de la aberrante discoteca que alguna vez me permitió desfogar todo en la pista de baile para olvidar que todo el mundo va a hacerme daño y aprovecharse de mis sentimientos para sacar provecho de algo.Cada.Puta.Amiguita.Cada.Patético.Chico que te invita algo de tomar para emborracharte y luego follarte unos 5 minutos y pasar a la siguiente. Me enferma tener que aguantar las falsas amistades para luego desilusionarme de nuevo y rendirme otra vez ante la idea de tratar de vivir mi vida como un ser humano normal, cuando sinceramente estoy muriendo por Rojo, su sincera preocupación, atención de la que alguna vez pude sentir. Por una estupidez tengo ahora que ser solo su amiga luego de tanto esfuerzo por que sea mi todo y arruinar todo por cojuda.
En resumen, nunca quise volver mi relación con Rojo pública por temor a que mis amigos me odien y ahora Malva ganó por muerte súbita.
Mis azotes mentales me condujeron hasta un malecón, cuyas escaleras hacia abajo daban con la playa. Las bajé tan rápido como pude y antes de echarme a correr me detuve ante la pista que debía cruzar antes de llegar a la playa.No cruzaba ningún automóvil, pero sería ideal que lo hiciera y poder aventarme al parabrisas, así creo que estaría mejor: esparcida sobre el pavimento y con las tripas saliendome de la boca, como tentáculos.
Una ola rompe contra unas rocas a unos metros y me saca de la imagen para observar la pista, cruzarla hasta la mitad y recostarme sobre mi espalda a observar el aburridisimo cielo encapotado de perpetuas nubes. Decidí quedarme quién sabe cuánto, solo pensaba en perderme y nunca más saber del falso grupo de amigos que solo quieren chancar a unos para que ellos crezcan. Rojo tenía mucha razón: tan influenciable que acabaré eligiendo cosas que no me gustan para encajar en donde nunca lo hice.
Saco de mi abrigo mi teléfono, la luz me ciega hasta que mis ojos se acostumbran y veo el chat que tengo con Rojo. Solo 23 mensajes.:Azul:Puedes contestar mierda?:No me hagas esto:Sabes que soy capaz de buscarte en esa disco llena de maricones y sacarte de ahí:Azul contesta:Por favor:Quiero saber si al menos estás bien:Azul perdona:Si quieres estar con ellos bueno:Me llegan al pincho pero si te hacen feliz:Azul:Pienso llamar a tu madre:La despierto y yo no sé:Te meterá a un convento y yo no sé si es ilegal secuestrar monjas:Azul:Pls:Estoy yendo al grifo, muero de hambre:Escuché la canción Magenta:Es una mierda:Háblame si puedes:Avísame si quieres que te recoja:Azul quiero saber cómo estás:Respóndeme y podré estar tranquilo
Le envié una foto de mis piernas sobre el pavimento de la pista y un audio de diez segundos de las olas yendo y regresando.
Mi teléfono recibe una llamada–Qué rayos haces ahí, Azul–Espero.–Qué mierda esperas?!–Que alguien venga, se apiade de mí y me adopte.–Azul, Malva no querrá una bella--–Entonces Malva o yo.
Una ola choca con las rocas.
Me sentí bastante asustada por preguntar eso tan repentino, aparte siempre en las películas la que hace al interés amoroso se la protagonista elegir entre víbora o princesa es la víbora.
–Azul, dónde estás.–En Júpiter.–En serio.–Si quieres en tu casa, dentro de tu cama.–Azul...–No estoy ni borracha ni drogada, sólo acaríciame y obedeceré.–Azul, me estás dando muy peligrosas ideas.–Estoy echada sobre el pavimento esperando un automóvil o un camionero.–Solo dime dónde estás para ir por ti.
Finalizo la llamada, me pongo de pie y me dirijo a la orilla, mis botas negras arrastran las piedriras, la marina acaricia mi rostro como lo hizo la voz de Rojo desesperado por saber en dónde estoy y saber que aún le preocupo.Muero porque aparezca y me lleve a su casa o que me deje en la mía y duerma en mi cama, pero tampoco quería verlo del todo. Siento unos destellos de resentimiento por escoger a Malva. Supongo que es por antigüedad y van al mismo año.
Rojo a veces puede ser un idiota, el mejor de todos, el rey. Pero que se preocupe por mí, me causa algo de ternura. Aún así lo odio porque nunca tiene tiempo para mí. Su idiotez es tan fuerte que ni sé qué somos.
Es mi crush, yo no sé qué soy de él. Pero seguiré asustándolo con fotitos autodestructivas y que aprenda que las personas tóxicas NO SON SALUDABLES.Ya aprenderá.
Niñas, no sufran por imbéciles, never.
Azul
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Suya
RandomMaldita sea, dos años y termino la escuela, solo dos años más y me largo de aquí, estudiaré Artes Escénicas y seré una gran actriz sobre las tablas. Mis sueños, aspiraciones y yo. Nadie más. Todos los días lucho contra mí misma, convenciéndome que u...