Erizcienta

Capítulo 16

(AVISO: TIENE LEMMON!!! 🙂🔥)

El fabuloso y brillante carruaje que resplandece a la luz de la Luna se encontraba andando por el bosque con un conductor medio adormilado, como caballo cansados y con una pareja a punto de desatarse en su Luna de miel. La joven eriza se encontraba recargada en el hombro del azabache, ahora su esposo, y él estaba recargado sobre su cabeza. La pobre comenzaba a bostezar— No te duermas, querida. No falta mucho... — justo en ese momento, el carruaje frenoy el conductor bajo abriendo la puerta del carruaje para dejar libre a la pareja

—Hemos llegado, sus majestades— hizo una reverencia. El azabache bajo primero del carruaje para después tenderle la mano a su esposa para ayudarla a bajar.

Al darse la vuelta, se encontraron con una cabaña de madera con muchas flores al rededor de todos los colores que la hacían ver muy pintoresca, además de tener cerca un lago junto con un pequeño lago que desembocaba de una cascada. Luciérnagas adornaban el lugar yendo de un lado a otro aleteando parandose en las flores  y la luz de la Luna llena iluminando todo el lugar con el cielo estrellado sin ninguna nube que estorbara su resplandor

—Es... Muy hermoso— dice apenas la rosada sonriendo de oreja a oreja acercándose más a la cabaña

—No tanto como tú, mi rosa— el azabache toma de su barbilla para darle un tierno beso en los labios provocando que ella se sonrojase, pero siguiera el beso. El  veía la escena embobado con los ojos cristalinos a punto de soltarse a llorar. Metió sus manos en sus bolsillos y sintió algo duro de metal, parecía ser una llave

—¡La llave!— rápidamente la saca de su bolsa y camina deprisa a donde están los erizos. Pero siente temor, pues no quiere romper el beso tierno y apasionado entre ambos, pero si no le entrega la llave, su Luna de miel será un desastre— Em...... P-principe S-sh-shadow...— el mencionado voltea sin ninguna expresión de enojo— A-aqui t-titiene las llaves de la cabaña....

—Gracias, ya puedes irte— el conductor hace una reverencia, se da la vuelta, se sube al carruaje y comienza a irse hasta desaparecerse entre los inmensos e imponentes árboles— Por fin solos, My Lady— el azabache, sin previó aviso, carga al estilo nupcial a su esposa, quien suelta un grito y una pequeña risa divertida

—Shady, ¿Que planeas?

—Ya te enteraras, solo podré decir que, esta será la mejor noche de tu vida— hace una sonrisa pícara, y la chica levanta su ceja sin entender todavía la situación, pues su inocencia no tenía límites.

Entraron a la cabaña. Shadow aún seguía cargando a Amy de la misma manera. Voltearon a ver ambos a distintos lados para mirar lo acogedora que era la cabaña. Del lado derecho había un pasillo que daba a la cocina, la cual era toda de madera y hierro con vasijas de oro y plata fina y pura. Del lado izquierdo estaba la sala con un gran ventanal por el cual podía entrar perfectamente la luz de la Luna llena dando así, ya espléndida vista hacia el lago y en medio de todo colgaba un gran candelero de cristal. Al Fondo de la cabaña se hallaban  unas escaleras de madera. Shadow conocía esta cabaña como la Palma de su mano, solo que esta vez, su padre se había esforzado mucho para arreglarla, pues casi estaba en ruinas.

Shadow recordaba todos los momentos felices que pasó con su madre y con su hermano Sonic en esta misma cabaña. Los recuerdos llegaban de golpe provocando una extraña sensación de vacío en su pecho. Todos los fines de semana venían a esta cabaña a distraerse de los deberes como rey y reina así como para pasar más tiempo con sus hijos, Shadow y Sonic— Shadow... ¿Estas bien? — la voz de su princesa lo saca de sus pensamientos haciéndolo volver a la realidad