Erizcienta

Capitulo 18

Amy comenzó a abrir sus ojos lentamente para no ser lastimada por los rayos del sol que la ventana frente a la cama emitían. Sintió el peso de algo en su cintura, recordó que era el brazo de su azabache. Se voltea sin hacer mucho escándalo. Admiraba sus ojos, su semblante serio lo hacía ver más deseable. Su pecho subía y bajaba tranquilamente. La eriza  contemplaba su semblante tan tranquilo y sereno. Llevo una mano a la mejilla del erizo y la acarició con sus dedos. Recordó las travesías que hicieron anoche, no pudo evitar un sonrojo.

Se levantó de la cama y camino hasta el closet encontrándose con distintos vestidos de las telas más caras del pueblo. No pudo evitar chillar de alegría, pero se tapó la boca cuando recordó que alguien más estaba en su habitación. Tomó un vestido azul obscuro con un delantal blanco con fresas. Se puso atras de la cortina y comenzó a vestirse. Tomó una diadema del mismo color del vestido con una flor morada a lado de moño u se la acomodo de tal modo que la rosa quedó a un lado de su oreja. Finalmente, salió de detrás de la cortina para dirigirse a la cocina

Una vez en la mencionada, comenzó a cortar frutas y puso en la lumbre unos trozos de carne. Cuando todo estuvo listo, lo sirvió en dos platos de oro y con ayuda de una charola los llevó hasta la mesa de madera y coloca los platos uno a lado del otro. Unos pasos se hacen presentes en las escaleras y ella voltea con un brillo intenso en sus ojos al igual que con una sonrisa dibujada en sus labios llena de amor.

Shadow baja las escaleras cambiado con un traje blanco que hacia relucir su pelaje oscuro— Buenos días— saluda yendo hacia la oji-jade

—Buenos días, Amor— una sonrisa se forma en su rostro y él le devuelve el gesto— Espero que te guste— toma asiento en la silla

—Viniendo de tí supongo que ha de estar exquisito— le guiña un ojo y copia su acto.

Ambos comían degustando cada mordisco de la comida. Cuando ambos terminaron, Amy recogió los platos y los llevó al fregadero para lavarlos mientras Shadow limpiaba la mesa con una franela roja. Ambos terminaron y fueron a su encuentro para abrazarse y besarse. Faltaban solo dos días para que regresaran al Palacio, así como faltaba solo unos cuantos meses para que los coronaron como el Rey y la Reina...

Una semana después...

Amy:
Desperté con una sensación e la boca del estómago. Las náuseas y el sabor a metal se hicieron presentes en mi boca. Me levanto bruscamente de la cama provocando que mi azabache despierte. Voy en dirección al baño, me hinco, pongo las manos en las orillas del inodoro, acercó la cabeza al escuzado y comienzo a vomitar toda mi cena de anoche. Escucho pasos provenir de la habitación acercándose. Por el rabillo de mi ojo veo que es Shadow. Sigo vomitando sin prestarle atención a mi amado, quien comienza a darme palmaditas en la espalda— ¿Que comiste anoche? — dice preocupado

—Ca... Casi n-nada— digo con trabajo. La sensación de asco aparece de nuevo en mi boca lo que me hace vomitar. Es la primera vez que me pasa, no sé porque pero siento algo en mi estómago— S-solo.... Me dieron las cocineras algo de.... Pan, y un té— mientras habló, trago largas bocanada de aire, ya que mi nariz esta tapada por el esfuerzo. Mis orejas están agachadas

—Tendríamos que ir con un curandero, o llamar a uno siquiera...

—N-no creo que... Sea algo.... grave...— trato de ponerme en pie, pero mis brazos no responden. Shadow nota eso, se acerca a mi y me ayuda a levantarme— G-gracias...

—Tienes que acostarte y no hacer ningún esfuerzo ¿entiendes?— dice frío y con autoridad. Eso da miedo. Me limitó a asentir. Me ayuda a caminar hasta llegar a la cama y me siento. Trato de acostarme pero esas náuseas aparecen de nuevo. Trato de tranqulizarme pero no lo consigo. Me levanto de nuevo y corro hacia el baño para poder vomitar lo de la comida de ayer. Me acabo de despertar hace unos mimutos y no he desayunado nada y tengo mucha hambre, a pesar del vómito que tengo, también tengo mucho apetito— Cariño, llamaré a unas sirvientas para que te ayuden en lo que necesites en lo que yo habló con mi padre...¿esta bien?

—S-si...— me ayuda a sentarme de nuevo en la cama pero esta vez no me acuesto. Shadow sale por la puerta de nuestra habitación y se va a donde las sirvientas. Hace unos cuantos días regresamos de nuestra Luna de miel y nunca en todo ese tiempo tuve esta sensación... Solo espero que sea lo que estoy pensando...