Capítulo V

1.9K 156 67
                                    

Gabriela suspiró agotada y se recostó en su cama, solo acompañada por la oscuridad de la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gabriela suspiró agotada y se recostó en su cama, solo acompañada por la oscuridad de la noche. Sus padres estaban peleando, cosa no muy extraña, y es que desde que tiene memoria que no pasaban ni una semana sin hacerlo al menos una vez; sobretodo durante el último tiempo que sus peleas habían incrementado considerablemente y ella no tenía idea del porqué de tanto conflicto. De todas formas, siendo sincera consigo, tampoco le interesaba mucho si sus padres peleaban o no, se notaba desde hace rato que ambos seguían juntos por pura costumbre y no porque de verdad sentían algo el uno por el otro; por lo que creía que era mucho mejor que ambos se separasen de una vez por todas.

Se levantó de su cama y fue a ver a su ventana cuando oyó unas risas en la calle, encontrándose con un grupo de cinco chicos que reconocía de su escuela, y ahí recordó; los Montgomery darían una fiesta.

Gabriela ha vivido a tres casas de la gran mansión de los Montgomery desde que era pequeña, en el barrio más codiciado de todo Beacon Hills. Y es que, a pesar de que hayan muchos vecindarios en toda la ciudad, ella tenía que compartirlo con el diablo reencarnado en una familia.

Era extraño, ambas familian eran totalmente distintas y aún así tenían el "placer" de coincidir en el mismo vecindario. Los Bresst eran humildes, tenían mucho dinero pero no se les notaba porque lo que ellos más querían era pasar desapercibido; a diferencia de los Montgomery, quienes no tenían problema con presumir todo el dinero que tenían y que luchaban día y noche por destacar entre el resto.

Lo otro extraño de la situación eran los padres de los rubios, a quienes no se les veía mucho por el barrio; a excepción de cuando se subían y bajaban del auto, mientras que a los mellizos simplemente se los encontraba en la escuela; aunque dudaba que supieran que ella era su vecina pues ella tampoco salía mucho a pasear por el vecindario. De todas formas para ella era mejor así, si Leah le hacía la vida imposible en la escuela no quería ni imaginarse cómo se pondría si supiera qué vivían cerca.

Lance solía ignorar a la castaña, sin embargo Leah se encargaba de hacerle la vida imposible, de burlarse constantemente de ella y excluirla, la géminis nunca supo porqué. Una vez el psicólogo de la escuela le dijo que tal vez era un complejo de inferioridad que tenía la rubia, pero realmente no creía que fuera eso; Leah e inseguridad nunca iban en la misma frase.

Gabriela comenzó a ver las luces de colores que salían de la casa de los rubios a través de las ventanas, también vio como gente entraba y salía de la casa sin ni siquiera ser notados. Habían mínimo ochenta personas y probablemente un montón de alcohol para compartir que alguien se había conseguido, y sin mencionar la increíble música electrónica que se escuchaba con claridad desde su habitación.

De repente comenzó a sentirse agobiada, entre la música fuerte que no la dejaría dormir y los gritos de sus padres se sentía pequeña y perdida. Sentía envidia de aquellos chicos por tener vidas tan cotidianas, porque ellos no tenían que lidiar con las burlas constantes del resto y porque ellos no tenían padres extraños que no sabían cómo tratar a sus hijos.

|| Wolf Zodiac || Zodiaco ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora