Profesor Cumberbatch [EDITANDO] ~TERMINADA~

[CAPÍTULO 10]

En la salida, Cloe le preguntó a Sasha sobre la dichosa salida.

— ¿Tienes pensado ir al viaje? — No, ¿y tú? — Quiero, pero no puedo. Mi padre me llevará a un viaje a Japón por negocios y no puedo decir que no. — En ese caso, menos razón tengo de ir. — Sabes, escuché que la directora le decía a Miranda que estaba sancionada y que no podría ir al viaje. — ¿Estás segura? — Completamente. — Eso es lo de menos, si tú no vas, yo tampoco. — Está bien, vamos a comer. — Sí, encontré un restaurante de 5 estrellas por aquí.

El Doctor le dio las llaves de su carro a la chica y le dijo dónde lo había estacionado. Ya en el carro, la amiga comentó:

— Algún día me gustaría invitarte a un restaurante tan lujoso como los que conoces, pero yo pagaré todo. — Estoy segura de que lo harás.

Ya en el restaurante, las chicas platicaban trivialidades y el mesero que las atendía no dejaba de decir chistes que para Cloe eran muy graciosos, pero para Sasha no causaban risa. Al retirarse, el chico le dio un papelito con su número de teléfono a Cloe.

— Claro que lo llamaré. — Me parece bien. — ¿Lo analizaste? — Sí, buen chico, pulcro, serio en su trabajo, pero algo me dice que quiere ser chef, al decirnos cómo se preparaban los alimentos con tanto esmero. Buen chico si eso quieres saber. — Sí, quiero alguien que me acompañe a mi graduación, un novio, ya que papá se irá de viaje durante 6 meses. — Vaya, es mucho tiempo. — Sí. -Puso cara triste. — No te preocupes, contrataré al mejor camarógrafo para que filme todo. -La animó. — Gracias. -Le respondió con una sonrisa.

Cuando llegaron a casa, solo le dio tiempo a Sasha de bañarse y vestirse ya que era hora de ir a sus clases privadas.

Cuando llegó a la escuela, notó que no estaba el auto del Doctor. Se metió a su salón, pero no había nadie. Se le hizo extraño, ya que el carro del Doctor se había quedado el día anterior en la escuela. Pasó el tiempo y a las 5:30 pm, la chica se disponía a irse a casa, pero en ese momento llegó algo agitado el Doctor.

— Perdón por llegar tarde, el carro se descompuso y lo mandé a arreglar, pero no me da confianza el mecánico, así que vine en autobús. — No se preocupe, entiendo. — Gracias, empecemos las clases. -Dijo recuperándose.

Lo que Sasha no sabía era que Benedict habría llegado como fuera para tener la clase, que en este punto solo era una excusa para estar con ella.

Las clases pasaron rápidas y al terminar, a la chica se le ocurrió una idea.

— ¿Ya estamos fuera de clase, verdad? — Sí, ¿por qué? -Preguntó curioso. — ¿Puedo tutearlo? — Claro, y si te sientes más cómoda, puedes tutearme en cualquier momento. — Oh, gracias. Verás, he tenido una idea. Te llevo en mi coche y, si gustas, te puedo prestar uno de mis coches. Lo necesitas. — No puedo aceptarlo. — ¿Por qué no? — Es demasiado... yo... -Lo interrumpió. — No es demasiado, no te preocupes. Tengo varios y, la verdad, no los ocupo. Llega al grado que podría regalártelo, pero creo que no lo querrías aceptar. — Por supuesto que no. — ¿Aceptas mi ayuda? — Sí, muchas gracias.