Sasha salió de la escuela y corrió en dirección a su auto, donde se recargó un momento. Jamás volvería a hacer una "travesura", se dijo a sí misma. Se subió a su deportivo y se fue a casa. Ya en casa, su ama de llaves Sarah le dio un recado que dejaron esa tarde para ella, "espero me hayas extrañado". Conocía la letra y para su mala suerte era de una chica odiosa, creída, presumida, de plástico, alguien que en el pasado le había causado mucho daño a su reputación. Quiso no darle más importancia, solo quería dormir y nunca despertar.
A las 7:00 am sonó la alarma como todos los días, era hora de levantarse e ir a la escuela. La chica se alistó, pero esa mañana no tenía ánimos de manejar, así que llamó a su chofer para que la llevara a la escuela. Miles de ideas llegaban a su cabeza: la nota del examen, el profesor, y otras cuantas más que no tenían importancia ahora.
Cuando llegó a la escuela, le pidió al chofer que pasara por ella en la salida y se fue a buscar a su amiga. Al caminar entre la muchedumbre de estudiantes, podía sentir sus miradas clavadas en ella. No quería poner atención, pero no pudo evitar mirar a su alrededor. Aparte de las miradas, los susurros la acompañaban, casi señalaban sin vergüenza a la joven. Por fin encontró a su amiga, estaba en el jardín donde siempre. Tal vez ella sabía por qué la actitud de los compañeros hacia ella.
— Buenos días, Chloe. — Dijo con la tintina más sincera que pudo dar.
— Buenos... — Respondió Chloe sin ánimos.
— ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? — Preguntó Sasha preocupada.
— Nuestra pesadilla regresó.
— Lo sé. — Suspiró al responder.
— ¿Cómo lo sabes?
— Me dejó un recado con Sarah.
— Estoy preocupada por ti.
— ¿Por qué?
— Tú sabes cómo en el pasado arruinó tu reputación, diciendo... Tú sabes.
— Lo sé, además eso fue hace mucho y si lo volviera a hacer no me importaría. Soy ya una "adulta". Sus comentarios me son de poca importancia. — Sonó el timbre, ya era hora de entrar a las clases. La primera clase era con Cumberbatch, la joven no se había dado cuenta de que gran parte del salón y en especial las chicas suspiraban por aquel hombre.
La clase fue normal, tranquila, sin nada fuera de lugar. Cuando sonó el timbre para ir a la siguiente clase, el Doctor mandó llamar a Sasha.
— ¿En qué lo puedo ayudar?
— Verás... no sé cómo decírtelo, Sasha.
— Tal vez vayas al grano y con palabras claras, tengo clases.
— Por supuesto... en la escuela, no sé cómo, se corre el rumor de que eres... Que te gustan de tu mismo sexo... A la mente vino a mí lo que me dijiste ayer que no te gustó lo que viste esa vez... — Todo esto lo dijo en tartamudeos y en pausas, intentando ser lo más claro posible, aunque no funcionó muy bien.
— Doctor, creo que usted no tiene que meterse en mi vida privada. Con permiso. — Así que de nuevo la malvada chica soltó los viejos rumores de que le gustaban las mujeres. Todas las clases pasaron. Sasha quería llegar a casa a comer, a las 5 tendría que ir de nuevo a la escuela, pero mientras comía, alguien tocó la puerta. Era Chloe.
— Amiga... — Dijo Chloe sin aliento. — De nuevo los rumores están en el aire.
— Lo sé. — Dijo Sasha sin preocupación alguna, regresando a su mesa para continuar comiendo.
— ¿Y ahora cómo lo sabes? — Chloe tomó la jarra de agua de la mesa y un vaso que estaba a un lado y se sirvió, tomándose el líquido de un solo trago.
— El Doctor Cumberbatch me lo informó.
— ¿Y estás tan tranquila al respecto? — Dijo Chloe sorprendida.
— No. — Soltó un gran suspiro. — Lo aparento, pero no. Me duele mucho el daño que a estas alturas ella puede provocar en mí y aún más me duele que el Doctor Cumberbatch escuchara esos rumores.
— ¿Perdón, en dónde me perdí? Estos días has estado más rara de lo normal. ¿Qué pasó realmente ese día en las duchas? — La chica no respondería, su mirada se encontraba mirando al vacío, triste y avergonzada. — ¿Te atrajo el Doctor, verdad?
— Sí. — Dijo en un susurro que casi se escuchaba, y agachando la mirada. — Pero ahora con los rumores no tengo ni cara para verlo. La tormenta apenas comienza, ahora solo falta que descubra mi secreto. Dos cosas puede hacer: contárselo a todos o enredar en su juego a Benedict.
— Wow, por primera vez dices su nombre. No te preocupes, de mi boca jamás saldrá y no creo que lo descubra. Eres excelente ocultando tus emociones.
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Profesor Cumberbatch [EDITANDO] ~TERMINADA~
FanfictionElla es una chica de 28 años a punto de graduarse para ser una de las mejores neurocirujanas El un hombre de 40 años que tiene años de experiencia en su campo de neurocirujano pero será por todo un año profesor en una escuela dando clases y consejo...