Después de que Benedict cortara los troncos, él y la chica llevaron los troncos rápidamente a la cabaña para hacer la fogata. Se tardaron un poco en prenderla ya que la madera estaba húmeda. Una vez lista la fogata, trajeron troncos para sentarse como si se tratase de un campamento para niños. Sasha se sentó en un tronco donde no había nadie y observando la fogata pensaba en su amiga, deseando que estuviera allí con ella. Sin embargo, tendría que esperar a regresar a la facultad el lunes. Mientras observaba la fogata, Benedict se sentó a su lado y le puso su saco en los hombros.
— ¿Tienes frío? —preguntó.
— No, pero gracias —respondió ella, refiriéndose al saco.
— ¿Qué piensas? —inquirió él.
— En que desearía que Cloe estuviera aquí, haciéndome compañía.
— Estoy yo, ¿no es suficiente?
— No es eso, no es lo mismo.
— ¿Alguien más sabe que... tienes dinero? —lo dijo casi en un susurro.
— No, y prefiero que continúe así. En el último mes de clases, creo que realizarán una actividad algo interesante.
— ¿De qué se trata?
— Un día en específico, los compañeros se intercambian tarjetas con su nombre y número telefónico, también regalos, chocolates y globos. Los más populares tienen que traer camionetas para cargar los peluches.
— ¿Cómo lo sabes?
— El año pasado lo hicieron, los que salieron de la facultad.
— Oh.
Todo el resto de la noche fue tranquilo. Cuando se oscureció completamente, todos entraron a sus habitaciones a dormir.
Domingo por la mañana
Último día de estar en este paraíso. Ese día, Benedict tenía todo un plan para pasarlo con Sasha. Primero se puso a esperarla en la puerta de la cabaña de las chicas. Muchas alumnas salían y lo miraban con los ojos perdidos, hasta que por fin salió la chica que deseaba ver.
— Ven. —Tomó de la mano a la chica y la arrastró corriendo en dirección al interior del bosque.
— ¿Qué hacemos aquí? —preguntó ella.
— Quería mostrarte este lugar en especial. —Se abrió paso a un río donde la luz daba en la pequeña cascada y se podía ver apenas un arco iris formarse.
— Es hermoso —dijo con una pequeña sonrisa en el rostro, ella estaba distraída y él la tomó en brazos y la acorraló a un árbol.
— No sigas ocultando tus sentimientos ante mí. Sé que sientes algo más que un compañerismo. Lo vi en tus ojos, cuando me veías bañarme. Esos ojos café, dilatados.
— Te equivocas.
— No, no puedes decirme que me equivoco. Veo que tus pupilas están dilatadas.
— Es una lástima que solo quieras ver lo que te conviene.
— ¿A qué te refieres?
— Observa bien mis ojos, no las pupilas, mis O...J...O..S —le deletreé para que prestara más atención. Miró a detalle y observó que los ojos que él siempre veía no eran los verdaderos.
— ¿Usas pupilentes? ¿Por qué?
— Porque oculto mis ojos, los verdaderos. —Alejó a Cumberbatch para poderse quitar los pupilentes y ponerlos en su estuche. Al quitárselos y tallarse los ojos, miró fijamente a Benedict.
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Profesor Cumberbatch [EDITANDO] ~TERMINADA~
FanfictionElla es una chica de 28 años a punto de graduarse para ser una de las mejores neurocirujanas El un hombre de 40 años que tiene años de experiencia en su campo de neurocirujano pero será por todo un año profesor en una escuela dando clases y consejo...