Prólogo

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Julieta, conoció al único chico que la quiso y que la trato bien en toda su vida, antes de él nadie la había tratado o la había echo sentir como él, ninguno tuvo su risa o su voz, o su interés por conocerla, nadie había ido a recogerla a sus clases de ballet ninguno le abrió antes la puerta del carro, nadie la busco tanto como él, con nadie rio y lloro, a nadie beso dentro del carro mientras afuera estaba lloviendo a mares, con nadie vivió lo que con él.

Él fue lo que ella siempre soñó, por eso se aferró a los momentos y a los sentimientos que tuvo cuando él estuvo con ella. Entonces, cuando él decide irse como si nada y la empieza a tratar como todos los anteriores, ella se da cuenta que terminó siendo como todos. No había anda de especial en él, la dejo sin una explicación sin decir nada, solo de un día para otro, renunciando a ella de la forma más cobarde dejándola con todos sus sentimientos y emociones ahogándola y asfixiándola, con todas sus dudas y con todo el coraje, desilusión y vacío de la ausencia.

Empieza a escribir a ratos las frases que se le vienen a la mente al pasar por un lugar, oler algún aroma, o mirar algo que le recuerde a él, plasma el vacío que dejo, y la forma en la que su vida tardará en volver a ser la que era antes de conocerlo.

Quizá la historia no es una en sí, no tiene inicio ni desarrollo ni desenlace, pero a través de cada relato cuenta lo grandiosa que fue la relación que tuvo durante un año, con el chico que la dejo rota.

Relatos a ratos de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora