Capítulo 4.

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Liam.

La cama se sentía tan bien en esos momentos. Sentía como las cobijas me abrazaban y una calma invadía mi ser, pero todo se vio interrumpido debido al molesto sonido del despertador; toda la serenidad y comodidad ahora sólo eran recuerdos. Me levanté en dirección al escritorio para apagar la alarma de mi celular y desconectarlo del enchufe, abrí las ventanas de mi cuarto para que entrara el aire ya que el calor siempre se encerraba en mi cuarto, me asomé para sentir el viento en mi rostro y observé como mi papá subía a su coche y se iba al trabajo. Fui a darme un baño, pero esta vez con agua tibia. Me quedé un rato esperando a que tomara una temperatura ideal. Después de unos minutos me dirigí hacia el espejo y me di cuenta de que la barba me empezaba a crecer así que tomé mi rastrillo y a los pocos minutos había desaparecido cualquier rastro de ella.

Tomé mi uniforme y comencé a vestirme. Me gustaba el uniforme, que consistía en un pantalón negro, camisa negra con rojo y corbata roja. Agarré mi celular y vi un mensaje de parte de Tomas.

"Temo que hoy no podré pasar por ti, Lucy me contagió su resfriado. ¬¬"

Bajé las escaleras mientras le mandaba un mensaje diciéndole que no se preocupara. Llegué a la mesa y vi otra nota de papá junto con el desayuno de hoy. Me senté a tomar el desayuno mientras la leía.

"Perdón por irme sin despedirme otra vez. Llegaré un poco tarde esta noche, cuídate."

Sonreí mientras dejaba la carta en su lugar. Me apresuré a terminar para irme más temprano a la parada del bus. Mientras me dirigía a cepillarme los dientes me llegó un mensaje de Lucy.

"Liam querido, lamento decirte que no voy a poder asistir a clases hoy ya que no sé quién (Tomas) me pegó su catarro. : )"

Mientras me cepillaba los dientes con una mano, con la otra le conteste que no había problema y que se mejorara lo más pronto posible. Minutos después caí en cuenta de que me quedaría solo el día de hoy.

Que considerados al dejarme solo.

Tomé mi mochila y mi celular, y salí de casa en dirección a la parada de bus. Saqué de mi mochila mis audífonos, puse Spotify y presioné aleatorio. Al cabo de un rato llegué y, para mi fortuna, pasó enseguida un autobús. Subí y me senté en la parte de atrás junto a la ventana. De mi mochila saqué el horario para revisar que clases tenía hoy: antes de descanso dos horas de francés y a la última me tocaba por fin el taller de fotografía. Sentí gran emoción ya que la fotografía me gustaba mucho y se podría decir que se me daba bien el tomar fotos. Sin darme cuenta ya estaba a unas cuantas calles de la escuela, pagué al chofer y bajé en la esquina de la escuela. Observé la hora en mi teléfono mientras iba camino a la entrada.

7:15

Al entrar fui a mi casillero y, con un poco de cinta, pegué mi horario en la parte trasera de la puerta del mismo. Una vez que tuve todas mis cosas para el día de hoy, me dirigí hacia mi primera clase. El timbre sonó y los pasillos comenzaron a vaciarse rápidamente; entré al salón y tomé asiento. Pasó el tiempo y el timbre sonó nuevamente por lo que me levanté de mi lugar para ir a mi siguiente clase. Al salir del salón fui a las escaleras; subiendo, di una vuelta a la derecha y choqué con alguien, no me fije quién era al principio, pero sentí algo frío y liquido en mi uniforme.

—Perdón yo...—alcé mi mirada para ver con quien había chocado y era Christian.

—Scheiße —lo escuché decir, pero no le entendí muy bien ya que fue más un susurro que nada.

Tenía una mirada de enojo hacía mi por haber derramado su café en el piso y en su uniforme también.

—¿Por qué nunca te fijas por dónde vas? —Deja que te ayude.—Ayudaría el hecho de que mires hacia el frente. —bajó las escaleras y un escalofrío recorrió mi espalda.

Ojala me amaras como me odias...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora