III. Algo parecido a un inicio

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Rose avanzó por las cabinas en busca de una vacía. Scorpius, su hermano, la seguía de cerca. Por donde sea que su hermano pasase, alguien lo saludaba, en especial un sinfín de chicas. Era apenas el tercer año del chico y tenía más amigos que alumnos en el colegio.

-Scorp, ¿puedes parar? -suplicó su hermana.

- ¿parar qué? -la miró incrédulo.

-de saludar... -ella rodó los ojos haciéndolo reír.

-está bien, ¿te importa si vamos con Albus y Claire? -preguntó con una sonrisa dando un cabeceo a una de las puertas.

-no, está bien. -sonrió la castaña.

Scorpius abrió la puerta de la cabina y le cedió el paso a su hermana con una tranquila sonrisa. Adentro de la cabina, estaba Claire, a quien conocía bien. Hija de Theodore y Daphne amigos del colegio de su padre, tenía un hermoso y largo cabello rubio hasta la cintura, unos ojos azul verdoso que combinaban perfecto con una pálida piel que pedía a gritos un bronceado, a su lado venia un pequeño y tímido niño, muy parecido a ella, solo que su rubio era cenizo, y sus ojos eran verdes, a Rose siempre la pareció que ambos Theodore eran idénticos, a excepción del tono de cabello. Al lado contrario de la cabina estaba un sonriente Albus que se puso de pie en cuanto la vio entrar. Los ojos verdes del chico la hicieron sonrojar por alguna extraña razón. Había pasado demasiado tiempo desde la última vez que pudo hablar con él, en especial con las prohibiciones de su madre respecto a acercársele.

-hola Rosie - Albus se acercó y la abrazo fuertemente. -hacía mucho no nos veíamos.

-es cierto. -sonrió Rose sintiéndose un poco tonta.

-espero todo este bien respecto a lo de Lily, realmente lo lamento, no creo que este cien por ciento cuerda. -bromeó mientras le señalaba el asiento junto a la ventana. -creo que tu padre quiere despedirse.

Rose rió por lo bajo y se sentó mirando a su padre quien se despedía con la mano, ella lo imitó y le dedico una dulce sonrisa. Esto sería eterno. Jamás había pasado tanto tiempo lejos de casa y de su padre, un nudo se formó en su estómago.

- ¿nerviosa? -Claire la miraba de frente con una sonrisa.

-mucho... -sonrió la pequeña mientras el tren comenzaba su marcha, aun mirando por la ventana.

-tranquila Rosie, serás una buena Slytherin. -sonrió su hermano que se había sentado junto a ella.

-lo sé. -dijo con autosuficiencia.

Los cinco chicos empezaron una tranquila charla de las vacaciones, donde Rose se sintió libre y tranquila de que la hicieran participe. Cuando los chicos empezaban a hablar de quidditch, Claire se encargaba de platicar con ella de cualquier otra cosa de mayor interés para ambas. Poco más tarde, Rose se acurrucó en el sofá de la cabina y se quedó dormida, sin medir siquiera el tiempo que quedaba para llegar al castillo.

- ¿Rosie? - la voz de su hermano la hizo abrir los ojos. -llegaremos pronto, será mejor que vayas a cambiarte, Claire irá contigo. -su hermano le sonreía cálidamente, mientras ella se reincorporaba.

-no tardaremos. -aseguró la rubia mientras se ponía de pie.

-estaremos aquí. -sonrió Albus.

Las chicas salieron del compartimiento con la mochila que su padre le había dado a Rose. Caminaron por los pasillos hasta el servicio de chicas. Rose, entro y se cambió rápidamente, cuando se acercó a la puerta escucho a Claire discutiendo con alguien en el pasillo.

- ¿acaso no tienes corazón Potter? -siseo con frialdad la rubia.

-claro que lo tengo... -Lily se oía confundida.

Prohibido Prohibir (EDITANDO Y RE-SUBIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora