[1] Banshee | Civil War

Sinopsis

LYANN EVANS NI SIQUIERA HABÍA NACIDO cuando le inyectaron El Suero, todavía estaba en el vientre de su madre, mujer quien murió en el momento de parto, para desgracia de Lyann Evans.

Y su primer llanto fue la respuesta del efecto que tuvo El Suero en ella.

Un llanto agonizante.

Un llanto penetrante.

Un llanto que te hacía sangrar los oídos.

Un llanto... de muerte.

Por eso Lyann nunca vivió una vida normal gracias a su padre, un hombre millonario y que trabajaba secretamente para HYDRA, quien consiguió entrenadores para que ayudarán a su hija con su don.

Y con los años, Lyann se volvió un arma sumamente letal.

A una edad muy joven, Lyann sabía matar, torturar, destrozar y destripar, con o sin don.

La Muerte, le llamaban. Era La Muerte misma en el cuerpo de una niña.

Entonces HYDRA cayó, junto con S.H.I.E.L.D. aquel día.

Tantas personas murieron...

Incluido padre de Lyann.

Ella no estaba ahí, por suerte. Su jefe la había mandado a una misión en Nueva York, pero cuando terminó su misión y su jefe no se reportó, ni su padre, ni sus compañeros de combate, los instintos de Lyann, tras entrenamientos y entrenamientos, suopo que algo sucedía. Entonces, observando las noticias de camino al yet que la esperaba se enteró de la caída HYDRA.

No entró en pánico; no sintió nada. HYDRA le había arrebatado la habilidad de sentir cualquier emoción. Pero Lyann no sabía adónde ir, pues todos sus contactos habían muerto o huido en la caída de HYDRA.

Entonces, él la encontró.

Lyann muy pocas veces la tomaban desprevenida. Muy pocas veces. Pero cuando se vio acorralada en el loft de su padre por el equipo del Capitán, liderado por el mismísimo Capitán América, se atrevió a mostrar un lapso de sorpresa, antes de lanzar su grito contra el oponente más cercano: Falcon.

Y el poder de Wanda la golpeó y por una fracción de segundos, su poder cedió ante el suyo, pero el grito vibró en su pecho, alimentó su corazón y llenó sus pulmones. Y una fuerte batalla se creó entre ambas.

Lo siguiente que Lyann supo fue que le inyectaron algo en el cuello y que durmió. Durmió y durmió hasta que cuando despertó se dio cuenta de lo harta que estaba de dormir, pues al ella vivir entrenándose y moviéndose y atacando a cada hora, dormir nunca estaba en sus planes.

Pero cuando despertó y miró a su lado derecho y vio al Capitán América que la miraba con unos ojos azules que mostraban sabiduría, notó la súplica en sus ojos y entonces él preguntó:

¿Dónde está?

¿Dónde estaba quién? Lyann no respondió, se quedó quieta sobre la camilla que la mantenía encerrada.

¿Dónde está el Soldado del Invierno?

Y esa pregunta fue lo que cambió el mundo de Lyann.