[CAPÍTULO DEDICADO A LA LEYENDA QUE NOS ACABA DE DEJAR:
STAN "THE MAN" LEE]
Lo primero en lo que Lyann se fijó cuando regresó de la inconsciencia, fue el hecho de que estaba atrapada, grilletes se cerraban alrededor de sus muñecas. Lo segundo que sintió fue la sensación de estar suspendida, gracias a que las cadenas que la alzaban desde el techo, manteniéndola con los pies apenas y rozando el suelo. Lo tercero que notó fue la celda y el hedor que cubría el aire.
Suspendida y sintiendo una dolorosa tensión en los hombros, brazos y muñecas, Lyann suspiró, sabiendo que había personas observándola a través del espejo que cubría gran parte de la pared frente a ella. Y mientras vio a dos soldados entrar por la pesada y fuerte puerta de hierro, no esperó más y enredó las piernas alrededor del cuello del soldado que más cerca tuvo, lo torció y se escuchó un crac. Al siguiente le dio una patada en el rostro y aprovechando los segundos de distracción, Lyann tomó impulso con sus piernas, las elevó y las dejó caer. El golpe las recibió sus cadenas, y con eso, una de ellas se desprendió del techo, dejando a Lyann casi libre.
Ella no esperó más, tomó una bocanada de aire y gritó hacia el soldado con la nariz rota. Este voló hacia atrás, chocando y rompiendo el cristal de la pared. Gruñendo, Lyann tomó la pistola de su primer oponente caído y disparó hacia el grillete en su muñeca izquierda. La bala le rozó apenas, y una vez libre, Lyann se enrolló la cadena que aún le colgaba de la mano derecha y se dispuso a usarla como una especie de látigo. No conocía el lugar en el que estaba, pero eso no importaba, se dijo, se haría con la salida de una forma u otra.
Y tenía que darse prisa si no quería que él apareciera.
Así que Lyann atacó y mató sin parar, decidida a escapar una vez más de otro confinamiento. Supuso que los soldados y sargentos con los que se cruzó tenían algún tiempo sin tener un combate, pues estaban desgastados y despistados, lo cual, a estas alturas, era una ventaja maravillosa para Lyann. No podía darse el lujo de perder tiempo. Por lo tanto, no dudó y no vaciló al momento de usar sus dotes para matar y descuartizar, demasiado enfocada en encontrar una estúpida salida.
Sin embargo, se encontró con él.
Gerard L'Dubbo le sonrió de una forma tan cínica que los vellos se te erizaron.
No obstante, Lyann estaba muy inquieta, había demasiada adrenalina corriendo por sus venas como para encontrar alguna forma de pensar con claridad. Solo estaba actuando porque sí, pues estaba tan estúpidamente cansada. Analizar, pensar, crear un plan de huida para liberarse de SHIELD no fue tarea fácil, y no se esforzó para terminar atrapada otra vez.
Pero Gerard, mejor conocido como el Anciano Loco, hombre que trabajó mano a mano con Tamlin Evans para crearla, tenía otros planes.
De alguna manera, incluso antes de que Lyann lo anticipara, una pistola salió de dentro de su chaqueta y lo siguiente que Lyann supo fue que un dardo se clavó en su hombro izquierdo. Con un jadeo, cayó de rodillas y terminó boca arriba, totalmente incapaz de mover algún miembro de su cuerpo, atrapada en un estado de parálisis. Ahí, tirada en el piso, vio a Gerard alzarse sobre ella con una sonrisa de lado.
Fue la idea del Anciano Loco de convertir a Lyann en lo que ella era hoy. Fue su idea de torturarla cuando le diera la gana, de ser tan cínicamente cruel con todo respecto al Experimento 31-A del Proyecto Oscurus.
Lo siguiente que Lyann supo fue el pie que viajó en su dirección y la noqueó.
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[1] Banshee | Civil War
Acción|PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA BANSHEE| |PRIMER LIBRO DE LA SAGA HEROES| 《 Count my carts, Watch them fall, Blood on a marble wall, I like the way they all... S C R E A M ...