¿Secuestrado?

Peligro

Narrador:

Cuando Yang Mi salía recibió una llamada de su madre, está respondió rápidamente mientras cerraba el enorme portón negro de su casa, pero de lo que no se dio cuenta es que un hombre muy peligroso y fugitivo de la ley la espiaba desde un oscuro callejón en el que se podía ver y escuchar a la perfección la conversación con su madre. Por desgracia Yang Mi mencionó estar sola ya que su amiga tenía otros compromisos.

Él prófugo no tardó en darse cuenta de la enorme oportunidad que se la acababa de presentar y decidió esperar en el callejón escondiéndose de cada una las personas que pasaran, para así confirmar que ella estuviera sola cuando ella regresara.

Yang Mi siguió con lo suyo y compro lo que necesitaba, pero pensó en qué otras cosas le hacían falta a su ahora compañero y se tomó la libertad de comprarlas. Cosas como ropa, zapatos, accesorios de limpieza personal y un celular para estar en contacto si ella necesitaba salir.

Yang Mi volvió a casa con el chofer que contrató su madre, este le ayudo a bajar y meter sus compras dentro de su lujosa casa, luego se retiró.

Yang Mi, al estar dentro escucho como alguien tocaba su viejo piano blanco que tenía de niña en el salón de música y regreso rápido a cerrar el portón, para después acercarse a la persona que tocaba el piano, que obviamente era el idol Min Yoon Gi

Por otra parte mientras Yang Mi llegaba a casa el hombre fugitivo se apresuró a entrar cuando ella estuviera distraída y se escondió en los arbustos al ver que Yang Mi regresaba a cerrar el portón.

Ya se encontraba dentro de la propiedad, luego se las ingeniaba para entrar a la casa.

Kim Yang Mi:

No hice ruido para que no dejara de tocar y me acerque. Era Min Yoon Gi quien con sus manos entonaba una hermosa melodía.

Me pareció muy bella y creo que no la he escuchado antes, sin duda él tiene un impresionante talento. Cuando dejó de tocar el piano yo me acerque a él.

–Tocas bien. –le dije mirando el enorme piano blanco. –Siempre he querido aprender a tocar el piano, pero nunca he tenido el tiempo suficiente.

–Me parece que tienes una vida muy estricta. –dijo mirándome con sus radiantes ojos marrones. –De qué sirve ser actriz y la hija del presidente si dejas de hacer lo que te gusta. –comentó.

–En parte tienes razón. –dije tocando la tapa del piano. –traje lo que me pediste. –volví por donde vine y le entregue sus cosas. –Esto es tuyo, supuse que no te querías quedar en esa ropa por siempre, así que me tomé la libertad de escoger algunos cambios y otras cosas que creí necesarias. –expresa sonriente.

–Gracias, pero no era para tanto. –agradeció apenado.

–Toma. –dije entregando el cuaderno y un bolígrafo negro.

Él agradeció y yo procedí a preparar la cena.

–Te ayudo. –escuche a Min Yoon Gi a mi derecha y lo mire recargado en la barra.

–Claro, nunca está de más tener un poco de ayuda. –exprese contenta.

Cocinamos juntos algo que le enseñó a cocinar Jin, uno de sus amigos de BTS. Y después cenamos. Él se fue a dormir primero, yo me quede sentada en el sillón del primer piso navegando en internet. Sin darme cuenta me quede dormida.

Narrador:

Mientras tanto el hombre se encontraba espiando cada uno de los movimientos dentro de la casa, pronto se dio cuenta de que la puerta de atrás estaba abierta y habían unas cuantas cosas tiradas como cubre bocas, lentes, un celular, abrigos y más accesorios para pasar desapercibidos. Él no le dio importancia y cuando se le presentó la oportunidad entró a la casa.

Lo primero que le vino a la mente fue deshacerse de la castaña rica que vivía en casa, luego del niño bonito, así que se dirigió a buscar un objeto. Para su fortuna y desgracia de Yang Mi el hombre encontró la cocina, tomó un cuchillo y se dirigió hacia ella, pero cuando estuvo cerca se percató de que esta ya se encontraba despierta y se había sentado en el sofá, por lo tanto este avanzó más despacio hasta colocarse detrás de ella.

Cuando ella estaba decidida en volver a su habitación el criminal no lo pensó dos veces y le cubrió la boca poniendo el cuchillo en su cuello.

Yang Mi ya estaba muy asustada y había despertado por completo en cuestión de segundos, la joven comenzó a temblar y a sudar del miedo. Ella sentía como si la mismísima muerte estuviera detrás.

Sus labios temblaban y era incapaz de emitir algún sonido, estaba completamente paralizada.

–Levántate sin hacer ruido. –le indico el hombre con una voz penetrante que hacía temblar del miedo a Yang Mi.