¿Secuestrado?

Malas amistades

Al día siguiente, cerca de las dos de la tarde decidí salir a regar las plantas del patio trasero para distraerme un poco, Min Yoon Gi se quedó dormido en alguna parte de la casa.

Creo que hoy será una noche difícil, espero poder actuar bien por el bien de Min Yoon Gi, no quiero causar sospechas ni mucho menos.

Mi manager dijo que pasaría por mí a las siete de la noche.

–Yang Mi. –una voz femenina llamándome a mis espaldas me dio el susto de mi vida.

Al instante me giré para verla y me encuentro con una vieja amiga de Seúl. Alarmada miro hacia todos lados para ver si Min Yoon Gi no está cerca, y al parecer no.

Doy un suspiro y depósito la manguera en el suelo.

–Yoona, me asustaste. –digo un poco más calmada.

–Lo lamento, solo quise pasar a saludar. –dijo un poco nerviosa jugando con sus manos.

Esto no pinta nada bien.

¡Espera! ¿Cómo supo que yo estaba en Seúl?

–Es bueno verte. –dije algo pensativa.

–Sí, muy bueno de hecho. –expreso acercándose más a mí. –me entere que estas sola. –su tono de voz era cada vez más preocupante.

–Este... –retrocedí, pues al parecer ella no dejaba de avanzar hacia mí.

–Por fin sola. –su mirada es bastante aterradora.

No entiendo qué está pasando con ella, solía ser muy dulce y tierna conmigo, ¿Por qué se comporta así?

– ¿Pasa algo? –pregunte nerviosa.

– ¿Algo? –repitió pensativa y yo me detuve al ver que la piscina estaba demasiado cerca de mí.

–Yoona, me estas asustando ¿te pasó algo? –intentaba entender porque se comportaba así.

–Si. –asintió con una sonrisa ¿malvada?

¿Qué demonios?

–Pasa que... no me agradas Yang Mi. –dijo en seco.

Sus palabras me dejaron totalmente desconcertada.

– ¿Tienes idea de lo horrible que es tener tu compasión? –pregunto molesta. – ¿alguna vez has asistido al psicólogo? Supongo que no, ¿Cómo alguien tan brillante como tú haría eso?

–No entiendo de qué me hablas. –anuncie sorprendida.

– ¿Sabes en donde he estado todo este tiempo? ¿No verdad? Pues en el psiquiatra. –resalto. – ¿Porque? Por qué creen que estoy loca, loca por tu culpa. –la distancia entre nosotras era cada vez menor, pues ella sigue avanzando hacia mí.

–Basta, deja de jugar. –intente sonar con autoridad.

No entiendo, ¿Qué es todo esto?

Ella sonrió de nuevo y me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. Sin dar aviso ella alzó su mano cuando la distancia entre nosotras era corta y la azotó contra mi rostro.

Mi mejilla comenzó a arder y me quede sorprendida por su acto.

–No quiero tu compasión Kim Yang Mi. –expreso demasiado molesta. – ¿Por qué la de la vida perfecta eres tú? ¿Eh?

Mi labio comenzó a sangrar y arder. Dirijo mi vista a su mano y veo como su anillo tiene un pequeño adorno filoso.

¿Qué le ha pasado?

¡Min Yoon Gi!

Fue lo último que pude ver antes de ser empujada a la piscina y sentir como era empapada por el agua fría de esta.