Contacto

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A la hora de la comida Min Yoon Gi y yo no tuvimos mucha conversación porque él parecía estar en otra parte mientras comía.

Seguí con mis tareas y luego salí a tomar aire fresco, él se fue a su habitación.

Estar encerrada en cuatro paredes no es lo mío, aunque siempre lo esté en la agencia. No tengo permitido participar en los premios de Idols, tampoco tener días libres más que el de mi cumpleaños. Siempre acompaño a mi padre a sus conferencias y casi nunca tengo tiempo para mí. Eso por eso que me encanta estar al aire libre, nunca puedo y se siente bien.

Desde que tome las vacaciones con Sun me han estado pasando cosas demasiado alocadas que en mi estricta vida creí imposibles. Bueno, que se podía esperar si nunca salgo de casa.

No me di cuenta en qué momento Min Yoon Gi salió de casa, pero este ya se encontraba a mi lado quejándose del sol.

– ¿Podemos hablar adentro? –interrogó cubriéndose el sol de los ojos con la mano. Yo asentí y pasamos a la estancia.

– ¿De qué quieres hablar? –pregunte sentándome en el sillón, este imito mi acción.

–Quiero ponerme en contacto con alguien, pero necesito tu ayuda. –dijo mirándome fijamente a los ojos como si se tratara de alguien muy importante.

–Claro, dime quien y que es lo que debo de hacer y lo haré. –exprese entusiasmada, este sonrío de lado.

Min Yoon Gi me había salvado la vida y yo ya no podía negarle nada a este chico.

–Su nombre es Park Jimin y es uno de mis mejores amigos. Necesito contactarlo lo más pronto posible sin ser rastreado, ¿Crees que puedas ayudarme? –habló serio.

Ese nombre me suena, creo que es uno de sus compañeros de la banda.

Por su seriedad me doy cuenta de que no es algo que deba tomar a la ligera, así que moveré cielo, mar y tierra para cumplirle el favor a Min Yoon Gi.

–Ten por seguro que lo haré. –dije dispuesta, él volvió a sonreír de lado. – Solo tengo que hacer una llamada y está listo –dije sonriendo y comencé a buscar mi celular.

Busque en mis contactos y encontré a quien deseaba... Joo Ri Sil, mi compañera en la agencia. Ella era la encargada de mis coreografías hasta que se mudó a esta ciudad, pero sé que desde muy niña se dedica a ser hacker.

La llame y le dije que estaba en Seúl, ella no me dejo responder nada más porque colgó diciendo que se dirigía hacia acá.

–Listo. –anuncie con una sonrisa traviesa en mi rostro.

– ¿Listo? –pregunto.

–Mi contacto ya viene. –exprese moviendo el celular en la mano.

–Por lo tanto tengo que esconderme. –mencionó molesto.

–Oh, lo olvide. –exprese distraída. –Déjame tu celular para comunicarte con él desde ahí. –extendí mi mano hacia él, quien hizo un gesto de disgusto, pero obedeció.

– ¿En dónde me escondo? –interrogó con las manos en los bolsillos.

–No importa mucho, solo nos quedaremos en la estancia. –respondí encogiéndome de hombros. –confía en mí. –dije con una enorme sonrisa en el rostro.

Él asintió y subió arriba. Cuando Joo Ri Sil llegó ya no había rastro de Min Yoon Gi.

– ¡Cariño! –saludo Ri Sil amigablemente: Mi amiga de cabello negro peinado con una coleta alta, piel aperlada, ojos claros, maquillaje un poco oscuro, vestimenta gris con negro, lleva unos lentes de sol en la cabeza y una paleta en la boca.

–Te extrañe. –anuncie con nostalgia.

–Ha pasado un tiempo, y sigues igual o más bella. –me miró de arriba a abajo para luego darme un abrazo al que correspondí.

– ¿Quieres tomar algo? –pregunte separándome de ella.

–No, mi trabajo es muy profesional. –bromeo.

–Como digas. –dije sonriendo.

–Y dime pequeña, para que me necesitas. –cuestiono con una sonrisa malvada. –supongo que no es para unos pasos de baile, así que dime a quien debo hackear. –expreso con la misma sonrisa.

–Bueno, como decírtelo. –hice una pausa. –solo necesito que me comuniques con alguien. –dije apenada.

Y aquí comenzó mi papel de actriz. Si quería proteger a Min Yoon Gi, debía mentirle a Joo Ri Sil.

–Ah, solo eso, que bien, pensé que andabas en malos pasos. –suspiro. Y después sacó su portátil y otras cosas llenando así la mesita de noche.

– ¿Llevará mucho tiempo? Pregunte sentándome junto a ella en el sillón.

–No más de 10 minutos. –anunció. –solo necesito su nombre y en donde comunicarte con el de una manera más segura. –respondió tecleando su computador.

–Claro. –respondí. –su nombre es Park Jimin. –dije al depositar en celular de Min Yoon Gi en su mano, ella me miró por unos segundos y siguió con lo suyo.

–Él es un cantante al igual que tu ¿verdad? –interrogó.

–Sí, es solo que desde que llegué aquí no me pareció una mala idea una colaboración con este chico, su voz es como la de un ángel.

–Me lo supuse, sería un éxito tomando en cuenta el talento de ambos. –dijo sin dejar de teclear y haciendo otras cosas raras.

–Si, en eso mismo pensé. –sonreí.

– Y, ¿A qué se debe tu visita en Seúl? –preguntó.

– Pues, ya era hora de unas vacaciones. -dije encogiéndome de hombros.

Ella parecía sorprendida; sabe que el descanso no es uno de mis pasatiempos.

–Listo, ya puedes hablar con él. –me dio el teléfono y sonrió. -el teléfono está registrado en contactos privados, la llamada no puede ser rastreada, porque no quiero que los paparazis te arruinen tus vacaciones linda. –jugaba con su paleta.

Estoy cien por ciento segura de que no han pasado ni 7 minutos y ya termino. Sorprendente.

–Gracias, te debo bastante. –le dije sonriendo.

–Yo te debo mi vida, así que esto no es nada. –hablo mientras guardaba sus cosas.

Cuando era mi coreógrafa estuvo a punto de morir de pérdida de sangre debido a un asalto, pero como somos del mismo tipo de sangre no lo dude dos veces y done, así ella se salvó de aquella tragedia.

Joo Ri Sil recibió una llamada, contestó y dijo sí varias veces, luego colgó.

–Me tengo que ir. –dijo con tristeza. –pero uno de estos días contáctame y te llevaré de tour. –sugirió.

–Por supuesto, gracias por todo. –reverencie.

–De que. –suspiro. –no te cansas de agradecer. –sonrió y caminó hacia la puerta, yo la acompañe.

–Nos vemos. –se despidió al salir, yo le hice un ademán de adiós y cerré la puerta cuando ella partió.

Sonreí feliz, pues Min Yoon Gi ya podía contactarse con Jimin. Cuando me gire para ir con él, este ya estaba acercándose a mí.

–Listo. –anuncie mientras le deba el celular.

–Gracias. –Me sonrió.

Espera, ¡Min Yoon Gi sonrió!

Esto hizo que de alguna manera me sintiera feliz, ya que le había sacado una brillante sonrisa.

–Ve. –le indique apuntando a su habitación, este sonrió y se marchó.

En cuanto a mí me sentí bástate feliz que comencé a murmurar una canción, mientras planeaba la cena.

¿Secuestrado?Where stories live. Discover now