Él

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Despierto sola en mi cama un poco cansada. Parece que Sun Hee no llegó anoche, seguro se fue con alguna amiga.

En seguida me pongo de pie y me arreglo. Cuando termino bajo para preparar el desayuno y recuerdo algunas recetas que aprendí en una de mis tantas clases privadas; gastronomía. Estando en la cocina abro la nevera para buscar ingredientes y muevo cosas buscando lo que necesito.

Escucho ruidos de algo cayéndose en dirección al sótano y me parece peculiar.

Inmediatamente doy un brinco del susto, pero recuerdo que los gatos suelen entrar a casa de vez en cuando, así que me calmo.

Bajo con cuidado al sótano para ver de donde proviene el ruido y cuando estoy abajo me doy cuenta de que el ruido no es de un gato, sino de una persona.

Me tallo los ojos para poder enfocar bien mi visión, pero sigo viendo la silueta de una persona al final de la habitación, parece ser un hombre, así que casi al instante me sobresalto y mi pulso se acelera por el miedo.

Un recuerdo borroso de lo que paso anoche me invade al ver a aquel hombre.

Solo recuerdo que alguien entro a casa y no era Sun Hee.

¿Fue él? ¿Qué pasó después?

No puedo correr o gritar, estoy pasmada en mi lugar sin siquiera poder respira bien. Tengo demasiado miedo al no poder recordar lo que pasó y por lo tanto no se si corro peligro.

Intento darle un poco de coherencia a la situación pero es inútil, no puedo hacerlo, no sé si debo llamar a la policía o si él es peligroso.

Él camina unos pasos hacia enfrente y se tambalea apretando en su cabeza con ambas manos.

– Ah, ¿qué hago aquí? –se queja molesto. –No recuerdo nada. –maldice por lo bajo.

Con las manos en la boca alcanzó a retroceder dos pasos hacia atrás y él se percata de mi presencia.

Me quedo callada al ver que me observa con mucha dificultad y comienzo a sospechar que está borracho, o lo estaba.

– ¿Quién eres? –preguntó tartamudeando.

Él me mira de arriba abajo.

– ¿Quién eres tú? –pregunta molesto e irritado.

– ¿Cómo llegaste aquí? –interrogo con miedo en cada palabra que pronuncio. Él no me responde y cae el suelo. – ¿Estas bien? –intento acercarme a él, pero no lo hago por miedo.

Mi miedo se convierte en preocupación, él no parece malo, más bien perdido.

–Maldita sea, todo se mueve. –se queja y me mira de nuevo.

Él me dirige una mirada bastante fría y me doy cuenta de que su rostro me parece muy familiar, pero no recuerdo si lo conozco o solo lo he visto por ahí.

– ¿Estas bien? –vuelvo a preguntar, pero este parece ignorarme.

– ¿Qué es este lugar? –pregunta masajeando su sien con una mano.

–Estás en el sótano de mi casa. –respondo con un poco de confianza. – ¿Sabes cómo llegaste aquí? –interrogó preocupada por él ya que no se ve muy bien. Este niega levemente.

–No recuerdo nada. –confirma mi sospecha.

–Mi nombre es Kim Yang Mi, ¿Cuál es el tuyo? –pregunte algo dudosa.

–No deberías decirle tu nombre a extraños y menos si aparece de la nada en tu casa. –responde burlón.

–No pareces una mala persona. –le respondí más calmada.

Sentía como mis nervios se desvanecen con cada diálogo que intercambiamos. ¿ Pero porque se me hace muy familiar?

–Eso no cambia el hecho de que sea un extraño. –respondió mientras se ponía de pie con dificultad. Intente acercarme, pero él negó con la cabeza. –Tampoco es bueno ayudar a extraños.

–Sí, pero es peor despertar en un lugar que no conoces sin poder recordar nada e invadir en la morada de una mujer. –afirme.

No dijo nada. Y solo se sentó en el sillón marrón que está detrás de él recargando su cabeza en el respaldo.

Lo miré mejor y vi que su físico no está nada mal. Viste con un traje color vino muy formal y con su corbata aflojada. Su rostro es muy angelical, así que dudo que sea una persona normal, sus ojos son marrones, su piel extremadamente pálida, tiene el cabello rubio y unos labios carnosos muy tentadores, parece un modelo, así que creo que solo necesita descansar un poco.    

¿Secuestrado?Where stories live. Discover now