Capitulo 1

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Su imagen inundaba mi mente de una forma que no podía explicar. Era en lo único que pensaba, todo el tiempo…no podía dejar de fantasear con él. En cómo sería tocarlo, besarlo. En cómo sería sentir su aroma, sus brazos en mi cuerpo. Pero eso era imposible. Qué podía hacer una chica como yo al respecto? Nada, solo esperar que los planetas se alineasen, una estrella fugaz cumpliera mi deseo, y un milagro se materializase, y eso era improbable. Tenía que aceptar el hecho de que jamás podría mirar esos hermosos ojos azules y verme reflejada en ellos, tenía que aceptar que jamás sonreiría por mí…él ya tenía alguien a su lado, y definitivamente era mucho más espectacular que las chicas que yo conocía, era muchísimo más hermosa y perfecta de lo que yo era, y eso era otro hecho que no podía cambiar. Al menos que hubiese nacido en otra realidad donde él es una persona común y corriente y yo alguien lo suficientemente hermosa como para llamar su atención. 

Dejé de mirar el poster de Louis Tomlinson que se encontraba pegado en mi pared y sequé la lágrima que caía por mi rostro. Debía dejar de sentirme de esta forma. Debía dejar de estar tan obsesionada. Esa era la palabra: obsesión, ya que de otra forma no podía sentirme, no lo conocía, simplemente creía conocerlo y me gustaba creer que era así. Pero la cruda verdad era que no tenía idea, solo podía guiarme de lo que leía en internet-vaya fuente fiable-. Bufé, enojada conmigo misma por ser tan estúpida.

Mi madre, mi hermano…todos, en realidad, decían que debía salir más, conocer gente, conocer chicos y dejar de pensar en esa estúpida boyband las 24 hs del día los siete días de la semana. Pero no quería. Detestaba la gente, mi entorno…era un asco y One Direction era lo único que me hacía sentir bien, aunque a veces también era la razón por la cual me sentía triste. No era fácil convivir con esos sentimientos que nadie entiende, salvo las personas que lo padecen, pero que sin embargo todos juzgan y ven como algo estúpido. Dolía que te llamaran rara o fenómeno, pero eso dejaba de importar si me concentraba en ellos.  

Escuché la voz chillona de mi madre gritar mi nombre y corrí al baño. Lave mi cara, para que no supiera que había estado llorando y me dirigí al comedor, de ahí provenía su voz. Si notaba los rastros del llanto iba a hacer preguntas y esas preguntas no tenían respuesta…bueno en realidad sí, pero a su parecer no iban a ser respuestas normales o coherentes. Iban a ser mi ticket de entrada a una visita al psicólogo, algo con lo que me había estado amenazando durante semanas. ‘No eres normal’ ‘Deja de llorar por esos idiotas’ ‘Como si a ellos les importara’ eran frases comunes que escuchaba todos los días. Y de alguna forma esas frases y palabras calaban en mi interior y me hacían cuestionarme sobre si de verdad valía la pena sentir todo esto por esas personas que ni siquiera sabían de mi existencia. 

-¿Qué sucede?-pregunté de poca gana.

 -Nada…

-¿Para que me llamas entonces?

-Ya te dije que quiero que salgas más…hace bueno afuera.

-Mamá está helando afuera…¿quieres que me congele?

-Si vas al sol no hace frío…puedes abrigarte bien y…

-¿Y qué?

-Y tal vez hacer una vida más normal…soltar ese ordenador un segundo

Y ahí estaba otra vez el estúpido discurso de que mi vida mejoraría si me alejaba de lo que de verdad me hacía feliz, de lo que de verdad me hacía sentir que pertenecía a alguna parte, de lo que me hacía sentir protegida…Estaba intentando alejarme de lo que en realidad amaba que eran esos cinco chicos…LOUIS…sacudí mi cabeza-debía dejar de pensar en él de esa forma.-

-Que me congele afuera, disfrutando de la vida, de la luz del sol, te haría feliz?- no dijo nada, solo me observó con algo de desdén y evadió mi mirada fijando sus ojos en la pantalla del televisor. 

Obsesion (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora