*Continuación a "Miss You"*
— Vaya, son las 4:30 AM — aunque la voz de Near era tan monótona como siempre, en sus ojos se podía ver el fastidio — ¿Dónde estabas, Matt?
— Y-yo... — no sabía que inventar, así que fui sincero — Salí a beber... Un poco.
— ¿Cuánto es lo que bebiste?
— Yo que sé... Uno o dos... Vasos — todo me daba vueltas, no pude evitar tambalearme.
— Hasta acá puedo oler el alcohol y... ¿A cigarrillo? — empezó a jugar con un mechón de su cabello — ¿Acaso fumaste?
— N-no... — estaba nervioso, pero no sabía por qué — E-ella es... la que huele.
— ¿Qué hace ella aquí?
— N-ada... Se va a quedar... a dormir — asintió ligeramente, sin cambiar su expresión.
— Gevanni — alzó la voz ligeramente y el mencionado salió de una habitación — Escolta a la señorita fuera de aquí, por favor.
— ¡¿Q-qué?!, ¡No! — parecía que la embriaguez se me había pasado de un momento a otro por el enojo.
— Todos en esta habitación sabemos que no solo se quedará a dormir, Matt.
— ¡¿Y-y eso que más te da?!, ¡No puedes darme órdenes!
— De hecho, puedo hacerlo. Trabajas para mí, ¿recuerdas?
— ¡He hecho lo que me pides por todo un año!, ¡Casi no salgo ni del edificio!, ¡Merezco un puto descanso!
— ¿Un descanso es embriagarse, fumar y posiblemente tener sexo con una desconocida? — se oía tan apacible, como si no le molestara.
— R-repito... ¡¿Qué te importa?!... ¡Es mi puta vida! — estaba rojo de ira — ¡Si no te gusta, despideme y ya, me voy!
— Sabes que no puedo hacerlo — siguió armando su rompecabezas — Tu solo no sobrevivirías ni un día.
— ¡¿Tú qué sabes?!
— ¿A qué hora tomaste tus pastillas? — no respondí, porque no las había tomado en todo el día — ¿Realmente quieres que te despida?
— Y-yo... — no, claro que no quería; si me sentía solo con él y con Gevanni alrededor, creo que viviendo por mi cuenta, me volvería a cortar las muñecas.
— ¿Qué diría Mello sobre esto? — interrumpió. Sabía lo que diría Mello sobre esto: “¡¿Tienes mierda en la cabeza, Jeevas?!”, pero me reventó que me lo echara en cara, como si él lo supiera.
— No lo sé, Mello no está aquí — mantuve la compostura, por más que mantenía el llanto en la garganta.
— Mello hubiera sacado a esta chica de aquí, y lo sabes muy bien.
— ¿Sabes qué? — dije irritado, bajé el rostro — salgan de mi apartamento... Tengo cosas que hacer...
— ¿Y-yo también? — dijo la rubia, con expresión expectante en el rostro.
— No, tu no... Solo ellos dos... — hubo unos segundos de silencio.
— Muy bien. Nos retiramos — Near se levantó despacio y se llevó su rompecabezas con él, dirigiéndose a la puerta con Gevanni siguiéndole el paso — Pásala bien, Matt — cerró la puerta con cuidado.— Vamos a mi habitación. Hay que seguir con lo que acordamos — tomé su mano y la estiré un poco.
— ¿S-seguro?... No te ves bien...
— Seguro... Vamos... — y así nos fuimos al cuarto.Si, lo hicimos. Pero no pude evitar ver el rostro de Mello a cada momento... Era como si el que hubiera estado conmigo la noche anterior fuera él.
Lo extraño tanto.
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— ¿Si usaste protección? — estaba recostado en mi cama desnudo pero cubierto con la sábana hasta la cintura, la chica -de la cual, nunca supe su nombre- estaba abrochándose el último botón de su pantalón. Ya había amanecido y tenía un dolor de cabeza insoportable.
— Tranquilízate, chico, que soy estéril. ¿Por qué crees que estaba en el bar ayer? — sonrió sin tomarle importancia, abrió la puerta de la habitación para salir — Ah, y por cierto, antes de cogerte a una chica, pregúntale primero por su nombre en vez de llamarles "Mello", imbécil — dijo de manera despectiva y azotó la puerta... ¿A qué se refería?, Yo no recordaba nada.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Llegué al último piso dónde estaba Near, trabajando en otras investigaciones.
Mi cabeza explotaba de dolor y tenía unas terribles náuseas. No tenía ganas ni de levantarme de la cama, pero no tenía otra opción, tenía que trabajar o Near se molestaría más.
Abrí la puerta con mis propias llaves y ahí estaba él, concentrado en la computadora. No podía hablarle, estaba molesto y a la vez estaba avergonzado, así que me senté en un sofá que estaba frente a él y quedé en silencio. Él solo alzó la mirada.
— Gevanni, dale a Matt una pastilla de Keppra y otra de Prozac, por favor — volvió a ver la pantalla. Gevanni sacó los frascos de sus bolsillos, sacó las pastillas y me ofreció un vaso con agua. Tomé ambas cosas e ingerí el medicamento.
— ¿Estás molesto? — dije despreocupado.
— Si lo estuviera, ni me preocupaba por darte tu medicamento — tecleaba en demasía en su computadora.
— Pues... ¿Gracias? — rasqué mi cabeza ligeramente.
— No lo hago por ti — paró de teclear y alzó la cabeza — Lo hago por Mello. Necesito mantenerte vivo hasta que lo vuelvas a ver, porque estoy seguro de que te necesitará en algún momento.
— No lo creo... — bajé la mirada.
— Ah, ¿no? Podría apostar mi vida a que si lo hará. Tal vez no conviví mucho con él, pero lo conozco tan bien como tú.
— Pero... ¿por qué haces eso?, Si él te odia.
— Ya te lo he dicho, son como mis hermanos. Si tuviera que saltar de un edificio para salvarlos, lo haría; si me pidieran que les donara un órgano, lo haría sin protestar — quedé estático.
— No eres tan insensible como pensaba.
— Tengo sentimientos, ¿sabes? No soy una roca — sonrió de manera extraña — En fin, tenemos que trabajar. Toma una computadora y empieza.
— P-pero... Tengo resaca... No soporto el dolor de cabeza — traté de fingir más dolor del que ya sentía -y vaya que era bastante-.
— Genial, eso te mereces. Cada vez que te embriagues ese será mi castigo indirecto para ti. Vamos, continúa.
— Está bien — dije resignado — Pero que se sepa que... — pude sentir como algo me subía por la garganta — Oh, por dios, creo que voy a... — antes de terminar la oración, dejé cubierto el piso con vómito.Se creería que después de toda esta mala experiencia dejaría de hacer todo esto y que me reformaría. Pero como estaba dolido por la ausencia de mi rubio y como soy un imbécil, no lo hice... De hecho, solo fui para peor.
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F*ck Feelings (TOE segunda temporada)
FanfictionMello se ha ido y Matt ha quedado solo. Ambos tienen historias y contextos separados. Dejemos que, esta vez, ellos nos relaten todo lo que han vivido con el paso de los años.