un día sensacional

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Narra Namjoon

Hace ya varios días había tomado vacaciones para estar junto a Jin, y vaya que a sido la mejor idea que e tenido en milenios, pasar tiempo con el es lo mejor, es tan divertido, cariñoso y ademas cocina de maravilla, algo que yo no e podido aprender nunca, ni siquiera se como hago para alimentarme.

-¡Nam ¿sabes donde esta mi cepillo rosa para el cabello? -grito el castaño desde el cuarto de baño-

Voltee a ver a todas partes para buscar el dichoso cepillo y curiosamente lo encontré en la cama al lado mio, fui donde Jin estaba para entregarle su amado cepillo rosa, me pare en el umbral mientras sonreía al ver cual concentrado estaba mirándose en el espejo.

-aquí tienes princesa -extendí la mano en la que sostenía el cepillo para que el lo tomara-

-gracias Nam -me sonrió tiernamente para luego tomar el cepillo-

-¿por que te organizas tanto?

-dijiste que me llevarías al parque de diversiones, lo olvidaste ¿cierto? -dijo apartando su vista del espejo y volteandome a ver cruzándose de brazos-

-c-claro que no, lo recuerdo como si hubiera sido ayer -respondí rascando mi nuca un poco nervioso, pues se muy bien que a Jin le enoja mucho que le prometa algo y luego lo olvide-

-es que fue ayer que me lo dijiste

-pues lo prometido es deuda, iré a cambiarme y nos vamos -me acerque a el y deposite un beso en su mejilla para finalmente salir directo a cambiarme-

Como pude haberme olvidado de que lo llevaría al parque de diversiones, y lo mas increíble es que se lo dije ayer, mi memoria es pésima pero ya no importa. Me cambie rápidamente para no hacer esperar mucho a Jin, opte por algo sencillo, unos jeans azul claro, una camisa blanca y botas negras. Cuando termine de vestirme, baje hacia la planta baja (valga la redundancia) y me encontré a Jin sentado en el sofá mirándose en su pequeño espejo mientras se acomodaba uno que otro mechón de su cabello y susurraba para si mismo "soy perfecto" con una sonrisita.

-¿y yo acaso no soy perfecto? -pregunte fingiendo estar ofendido por sus palabras-

-¡claro que si Nam!, es decir, tu eres Dios, obviamente que eres perfecto -se excuso el mayor-

-pero olvida por un momento que soy Dios y solo soy Kim Namjoon ¿sigo siento perfecto según tu? 

- claro que aun lo eres y siempre lo seras -se levanto del sofá para dirigirse hacia mi y darme un corto pero tierno beso- ya vamonos, quiero subir a todos los juegos -dijo con un tono infantil mientras daba saltitos en su lugar-

Yo solo asentí con mi cabeza y salimos de la casa con nuestras manos entrelazadas, rumbo al parque de diversiones. 

Narradora omnisciente

Cuando Namjoon y Jin salieron de la mansión (de Namjoon por supuesto) comenzaron a hablar de temas irrelevantes y algo estúpidos para matar el tiempo que les quedaba para legar al parque de diversiones, y de seguro se preguntaran ¿por que hay un parque de diversiones en el cielo? ¿no? ¿no se lo preguntan? buenos les diré de todas maneras, hace un par de siglos atrás, Namjoon había tenido la grandiosa idea de construir un parque de diversiones (fabulosa idea a mi parecer) para que todos los ángeles pudieran darse el lujo de divertirse y pasarla bien, después de todo ¿a quien no le gusta un parque de diversiones?.

Después de un buen rato caminando, y riéndose por cualquier ridiculez que hacia el moreno, finalmente llegaron al parque de diversiones donde la diversión aguardaba por ellos. Jin veía hacia todos lados admirando los coloridos y llamativos juegos a los cuales podría subir.

El sabor del pecado // YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora