Es una historia que se abarca en la vida de una chica de 17 años, que tuvo que tomar una decisión la cual le dará un gran giro a su vida...
Ese giro que la llevará a meterse en un mundo oscuro con tan poca edad, en la cual no tendrá escapatoria, per...
No podía dejar de pensar en esa pequeña, me ha hecho sentir como un padre para ella, ahora más que nunca desearía no haberla metido en este mundo pero por lo que veo ella sabe manejar esto muy bien. Estos días hemos salido a caminar, a ella le va muy bien en sus clases de defensa personal e igualmente en protocolo, sí la tuve que meter en protocolo para que sea una mujer muy fina y fría, porque en este mundo los débiles siempre mueren.
Hoy mis viejos amigos mafiosos van a hacer una fiesta, por lo tanto tenía pensado llevar a Mariett, sé que está lo suficientemente entrenada para que decida conocer más gente involucrada en este mundo tan oscuro, por lo cual decido hablar con ella ahorita, bajo al comedor y la veo sentada, me acerco y le digo:
-Hola pequeña, ¿Cómo amaneces?
-Muy bien, ¿Y tú?
-Me alegro, yo bien, lo normal.-Hago una pequeña pausa-. Quiero informarte que unos viejos amigos harán una fiesta y me invitaron, por lo tanto tengo pensado llevarte para que conozcas a más gente involucrada en este mundo.
Veo que se queda pensando mucho, y espero que no diga que no, porque me molestaré mucho con ella.
-Está bien, pero no tengo una vestimenta adecuada para ir a esa fiesta.
-Tranquila, eso es lo de menos, después de que almuerces irás con Lía a que te arreglen en un salón de belleza muy famoso aquí en Sicilia.
-Ok, me agrada la idea.
Al rato veo que se van ambas y decido pedirle a unos de mis hombres que compren un vestido muy elegante, fino y seductor, ya que en este mundo las mujeres deben verse extraordinarias. Al rato recibo el paquete enorme en el cual imagino que está el vestido, subo a la habitación de Mariett y lo dejo sobre su cama, luego, recuerdo que le tengo un regalo e igualmente se lo dejo sobre la cama.
En ese momento escucho como un chillido y me asusto, porque se supone que estoy "solo", sin contar a mis hombres, y vuelve a sonar el chillido, veo que proviene del cuarto de Mariett y abro la puerta y... ¡Uff! Se me había olvidado la perrita, por lo tanto decido sacarla al patio y le doy comida. Al rato, decido irme a bañar y a vestirme, ya era la hora de la fiesta, tenía que estar a las 8:00 p.m.
Veo que Mariett llega y le hago una seña que suba a su habitación, de repente, unos minutos después escucho que alguien grita:
-¡Qué hermoso!-Y sí, era Mariett, me alegro que le gustara pero por lo menos podría haberse guardado ese grito-.
Luego de pasar varios minutos, veo a Mariett bajar de las escaleras con su hermoso vestido azul.
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