Capitulo 13
¿Por qué en ambulancia?
Eso es malo, ¿No?
Mientras subimos la colina y pasamos el instituto en exceso de velocidad, las luces de un coche de policía comienzan a parpadear detrás de nosotros.
-¡Mierda! No tenemos tiempo para esto.
-¿Qué quieres decir, Liam? ¿Cómo de grave es? ¿Liam?
Se detiene y baja la ventanilla. Luego se vuelve hacia mí. -Grave. Muy grave.
-¿Grave cómo unos huesos rotos? ¿Un poco destrozado? ¿Parálisis, coma? -Hago una pausa y pienso, oh Dios mío-. ¿O grave como morir?
-No lo sé.
El oficial se acerca a la ventanilla y me deslumbra con su linterna.
-¿_________? -pregunta el policía. Tengo mi mano frente a mis ojos entrecerrados, intentando ver la cara con la que viene la voz familiar.
Liam le dice al oficial. -¿Conoce a __________?
-Por supuesto. Fui al instituto con su padre. Aún jugamos al béisbol juntos.
Liam mira al techo de su coche y murmura: -Gracias.
Luego, en tono muy serio, le dice al oficial. -El señor y la señora Reynolds han tenido un grave accidente de coche y están siendo llevados en ambulancia al hospital. Me dijeron que tenía que intentar llevar a __________ allí. RÁPIDO.
-¿No es el accidente que ha cerrado la autopista?
-Um -Liam traga saliva-. Sí.
-Maldita sea. Deja aquí tu coche y ven conmigo -le dice el Oficial Myers a Liam-. Los llevaré allí.
-Vamos -dice Liam, sacándome de su coche y metiéndome en el coche patrulla de al lado.
-¿Hay algo que no me estés diciendo?
Él me dice que todo va a estar bien, pero su lenguaje corporal me está mandando un mensaje totalmente diferente.
Está tenso. Puedo decir que está apretando con fuerza sus dientes posteriores. Está haciendo que su mandíbula parezca muy rígida. No puedo decir si es debido a que el accidente es grave, o si es porque está tan enfadado que ahora me odia y no puede ni siquiera pararse a hablar conmigo.
-Vamos a llegar allí -dice, sin contestar a mi pregunta en realidad.
El Oficial Myers, a quién reconozco ahora que no me está cegando con su linterna,juega al béisbol con mi papá. Creo que su nombre empieza por la letra J, como John o James, pero todo el mundo le llama Cookie. No sé de dónde vienen esos apodos. Todos los que viven en una ciudad pequeña, los chicos que juegan al béisbol los domingos, en particular, parecen tenerlos. Creo que recuerdo oírles llamarle Cookie porque en quinto grado, robó a su vecina cajas de cookies de las Girl Scout y se las comió todas.
No sé por qué estoy pensando todo esto. Me siento extraña. Tengo toneladas de adrenalina recorriendo mi cuerpo. Una parte de mí se siente como si pudiese saltar el edificio más alto o correr más rápido al hospital, pero otra parte de mí se siente adormecida.
Como si no pudiese moverme. Como si estuviera paralizada.
El coche de policía va rápido, las luces parpadeando y la sirena retumbando.
Normalmente odio escuchar las sirenas. Siempre me han asustado un poco, pero por alguna razón, tal vez porque nunca se detiene, es casi reconfortante.
Rezo todo el camino.
Por favor, deja que estén bien. Whooh, whooh, whooh.
Por favor, deja que estén bien. Whooh, whooh, whooh.