Capitulo 25
¡Dios mío! ¿Qué es ese ruido? Creo que alguien está golpeando un martillo contra mi puerta.
¿Por qué hacen eso? Prácticamente me caigo de la cama y cuando lo hago, estoy realmente sorprendida de ver que todavía estoy usando mi vestido de anoche. Y está todo malditamente lleno de arena. ¿Qué demonios hice en la arena?
Uf. Me siento un poco mareada, pero debo hacer que ese ruido pare.
Miro a través de la mirilla de mi puerta y veo a Niall. Abro la puerta, lo dejo entrar y me arrastro de nuevo hacia la cama.
—Por Dios, _________, te ves como la mierda —dice en una voz muy alta.
Me duele la cabeza.
—¿Por qué sigues con ese vestido? Oh, wow, ¿Acabas de volver de la habitación de Liam?
—Niall, ¿Podrías por favor hablar un poco más bajo? —le ruego, y entierro la cabeza bajo la almohada llena de arena.
—De acuerdo —dice en voz más baja, apreciando de forma rápida la situación y tomando las riendas—. Ve a lavarte la cara y vístete. —Mira a mi vestido y dice—: Al igual que, no con el vestido que llevabas la noche anterior. Te voy a llevar a desayunar. Necesitas comer, tomarte un analgesico —Me mira con verdadera preocupación—. Y no me gusta decirlo, pero puede que incluso necesites una copa. Tenemos menos de una hora para ayudarte a prepararte para encontrarte con Lori.
Oh, Dios mío. Me siento muy mal, pero hago lo que me dice, arrastro el culo de la cama y voy al baño.
Me lavo la cara, me cepillo los dientes y tiro de mi pelo hacia atrás en una cola de caballo.
Tengo la sensación súbita de déjà vu. Es todo muy borroso, pero recuerdo vagamente estar aquí anoche con alguien. ¿Fue Liam?
¿Estaba alguien vomitando?
¿Era yo?
Creo que fui yo, y creo que Liam me ayudó a llegar aquí. ¿Por qué estoy usando mi vestido? ¿Por qué no está aquí conmigo en la cama?
Tengo la sensación de que las cosas no salieron exactamente como lo había planeado.
Pero espera, ¡Me acuerdo!
Creo que estaba enojado conmigo. Entonces recuerdo a los chicos no tan gay y la discusión con Liam.
Yo, llorando en la playa. Oh, no es bueno.
Lo único bueno que recuerdo, es que estoy bastante segura de que era yo quien vomitó anoche.
Eso significa que en realidad puedo sobrevivir a este día.
Abro la puerta del baño y me sorprendo Niall está de pie en la puerta con mi ropa de yoga en sus manos. Se me había olvidado que estaba aquí.
—Ponte esto —me manda.
Lo hago, y después de deslizar mis pies en un par de chancletas, nos dirigimos a desayunar.
Sólo mi suerte, cuando llegamos, Liam está ahí.
Se mete la comida restante en la boca y le dice a Niall: —Tengo que irme. Nos vemos en el campo de golf a las diez.
No dice una palabra para mí. Ni siquiera reconoce mi presencia.
Fruncí el ceño. Niall, que no puede dejar de notar el clima frío entre Liam y yo, me pregunta: —¿Qué pasa con ustedes dos?
—Nada —le digo, poniéndome mis gafas de sol. ¿Dónde está Manuel? Alguien realmente tiene que traerlo para que baje el sol aquí. Es demasiado brillante. Me está haciendo doler la cabeza.