Capitulo 19
Liam me está hablando en voz alta.
-¿Qué es lo que estas pensando y por qué estas tan distraída? Esto es algo importante. -Suspira hacia mí.
-Aprecio eso, Liam. -Todavía está sosteniendo mis hombros y está totalmente cerca de mi cara. Estoy tentada a darle un beso, sólo por agarrarlo con la guardia baja, pero lo más probable es que se enoje conmigo y no necesito eso en estos momentos por lo que no lo hago-. Pero tú sabes que no soy exactamente la mejor siguiendo reglas. ¿Por qué no sólo escoges la más importante y haré lo mejor que pueda? -digo, con un gesto de mi mano.
Se aleja de mí, me mira a los ojos y dice: -Bien. Tú te vas conmigo -Hace una pausa para un mejor efecto-. ¿Entendido?
Yo asiento con la cabeza.
-Repítelo -me exige.
Siendo la listilla que soy, levanto mi mano derecha, como si estuviera haciendo un juramento en un tribunal y digo. -Juro decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Voy a dejar la fiesta contigo.
-Continúa.
Suspiro. El chico me conoce muy bien. -Incluso si hay un chico lindo con el que preferiría salir.
Luego de pensar en una escapatoria posible, le digo: -Oye Leeyum ¿Qué pasa si no quiero salir de la casa de fraternidad? Dependiendo de cómo me va, quizás quiera quedarme. -Liam se está irritado conmigo, puedo decirlo. Me gusta verlo un poco irritado y afortunadamente, me parece que soy capaz de irritarlo con facilidad. Usualmente es muy reservado.
¡Dispara!
Acabo de darme cuenta que soy muy tonta, porque realmente debí haber mantenido esa laguna para mí misma. La podría haber necesitado mas tarde.
Ese es el problema con mi boca. A veces habla antes de que mi cerebro lo procese.
-Dios ¿tengo que conseguir un abogado sólo para acordar algo? Aquí está_______, TE VAS A IR CONMIGO CUANDO YO ESTE LISTO PARA SALIR. ¿Lo tienes?
-Sí, lo tengo.
Por Dios, es mi caballero de brillante armadura, así él lo quiera o no.
Liam y yo caminamos dentro de la casa de fraternidad y saludamos a dos chicos promesas. Ellos están sentados en una mesa frente a la puerta y las chicas que hacen juego con las entrevistas de su promesa. Uno de los chicos toma una foto Polaroid (¡Yo ni siquiera sabía que esas cámaras seguían existiendo!) de cada niña y escribe su nombre en ella con un marcador permanente. Lo tengo, puedo tomar mi foto, entrar a la fiesta, tomar una cerveza y permanecer en un rincón de la habitación, charlando y tomando de todo.
Capto a un hombre mirándome fijamente, desde el otro lado de la habitación. Por supuesto, siendo la terrible flirteadora que soy, olvido todas las reglas de Liam y pestañeo hacia el chico. Observo cómo otro chico entrega en sus manos uno de los marcadores permanentes. ¿Qué? ¿Él después firma autógrafos? Al otro lado, reconozco dos chicas de mi clase de historia. Un grupo de nosotras hemos estado entreteniéndonos en las lecturas aburridas escribiendo notas entre sí, acerca de qué clase de cosas desagradables nos gustaría hacer al caliente asistente graduado.
Debido a mi falta de experiencia en esta área, se puede decir que fácilmente estoy aprendiendo mucho más de lo que se esperaba en la clase de historia.
Le echo un vistazo al chico guapo de atrás. Quizá sea hora de que reciba un poco de esa experiencia.
-No mires ahora, Liam -le ordeno- pero ¿Quién es el chico de allí con la camisa de polo verde?