Y no puedo recordarlo todo, pero un consejo, evidentemente, sí quedó en mi mente.
Estaba sentada en el sofá en la casa de los Horan. Todos habíamos cenado allí y nos preparábamos para ir a la visita.
Niall envolvió su brazo alrededor de mí, besó la parte superior de mi cabeza, y me dijo que todo iba a estar bien. La señora Horan , quien perdió a su madre cuando sólo tenía veintidos años, sentada junto a nosotros me dio consejos, pero estaba teniendo dificultad para concentrarme, porque Niall se veía tan sexy que quería saltar justo encima de él y empezar a besarlo.
Lamentablemente, no he besado a Niall desde la noche de la fiesta. Como él iba y venía a Lincoln para las clases y entrenamientos de fútbol fuera de temporada y yo estaba constantemente rodeada de gente que estaba preocupada por mí, ni siquiera he tenido un segundo a solas con él.
Pero cuando volteo y veo dos mariposas que revolotean en torno a una tumba cercana,bueno, me acordé de lo que ella dijo. Me dijo que vea un poco de Dios todos los días. Y por alguna razón, ver las mariposas me ofreció más comodidad que cualquiera de las oraciones.
Pero luego, mientras estoy parada allí, consiguiendo valor, veo, con horror, cómo John y Sara se acercan a los ataúdes, hacen lo que deben hacer, y se alejan.
Oh. ¿¡HOLA!?
¡Esperen un minuto!
Se suponía que iban a esperarme.
¡Se suponía que debíamos hacerlo JUNTOS!
Y luego, ¡Bum!
Todo mi consuelo y valor se han ido.
En serio, siento que podría desmayarme o vomitar, o morir.
Estoy congelada en mi lugar, y me dan ganas de gritar muy fuerte.
¡NO PUEDO HACER ESTO!
¡NO PUEDO MANEJAR ESTO!
¡ÉSTA NO ES LA MANERA COMO MI VIDA DEBERÍA SER!
¡NO SE SUPONE QUE DEBA ESTAR ENTERRANDO A MIS PADRES!
El pastor se aclara la garganta para llamar mi atención. Él está esperando con impaciencia que vaya y haga lo que se supone que debo hacer.
Podría haberme gritado: ¡MUÉVASE SEÑORITA! Y se habría sentido igual.
Sé que, probablemente, no debo maldecir en una ceremonia religiosa, pero no puedo dejar de gritar en voz alta en mi cabeza, ¡¡¡MIERDA!!!
Mis manos comienzan a temblar, y creo que mi cabeza puede estallar.
También estoy pensando seriamente en saltar a la tierra yo misma, para que me puedan enterrar con ellos.
Siento una mano en mi espalda, giro mi cabeza, y está Liam
―No puedo hacer esto -susurro.
―Vamos a hacerlo juntos, ¿Está bien? ―Las mismas palabras que utilicé cuando su padre estaba en el hospital.
Liam sostiene mi mano y me guía hasta los ataúdes.
Bueno, tal vez, tira de mí hasta los ataúdes, es una descripción más precisa.
En serio estoy temblando.
Él me da un puñado de tierra, y juntos espolvoreamos un poco de suciedad en los ataúdes.
Y no sé de dónde viene, tal vez de las mariposas, pero decido cumplir mi impulso.
Escojo dos rosas, las pongo en mi nariz y respiro su olor maravilloso, pero no las tiro en la tierra.