Hope POV.
Flashback.
-¿Cómo mierdas se cortaba esta basura?-siseó Harry con el cuchillo en alto. Le lancé una mirada perturbada por encima del hombro.
-Es un pimiento- contesté sin alzar la vista de la sartén-. Por el amor de Dios, no importa cómo lo cortes. Todo va a terminar en un guiso y el guiso va a terminar en...
- Tu estómago- me interrumpió-. Lo sé. Eres tan predecible como una lechuga.-Alcé la vista y arqueé una ceja.
- ¿Una lechuga?
- Olvídalo- hizo un gesto con la mano y soltó el cuchillo-. Voy a poner música, esto es un coñazo.
Dicho aquello, me plantó un beso en la mejilla y salió al salón. Debió de haber conectado su iPhone al soporte de volumen, porque de inmediato el apartamento se vio inundado por la maravillosa voz de Ed Sheeran. Entró de nuevo en la cocina y ocupó su puesto con una sonrisa de oreja a oreja.
-iTunes será siempre uno de los mejores inventos del mundo- se limitó a decir y comenzó a cortar los pimientos en pedazos asquerosamente desiguales-.¿Falta mucho?-Miré mi reloj.
-Veinte minutos- informé y me llevé la mano al pelo en un acto reflejo. La ensalada de piña está bajo aquel trapo y esto está esperando a que un atractivo joven de ojos verdes termine de cortar el pimiento.
- Fabuloso- contestó con una sonrisa.
Harry y su amor por la música de su amigo, amor que yo también compartía. Sin apenas darme cuenta, mis pies comenzaron a bailotear al compás de la canción. Una canción que escondía un precioso mensaje de amor y un Harry que sonreía de medio lado, mirándome por el rabillo del ojo. Cogió todo el pimiento troceado y lo echó dentro de la sartén. Respiró sobre mi nuca desnuda y me besó el cuello.
- Me gusta mucho como tienes el pelo hoy- susurró-, ¿Te lo había dicho?
- Solo diez veces cada quince minutos- jadeé.
Me besó tras la oreja, la clavícula y la mandíbula. Se afianzó a mis caderas con fuerza y le envolví sus manos entre las mías. Giré la cabeza a un lado y saboreé su boca.
Sonó el timbre de la puerta.
- Mierda- gruñó por lo bajo-. Ya abro yo.
Salió de la cocina y yo me apresuré a terminar la cena. Aquella noche habíamos preparado una cena romántica o al menos eso creíamos nosotros, inocentes nosotros.
- ¡Hola!- gritó Louis cuando entró en la cocina y me dio un pequeño abrazo.
-¿Qué haces tú aquí?
- Qué bien huele- susurró Eleanor, inclinándose sobre la sartén-. Tienes que pasarme la receta de la ensalada. El otro día intenté hacerla y me quedó hecha una chapuza.
- Mentira- la defendió Louis con una sonrisa.
- Hope no sabe cocinar- intervino Harry, rodeándome con un brazo.Volvió a sonar el timbre.
Louis frunció el ceño y Harry arqueó una ceja, marchándose a abrirla.
-¿Se puede saber que está pasando? Porque todavía no sé que hacéis aquí.
- ¡Buenas noches a todos!- gritó un fuerte acento irlandés.
- ¿Qué haces tú aquí?- masculló Harry, persiguiendo al irlandés por el apartamento.
- Cenar- contestó Niall, encogiéndose de hombros. Se sentó en el sofá y puso los pies en alto-. He llegado hace un rato de Irlanda y me entero de que los habéis invitado a ellos- señaló a Louis y Eleanor con la cabeza- a cenar y a mí no. ¿Cómo te quedas?