Dulce Reencuentro

Cap. 7 -El "plan".

Pov's Elizabeth

Han pasados los días, los chicos han estado pendientes de mí, claro como no hacerlo, en estos momentos son una bomba de tiempo, han explotado dos almacenes míos, lo bueno es que nadie resulto herido, lo malo he perdido una gran cantidad de dinero, incluso algunos están dudando de que la capacidad de mi mafia, para colmo ya se quien fue, ese estúpido niño no hace nada para ocultar que él es el que realiza todo, he de admitir que tiene huevos, los cuales le voy a arrancar y hacer que se los trague, lo voy a torturar y me importa poco que sea un niño poco a poco me está declarando la guerra y está más que claro quien vencerá en ella.

-Angel -la voz de Zedd me saco de mis pensamientos-

-¿Qué ocurre? -su rostro estaba pálido y temblaba un poco-

-Son Antonio y Matt -me levante de golpe y tome dos armas, más le vale que este niño idiota no les haya hecho algo-

-Dime que ocurre con ellos -me coloque las armas en mi espalda y tome dos navajas y las coloque en mis botas-

-Al parecer tuvieron un atentado -rápidamente salimos de mi despacho -por suerte solo tuvieron unos rasgullos-

-¿Tengo que preguntar quién fue? -solo soltó un suspiro y fue más que suficiente para que la "mecha" se encendiera -quiero a los cinco primeros en menos de dos horas en la sala de juntas -el solo asintió-

-¿A dónde vas? -pregunto una vez que me vio tomar las llaves de mi todoterreno-

-Ocupo hablar con alguien -sin más salí de ahí-

(...)

Ya ha pasado una puñetera hora y aun no logro calmarme, pero simplemente no puedo explotar frente a él, hemos hablado, tomado un poco de café, me desahogue con él, mientras que él se mantuvo callado todo el tiempo escuchándome.

-Ya no sé qué hacer -susurro después de unos minutos en silencio-

-Tienes que idear un plan -lo mire a los ojos -toma esta pequeña ventaja que tienes, no sabe que sigues viva, junta a las dos mafias, ideen la forma de acabarlo sin que él se entere -no era mala idea -mientras tanto habla con los 5 primeros -yo asentí, eso ya lo había pensado-

-Te necesito en la junta -me miro con una pequeña sonrisa-

-Hace tiempo que yo me retire -lo mire con una ceja alzada -aquella vez solo fue una pequeña excepción, estabas en peligro -yo sonreí un poco-

-Hazlo por mí -me miro dudoso -por favor abuelo -sonrió para después negar-

-Está bien tu ganas -yo solo lo abrace -todo por ti mi pequeña-

-Gracias -susurre -vamos -el me miro confundido -tenemos una hora para llegar con los cinco -el solo rio-

-Vamos pequeña -tomo su abrigo y salimos rumbo a la mansión-

Lo mire de reojo mientras conducía, el saber que él es mi abuelo fue sorprendente, pero también me lleno de felicidad, el saber que tengo más familia, que ya no estoy sola, no hay fin de semana en la que no los visite, me dio grandes consejos, me acompaño y consoló junto con los chicos después de lo ocurrido con mi bebe. Llegamos, estacionados frente a la mansión estaban autos, me dio a entender que ya todos estaban aquí, entramos mi abuelo y yo, caminamos directamente hasta la sala de juntas, todos estaban en la sala charlando, mi vista se enfocó en La Carmona, estaban sentados en la otra punta, todos hablando con alguien, excepto el, su mirada estaba en la mesa, es como si estuviese en otro mundo, vi como todos guardaron silencio cuando me vieron entrar.

-Buenas tardes -todos me dieron un saludo con la cabeza -lo he citado aquí para hablar de aquel niño-

-King -hablo uno de aquellos hombres, lo mire sin entender -al parecer dio a conocer su nuevo "nombre" esta tarde-

-Es el "mafioso" más estúpido que he conocido -hablo otro -mira que hacer todo solo para llamar la atención-

-No es solo llamar la atención, también está el hecho de quiere llegar a ser la mafia número uno -hablo esta vez Roy-

-Tenemos que buscar la forma de acabar con esto de una vez por todas -hable fuerte, todo me miraron atentos -ya hirieron a uno de los míos y otro de La Carmona -por obvias razones Matt y Antonio no estaban aquí, los obligue a descasar -no pienso permitir que ese niño atente contra la vida de nadie más-

-Pero ¿Cómo lo haremos? -esa claro esta era una muy buena preguntas -cuenta con muchos aliados y también con muchos hombres-

-¿Cómo consiguió a tantos hombres en tampoco tiempo? -y con esa simple pregunta llegaron a mi mente muchos escenarios del cómo-

-Lo que menos importa es eso -todos me miraron -tenemos que idear un plan para acabar con todo esto de una maldita vez -dirigí mi vista hasta el, pero no me miraba, en si no miraba a nadie, tenía la vista puesta en una pared-

(...)

Han pasado mínimo unas tres horas desde que estamos haciendo el "plan", todos estuvieron de acuerdo de que yo me infiltrara y sacara información de todo.

-Y con esto todo queda terminado y dicho -todos me sonrieron -sin más que decir, solo queda esperar para empezar todo-

Poco a poco todos fueron saliendo, todos haciendo un asentimiento de despedida, cuando iba a girarme lo vi todavía sentado en aquella silla, su mirada estaba en la otra silla frente a él, la mía, me di cuenta de que estábamos solos, caminé hasta sentarme frente a él, aunque mínimo unas cinco sillas nos separaran, sentía como si no fuese ninguna.

-¿Ocurre algo? -llame su atención, lentamente dirigió su mirada hasta mí, sus ojos estaban oscuros, eso hizo que se me erizaran los vellos de mi nuca-

-¿Que ganas? -su pregunta me tomo de sorpresa-

-¿A qué te refieres? -esta vez me miro con sus ojos entrecerrados-

-¿Que ganas arriesgándote así? -alzo una ceja-

-¿Por qué lo dices? -la verdad no entendía bien a que se refería-

-¿Te has puesto a pensar cómo se pondrán los chicos si te vuelve a pasar algo? -yo solo me quede en mi lugar tensa, estaba claro que sabía cómo se pondrían, vi cómo se puso de pie -¿Pensaste como reaccionarían si te pasa algo? -camino con pasos lentos en mi dirección -¿Te has puesto a pensar en las locuras que posiblemente hagamos si te pasa algo? -me quede estática en mi lugar -piensa en aquellos que te queremos -son decir nada más salió de aquel salón-

(...)

Han pasado los minutos, después de lo que ocurrió con Ian salí lo más rápido que pude para poder alcanzarlo, pero ya no estaba, así que con la cabeza hecha un lio me dirigí hasta mi cuarto y de ahí mi ducha, una vez dentro de esta, dejé que mis ideas fluyeran, pero una superaba a las demás había dicho que me quería.

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