Ian
Después de ver como caía el techo y como más hombres entraban, grite haciendo que todos se fueran, son mi familia y "amigos", absolutamente nadie se mete con ellos. Sin importarme cuantos quedaban seguí disparando, los cuerpos caían, pero más hombres entraban, esto era algo de nunca terminar, pero ya estaba decidido, podría morir allí, pero ellos estarían a salvo, sin importarme nada más deje de disparar, estaba aceptando este final.
De la nada mas disparan detrás mío se escucharon, gire sorprendido, era ella, estaba sola, con ese vestido roto que no le llegaba más allá de la mitad de sus muslos, el cabello todo revuelto, caminaba lentamente con aquella ametralladora, todos los cuerpos caían antes las balas, tenemos que salir de aquí antes de que la artillería pesada se acabe, con pasos lentos me empecé a acercar a ella, ambos fuimos retrocediendo, una vez fuera me tomo del brazo y me hizo correr hasta un automóvil, era precioso, pero sabía que no era momento para ponerme a admirar el automóvil, me adentré en el asiento de piloto y ella en el de copiloto, haciendo rugir el motor salí derrapando de ahí.
(...)
Hacía ya rato que dejamos atrás el edificio y a los hombres, seguí instrucciones de las rutas, la verdad estaba realmente desubicado.
Todo se encontraba en silencio, ninguno de los dos hablaba y tampoco era el momento de hacerlo, pero todo el silencio se fue al diablo cuando el sonido de disparos no muy lejos de nosotros se escucharon. Escuche una maldición de su parte, miro por el retrovisor y yo junto con ella, varios carros se acercaban hasta nosotros, con solo presionar un botón un pequeño quemacocos se abrió y tomando su ametralladora y empezó a disparar, acelere, el sonido de los autos derrapando e incluso explotando era todo lo que se escuchaba por aquella solitaria carretera. Todo estaba saliendo bien, nadie se acercaba lo suficiente como para dañarnos. Al parecer hable demasiado pronto, una de las llantas traseras exploto, de un movimiento hice que se adentrara al auto y como pude empecé a hacer maniobras para estabilizarlo y que ninguno resulte herido, bueno al menos solo ella, pero todo fue en vano cuando en una curva hizo que derrapáramos y nos estrelláramos de costado contra uno de los árboles. Lo bueno, al parecer no fue grave el choque, lo mano fue del lado de ella y no sé si poder sacarnos de aquí.El sonido de los autos acercándose hizo que con delicadeza la tomare en brazos para sacarnos del auto, tome mi arma y caminando hacia el extenso bosque la recargue sobre un árbol, escondido detrás de uno dispare hacia el auto haciéndolo explotar, los hombres que habían empezado a rodearlo salieron expulsados lejos de aquel auto que estaba siendo consumidos por las llamas, con paso apresurado me dirigí hasta donde se encontraba ella, apoyándola sobre mi hombro.
-Dirígete todo derecho -la mire durante unos segundos para después solo asentir-
Todo el camino estuvo en silencio, solo me daba indicaciones de vez en cuando, cuando llegamos a lo que parecía un lago la mire sin entender por qué hizo que llegáramos a este lugar, me indico que en uno de los extremos se encontraba una cabaña, con paso lento y revisando los diferentes lados de aquel lugar encontramos, cuando menos me lo espere ya estábamos frente aquella cabaña, ella con un poco de esfuerzo, se separó de mí y camino hasta allá, abriendo la puerta, ni idea de donde saco la llave, se adentró y yo como perro que soy solamente la seguí, una vez adentro cerré aquella puerta. Cuando entre ella solo se encontraba de pie mirando todo el lugar, cuando iba a hablarle ella empezó a caminar, se movía con una elegancia y agilidad por aquel lugar, como si lo conociera de toda su vida y no dudo que así sea. La perdí de vista cuando entro a un cuarto, camine hasta recargarme en la pared, me quite el chaleco, mire mi arma, solamente quedo una bala, vaya mierda, el ruido de sus pisadas me hizo alzar la mirada y verla, esta tan rápido como pudo se acercó a mí.
-¿Estas herido? -la preocupación era notoria tanto en su voz como mirada, yo solo pude negar, soltó un suspiro y se dejó caer a mi lado-
Mirando una de las ventanas y como la luz de la luna se colaba por estas, me gire a ver y note como tenia raspones y una que otra pequeña herida por rozaduras de balas.
-¿Tienes un botiquín? -mi voz salió un como forzada y ronca, ella por su parte asintió-
Se puso de pie y volvió se perdió por otro cuarto, cuando volvió me hizo un movimiento de cabeza indicando que me parara, me señalo uno de los sillones y se dejó caer en este, me encamine hasta quedar frente a ella y me arrodille, me miro sorprendida, abrí el botiquín y tomando alcohol y algodón empecé a curar sus heridas, ella solo me miraba.
-¿Quién lo diría? -pregunte en un susurro-
-¿Que? -alce la mirada de su brazo justo donde estaba curándola, la mire a los ojos, esos hermosos ojos azules, solté un suspiro y seguí con mi tarea-
-Después de tanto tiempo te tengo frente a mí, a solas -solté un pequeño suspiro -por fin tengo la oportunidad de poder hablar contigo -la volví a mirar, sus ojos brillaban -pero ya no tiene sentido hacerlo -me gire guardando lo que utilice -no vale la pena hacerte sufrir más, tú me odias, te rompí el corazón -me puse de pie y la mire, tenía pequeñas lagrimas -aunque me duela, aunque me esté muriendo por dentro -solté un suspiro y mire por aquellas ventanas -me alejare de ti -tragándome ese nudo que se formó en mi estómago y reteniendo las lágrimas -es hora de que me aleje-
-No -ese susurro entrecortado hizo que mi corazón se detuviera y a los segundos empezara a bombear como loco-
-¿Que? -estaba asombrado por no decir que en shock-
Frente a mi estaba a la mujer que amo, mirándome con sus ojos brillosos, sé que estaba a punto de llorar, pero también tenía el ceño fruncido.
-No quiero que te alejes -esa puta oración era lo que estaba esperando desde hace años, en su corazón empezó a crecer una esperanza de poder estar juntos-
-Tú me odias -la miro detenidamente, se detuvo en su vientre, su bebe había muerto y todo por su culpa -tienes que odiarme por mi culpa murió, si no hubiese sido tan estúpido, sin tan solo...
Y fue interrumpido por unos labios siendo estampados con brusquedad, lo estaba besando, me estaba besando, mentiría si dijera que no lo extrañaba, lo hacía por un demonio. Abrazándola por la cintura hizo que estuviéramos más juntos, ella coloco sus manos en mis hombros, en menos de lo esperando dio un brinco y la tome por sus piernas que ya se encontraban enredadas en mi cintura, ya sea como terminara esto.
-¿Segura? -pregunte al separarnos un poco para respirar-
-Vuelve a hacerme tuya -susurro cerca de mi oído, puta madre que si eso no me puso duro-
Con rapidez volví a besar sus labios y poco a poco descendiendo por su cuello...
-♌
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Dulce Reencuentro
AksiHan pasado años desde aquella noche... Solo un recuerdo quedo en su memoria. Una ultima mirada aquella noche Dos corazones rotos Una esperanza de arreglar la cosas... Un reencuentro. ¿El amor sobrepasara todo ese dolor causado? Todos los derechos...