Cap. 10 -¿Castigo o Desahogo?

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Pov's Ian

Verla entrar cubierta de sangre, su hermoso rostro y cuerpo estaban con manchas de un color carmín, me asusté del sólo pensar que estaba herida, de que alguien la tocará y le hiciera daño, cuando dijo que esa sangre no era suya me relaje de sobremanera, pero cuando explicó el porqué de la sangre sentí mi sangre hervir de los celos, del sólo imaginar qué tipo de "diversión" tuvo antes de que llegáramos, el ver el cuerpo del chico colgando de unas cadenas y alrededor de él mucha sangre, entendí la "diversión" que tuvo, mi cuerpo entero tembló, también en la imagen pude mirar las navajas que le regale, todas y cada una cubierta de sangre, entonces la mire, era tan hermosa como peligrosa.

(...)

El plan ya estaba decidido y muy mi pesar, en mi mente se mostraban diferentes formas de que esto pueda salir mal, eran pocas, pero también eran de preocuparse, inconscientemente empecé a idear varios planes alternos de qué hacer si esto salía jodidamente mal, cuando me percaté de que sólo quedábamos los dos sólo me puse de pie para salir.

-Vuelve a tomar asiento -su fría voz me hizo temblar, aunque no sabía si de temor o placer-

-¿Ocurre algo? -pregunte una vez sentado frente a ella-

Lentamente se puso de pie, sus ojos no se despegaban de los míos, con pasos lentos y sensuales a mi parecer, camino hasta mí, se posicionó detrás mío, de golpe hizo girar mi silla.

-¿Está todo bien? -verla frente a mí, con una sonrisa maliciosa y cubierta de pies a cabeza de sangre, le daba un toque peligro y hacia que mi corazón latiera como si estuviera corriendo un maratón-

-Si -lentamente se colocó a horcadas de mi -sólo quería tratar un tema contigo -se acercó a mi rostro-

-¿Si? -solo asintió -dime entonces -susurre, sus labios estaban cerca de los míos-

-Solo quiero agradecerte por tu regalo -trague en seco, me tomo de sorpresa el sentir como delicadamente sus labios se pegaban a los mío-

El beso era lento, quería recordar la suavidad de estos, mis manos fueron a su cintura y no pensaba moverlas de ahí, cuando ella quiso intensificar el beso hice que nos separamos.

-Ángel -me miró a los ojos, estos brillaban de una manera única-

-Ian -susurro, sin más me volvió a besar, pero esta vez con más ferocidad-

-Hay que parar -susurre cuando nos separamos por aire-

-Bien -se bajó de mí, con un movimiento rápido la volví a colocar en su posición-

-Dije que había que para no que tenías que levantarte -me miro sorprendida pero después sonrió -¿Te gusto el regalo?-

-Me encanto -chillo emocionada -no tienes idea de lo mucho que gustaron-

-Ya vi que las estrenaste -dirigí mi vista a la pantalla donde aún se miraba el chico y en una esquina las navajas-

-Que mejor forma de hacerlo que con un poco de diversión -me miro divertida, tensé mi mandíbula cuando recordé las palabras de doble sentido que dijo cuando entro, ella al percatarse de mi mirada seria solo rió-

-¿Que te causa tanta gracia? -susurre cerca de sus labios-

-De la forma en que te molestan unas simples palabras -me mostró una sonrisa de lado-

-Para qué negarlo -la mire ahora yo con diversión -mi sangre ardió de celos al solo pensar que otro hombre te tocara -acaricie sus brazos -te hiciera suya -me detuve en su mejilla-

-Ian -susurro lentamente mi nombre y por un demonio que no fue lo más sensual que había visto-

-Angel -la llame, esta me miro -yo quería hablar contigo -me miro atentamente -sé que te lo he dicho antes, soy un completo idiota-

-La verdad es que si -la mire mal por interrumpirme-

-Lo sé -solté un suspiro -sé que me merezco la muerte, merezco tu odio, antes había prometido el olvidarte, el dejarte ser feliz -vi cómo se tensó -pero mi parte más egoísta no me lo permite, quiere que estés a mi lado -le acaricio la mejilla -por eso a partir de ahora te enamorare-

-Ian -susurro, sus ojos brillaban de tal manera que eran de un azul precioso-

-Pero antes de que eso ocurra -con cuidado la baje de mi regazo y me arrodille frente a ella -para poder empezar a enamorarte tengo que recibir antes mi castigo por todo lo que te he hecho sufrir -me miro asombrada para después empezar a negar frenéticamente-

-Ian no -trato de ponerme de pie-

-No -la mire a los ojos -por favor solo hazlo -susurre, vi como sus ojos se empañaban-

-Bien -soltó cortante-

Hizo que la siguiera hasta donde creo yo es el sótano, pude ver al chico colgado, vi como la sangre caía de su cuerpo, en un rápido movimiento fui tomado por el cuello, mis manos quedaron inmovilizadas por unas cadenas, la mire a los ojos y estos se encontraban oscuros, con pasos lentos se dirigió hasta una mesa, vi como tomada las navajas y salía por el mismo lugar por donde entramos, cuando me percate que el chico me miraba, pude ver el miedo en sus ojos, sentía cierta lastima por él.

-¿Estas bien? -el solo negó para después toser -¿No has hablado? -volvió a negar -será mejor que lo hagas -volvió a negar -¿Prefieres morir desangrado? -volvió a negar -coopera amigo-

Nos quedamos en silencio al verla entrar, había sujetado su cabello en un moño desordenado, vi como las navajas estaban limpias, las dejo en aquella mesa, tomo un pañuelo y lo coloco en mi boca.

-Quiero que sepas que dolerá -asentí -dime por favor que me detenga -simplemente negué -Ian -susurro, pero yo solo negué -te vas a arrepentir y yo posiblemente me odie por esto-

Se dio la vuelta y tomo unos pequeños cables, me iba a electrocutar, dirigí mis mirada a la suya, esta estaba opaca y oscura, dio unos pasos hasta estar frente a mí, puso el primer cable en mi brazo, mierda esto empezaba a escocer, después de eso empezó el dolor, me retorcí un poco, coloco el cable pero este en las cadenas, mierda arde, los quito de golpe, tomo una pequeña manguera y me mojo de pies a cabeza, tomo de nuevo los cables y esta vez puso los dos de golpe, joder, duele, arde, grite aun con el trapo en la boca, vi como una sonrisa un tanto siniestra se asomaba en su rostro, quito los cables y camino hasta la mesa.

-Ahora sentirá un poco del dolor que sentí yo -tomo una vara, mierda, vi como hizo un giro, se escuchó un click, varias púas se dejaron ver en la punta de esta-

Sin esperar nada se colocó detrás mío, soltó el primer golpe, gemí por el dolor, las púas atravesaron mi camiseta, oí como algo era rasgado, después sentí ardor en mi espalda, volví a gritar, sentía como la piel de mi espalda era levemente levantada, sentí mi ojos aguados pero no pensaba llorar, yo pedí esto, después de minutos siendo azotado, de sentir como mi piel era arrancada, como cuando agua o sudor pasaba cerca de alguna de las heridas estas ardían, la vi tomar una de las navajas, la mariposa, vi como jugaba con ella, como en su precioso rostro mostraba un sonrisa un tanto psicópata, camino hasta estar frente a mí, tomándome por sorpresa paso el filo de la navaja por mi garganta, cuando la quito trague en seco, me tomo de sorpresa cuando la encajo de un solo golpe en mi pierna, grite lo más que mi garganta me permitía, volvió por las demás, cada una de ellas fue incrustada en mi cuerpo, cuando menos me lo espere empezó a propinar golpes en mi abdomen, uno que otro a mi rostro, vi como lagrimas salían de sus preciosos ojos, dejaban un camino limpiando la sangre de sus mejillas, se detuvo de golpe, se dejó caer de rodillas, una a una fue sacando las navajas, pequeños sollozos salían de ella, quería abrazarla, me removí bruscamente tratando inútilmente de liberarme, verla tendida en el suelo me rompió el corazón, lentamente y temblando un poco quito el trapo de mi boca.

-Elizabeth -susurre con dolor, tanto por las heridas, pero más por verla en ese estado-

Cuando por fin me soltó, me importo un carajo mi estado físico solo me concentre en abrazarla, acaricie lentamente su cabello, le daba uno que otro beso, cuando menos lo espere mi cuerpo se sintió pesado, sentí como mi vista se empezó a desenfocar, un sonido agudo se hizo presente.

-Angel -susurre antes de ver todo negro-

Escuchaba sus gritos, pero se estaban volviendo lejanos, sentí mi cuerpo liviano, me sentí volar. ¿Que está pasando?

-♌

Dulce ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora