Cap. 8 -Un pequeño regalo.

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Pov's Ian

Después de salir como alma que lleva el diablo y acelerar hasta llegar a la casa, los chicos estaban confundidos por mi forma de actuar, pero admítanlo quien no lo estaría después de hacer lo que yo hice, claro que no les di explicaciones, simplemente me encerré en mi despacho. Ya van cuatro horas desde que estoy aquí, nadie ha entrado a interrumpirme, lo cual agradezco, pero, aunque nadie me hubiese distraído simplemente no me puedo concentrar en las hojas que ahora se encontraban en mi mano, mi mente estaba concentrado en lo que dije en la junta y en lo que hable con Roy.

Flashback

-Tu y yo tenemos una muy importante platica -camino hasta sentarse en unos de los taburetes de la pequeña isla de la cocina-

Esto me da a entender que tal vez este molesto por algo, pero en mi defensa yo no he hecho nada.

-¿Qué ocurre? -me senté frente a el-

-Mejor tu dime a mí -se cruzó de brazos -¿Que ocurre contigo? -lo mire con una ceja alzada -

-Conmigo nada -solté un suspiro -es solo que tanto Matt como Antonio pudieran estar en peligro -el por su parte me miro preocupado -hable con Angel sobre eso, pero solo nos queda hablar con ellos, aunque de todas formas me preocupa su seguridad-

El soltando un suspiro se quedó conmigo hasta que determinamos que lo mejor hasta ahorita es mejor hablarlo con Matt y advertirle del posible peligro en el que puede estar, pero en ningún momento hablamos sobre mi comportamiento con Elizabeth lo cual agradezco.

Fin del Flashback

"Acuérdate de tu promesa" volvió aquella frustrante voz

Claro que recordaba aquella promesa, pero por más que quisiera cumplirla no puedo, estoy enamorado, idiotizado por aquella pelinegra de ojos azules.

"Rubia, ojos verdes" recordó

Cierto, pero es lo que menos me importaba, por mi podía tener el cabello de todos los colores igual la seguiría amando, para que negarlo, la amo como nadie en el mundo, pero ella me odia, me aborrece y no hay nada para poder cambiar eso, llame a Roy, necesitaba consejos o un buen golpe.

(...)

Después de explicarle a Roy exactamente como me siento, lo que paso después del baile, el solo me miraba sin expresión alguna, se puso de pie y camino hasta estar frente a mí, solté un suspiro, me puse de pie y cerré los ojos esperando el golpe, lo que me sorprendió fue que me abrazo, le correspondí, estaba confundido, para ser sincero estaba esperando que me golpeara o me gritara para que la dejara tranquila, pero el que me abrazara de cierto modo me alegro.

-Hermano -se separó de mí y me sonrió -si sabes que es "arriesgado" el querer estar con ella de nuevo ¿Verdad? -yo solo asentí -bien -soltó un suspiro y se fue a sentar de nuevo -por lo que me contaste ella varias veces te dio "señales" de que quería estar contigo-

-Sí, pero también están con las que me manda a la mierda-solté un suspiro-

-Entonces solo hay algo que hacer -se puso de pie de golpe y yo lo imite -hay que comprarle flores, dulces o algo que le guste -y fue ahí donde se me ocurrió una grandiosa idea-

-Sígueme creo que ya tengo el regalo perfecto para ella -sin más salí casi corriendo hasta uno de los autos-

(...)

Listo, el regalo ya estaba comprado, envuelto y posiblemente ya salió rumbo a su casa, solo espero que le guste, fue difícil decidir entre tanta variedad, sobre todo que el encargado, que al parecer era nuevo, nos las vendiera, pero claro tuve que hablar con el gerente, que con algo de dinero acepto vendérnosla, terminando de escogerlas y agregando los detalles, estuvo después el otro problema poderlas mandar por paquetería, todos me miraban asombrados, tuve que enseñarles la hoja donde se me autorizaba portarlas, el punto es que fue un santo problema, pero con paciencia, que no tengo, pero Roy si, pudimos mandarlas, claro con una carta, solo espero que le gusten.

(...)

Pov's Elizabeth

Cuando salí de la ducha me dirigí hasta la cocina en busca de algo de comida, me sorprendió que los chicos no estén haciendo su desastre aquí, pero no me pienso quejar, al menos la casa está tranquila, el sonido del timbre hizo eco por la casa, soltando una maldición y claro tomando el arma más cercana camine en dirección de la puerta, por una pantalla mostraba lo que era un repartidor, traía un paquete mediano.

-¿Que se le ofrece? -pregunte por el comunicador-

-Tengo un paquete para Sharon Cumter -hablo por el comunicador-

-Voy -sin más salí para poder recibirlo-

Una vez frente a él tome el paquete, me dio una hoja para firmar, la cual obviamente era falsa, le agradecí y camine en dirección hasta la casa de nuevo, una vez dentro, puse el paquete en la mesa que se encuentra en el centro de la sala, aprovechando que tenía uñas postizas, las cuales odio como no tienen una idea, no quiero saber cómo terminaran mis pobres uñas después de que se caigan las postizas, pero volviendo al tema de la caja, la abrí con mis uñas, dentro de este estaba un hermoso estuche, tenía como incrustaciones con forma de rosas, apretando el botón se abrió y por Dios, solté un pequeño jadeo al ver lo que había dentro, simplemente hermosas, dentro había 6 navajas, una mariposa, una garra, una muelle y tres hermosas kunai, simplemente eran hermosas, sobre todo el color, negro mate, tome una y empecé a jugar con ella, fue cuando note una pequeña carta debajo de estas, dejando la navaja a un lado tome la carta, lentamente la abrí y saque la hoja que se encontraba dentro.

"Sé que no eres de rosas y menos de chocolates, por eso escogí especialmente ti, aunque he de admitir que me dio un gran dolor de cabeza, logre conseguirlas, si las revisas podrás encontrar un pequeño detalle en estas, espero que todo esto lograr, aunque sea una pequeña sonrisa en tu bello rostro, espero que te gusten.

P.D si es posible llévalas a donde vallas, solo para saber que una parte de mi va contigo.

ATTE: Fisherman."

Sin poder contenerme sonreí como una idiota, he de admitir que es un hermoso detalle, tome cada una de ellas y me fije en el mango de estas se encontraba tallado "D.A" pero también "E.H", simplemente hermosas por donde las viera, guardándolas y tomando el estuche donde venían me encamine hasta mi cuarto, en el escritorio que ahí se encontraba las coloque sobre este, aunque mi cerebro me diga que lo odie que lo mate por lo que me hizo, mi idiota corazón aun lo ama, soltando un suspiro me dirigí hasta el gimnasio, tenía que pensar y que mejor forma de hacerlo que haciendo ejercicio.

(...)

Ya llevo creo que unas tres horas encerrada entre estas cuatro paredes, pero aun no logro poner en orden mis ideas, no sabía qué hacer, por un lado, podía darle una oportunidad, pero quería hablar con él, no quiero que otra "prometida" se aparezca otra vez, pero también por otro lado quería mandarlo a la mierda.

-¿Que carajos hago ahora? -susurre recargando mi frente en el saco de boxeo-

-Tal vez hablar con un amigo y esperar que sean sabios sus concejos -solté un golpe a quien sea que se encontrara detrás mío, cuando gire vi a Zedd sobándose su mejilla -tienes suerte de que te amé y que seas como una hermana-

-En serio lo siento Zedd -le tendí la mano para que se pusiera de pie -no te sentí detrás mío y me tomaste por sorpresa-

-¿Porque cada vez que te veo me recibes con un golpe? -pregunto entre dientes-

-Porque eres a quien más quiero -lo abrace y el a mí-

-Sisisisi -me devolvió el abrazo -ahora dime que te tiene tan pensativa y violenta-

-Pues... -y fue así como empecé a relatarle todo lo ocurrido después del baile hasta el día de hoy, el solo me miraba atento, esta serio y no sabía si eso era bueno o malo-

-♌

Chicos abri una cuenta de Twitter, bueno ya la tenía pero decidí usarla para Wattpad, en mi perfil está el usuario por si desean seguirme o ver que tanta babosada publicó.

Dulce ReencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora