Lady Vulturi

65. Terapia

I'm breaking free from these memories
Got to let it go, just let it go
I've said goodbye, I set it all on fire
Got to let it go, just let it go... 🎶
(Avril Lavigne)

Me estoy liberando de estos recuerdos,
tengo que dejarlo ir, simplemente, dejarlo ir.
He dicho adiós, le he prendido fuego a todo,
tengo que dejarlo ir, simplemente, dejarlo ir.
*****

JANE POV

Suspire mientras contemplaba un cuadro de Monet, la unica cosa con la que uno podía distraerse mientras esperaba a los altos cargos del Consejo de Amor y Romance.

Alec y yo volvimos a discutir, para mi desgracia, los líderes aún estaban en Volterra y nos escucharon. Mi querido y traidor hermano no hizo nada para impedir que todos me sermonearan, drogaran y me trajeran a París, con el fin de que tuviera una reunión que debí tener hace un mes y medio con mi ex esposo. Cuando desperté, estaba acostada sobre una chaise-longue en una habitación donde solo había un sofá de tres cuerpos, unas lámparas de cristal y el cuadro de Monet. Grite como una loca hasta que me dolió la garganta. Cuando me resigne a que no valía la pena gritar, note que no tenía mi teléfono ni mi reloj. Gruñí y volví a gritar ya que me desesperaba estar encerrada sin ningún tipo de comunicación o distracción.

Me deje caer en la chaise-longue ya que era más cómoda y tenía pequeños cojines para abrazar o usar de almohada. No se cuanto tiempo paso, lo unico que sabía era que me encontraba en un estado de semi conciencia donde el tiempo era infinito. A veces estaba despierta y sin nada que hacer, dejando que mi mente comenzara a torturarme con todas las cosas que estuve reprimiendo, incluso a veces terminaba llorando hasta quedar dormida. No sabía si dormía por horas o minutos, solo sabía que dormía, despertaba y volvía a dormir.

En algún momento la puerta se abrió y vi con curiosidad y sorpresa como ingresaban en la habitación los fundadores del Consejo de Amor y Romance. Eran tres y los conocía perfectamente, ya que había participado en el baile que se celebró por la creación del consejo. El primero en entrar era Blaus Lovelace, un hombre mayor, serio, racional, conocido por ser un crítico severo y defensor de las tradiciones. Margaret Elphinstone era la única mujer del trío. Ella era conocida por ser la más emocional de los tres miembros fundadores del Consejo, además de que había estudiado psicología y escrito infinidad de libros sobre parejas. Por último estaba Henry Middlemore, terapeuta famoso por resolver los conflictos emocionales de los líderes. Los observe aburridamente mientras tomaban asiento en el sofá frente a mi. Para mi sorpresa, traían una bandeja con comida y una botella con sangre. Vagamente fui consciente de que la última vez que probé bocado fue a la hora del almuerzo del día anterior a la reunión con los presidentes, sin embargo, no tenía hambre.

-Maestra Jane -la grave voz de Blaus me hizo apartar la mirada de la botella de sangre y mirarlo apáticamente-, es un honor contar con vuestra presencia.

-Desearía decir lo mismo pero no es así -lentamente me senté y abrace mis piernas sin molestarme en arreglar mi cabello o mi ropa.

-Maestra Jane, se que quiza esta confundida, pero mantenerla encerrada durante dos días fue la mejor medida para calmarla y asegurarnos de que no nos atacaría -dijo Henry y sonreí.

-Se equivoca monsieur Middlemore, en este momento podría atacarlos con mi don. Estar "calmada" no influye en mi capacidad de usar mi don.

-Querida -Margaret sonrió y la mire- lo que Henry quiso decir es que confiamos en que este período de aislamiento haya sido útil para que reflexiones y...

-¡No estoy loca! -grite y me puse de pie- No necesito ninguna terapia. Lo que necesito es irme a mi palacio.

-¿Iras a tu palacio o a follar como una puta en tu discoteca parisina? -abrí los ojos y mire sorprendida a Blaus- Porque según tu hermano eso es lo que hiciste antes de asistir a la reunión más importante de la historia vampírica. ¿Realmente quieres seguir por ese camino? Eres más importante que eso Jane.