Lady Vulturi

46. Cambios en la Guardia Vulturi

JANE POV

-Esto no se puede comer -escupi la galleta y me limpie con una servilleta- ¿cómo pudo quedarme tan mal?

-Tranquila cariño, en la vida todo es cuestión práctica, como tu don, seguramente no eras tan buena al principio.

-Cuando aprenda a cocinar mis hijas ya van a estar en la universidad y yo seré una vampiresa de vuelta.

-No te rindas tan rápido querida.

-Suerte que también cocinaste -dije mientras acomodaba las galletas de Esme en una bandeja para llevarselas a las niñas.

Anoche había llegado al amanecer ya que Peter se tomo enserio lo de pasar toda una noche conmigo. Muy a mi pesar, debía admitir que me encanto y quería repetir la experiencia, de hecho tenía la fantasía de hacerlo en mi cama mientras Benjamín nos observa. Quiza le diga a Peter que sea mi amante. Dos horas de sueño no fueron suficientes y esperaba que el café me hiciera sobrevivir despierta hasta la noche. Luego de bañarme, me dedique a jugar con las niñas y en realizar mis propias observaciones.

Como si fueran un reloj, a las 12 del mediodía escuche golpes en la puerta del palacio, cuando fui a abrir, Peter y sus guardias estaban fuera. Todos estaban vestidos de negro, como si ese fuese su uniforme. Detrás de ellos, puede ver 5 camionetas 4x4, 6 camionetas blindadas, un par de Mercedes con vidrios polarizados y 3 autos deportivos.

-Me encanta la puntualidad.

-Me convenciste de que unirnos a tu guardia, es una buena opción para nosotros.

-Pasen y sean bienvenidos.

Lentamente, todos los guardias comenzaron a entrar, cada uno cargando su maleta. No los conté uno por uno pero estaba casi segura de que había más de 50 hombres con un físico imponente y acero en la mirada. Cuando todos entraron, cerré la puerta y los mire.

-En el primer y segundo piso hay habitaciones para todos. Los que posean las habilidades más importantes, deben ir al quinto piso ya que formaran parte de la Guardia Alta. En cada habitación hay uniformes, capas y collares Vulturis que pertenecieron a los antiguos miembros de la guardia. Con el correr de los días se les dará trajes y ropa nueva junto con collares con vuestros nombres. En media hora quiero verlos a todos en el subsuelo, donde se ubica la sala de entrenamiento, para poder explicarles como funcionan las cosas aquí. Un último detalle, si ven a algún guardia en sus habitaciones, diganles que vayan de inmediato a la sala de entrenamiento, si no quieren hacerlo entonces pueden matarlos -sonreí.

-Muy bien chicos, ya escucharon a su Jefa, ustedes -empezo a nombrar a algunos guardias- irán al quinto piso conmigo, el resto se queda en los primeros pisos.

-Si Jefe -rápidamente desaparecieron y fui hasta la sala de entrenamiento. Por suerte, Stella, Benjamín y el club de los inútiles estaban juntos.

-Stella -sonreí falsamente mientras ella y Benjamín se separaban- que alegría verte.

-Jane... ¿En qué puedo ayudarte?

-Puedes ir recogiendo todas tus cosas porque te quiero a ti y a tu "ejercito" fuera de mi palacio en menos de quince minutos.

-¿Qué? ¿Estas loca? No nos iremos.

-Si lo haran, es una orden. Se lo que hiciste con Aro -la mire con odio y sonreí angelicalmente- y debo agradecerte ya que ahora soy dueña y señora de todo. Tu y tus hombres no me sirven, ustedes no cumplen con los requerimientos mínimos que debe tener un vampiro para poder ser parte de la Guardia Vulturi. Ustedes no me dan seguridad ya que recientemente descubrí que me robaron y según las cámaras de seguridad, nadie hizo nada para evitarlo. Necesito hombres capacitados, no a esos vagos que instalaste aquí sin mi permiso.