19. Alice

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JANE POV

Había pasado una semana desde que Benjamín me había propuesto matrimonio. Alec y yo estabamos en una especie de paz fría, él no hablaba y yo tampoco. Me sentía dividida entre mi lealtad y cariño por mi hermano y el amor que sentía por mi futuro esposo.

Esposo. Aún no me acostumbraba a eso.

Había hablando con Esme sobre esto y me dijo que debía darle tiempo a Alec. Si yo que soy la novia aún estoy medio en shock al ver lo rápido que cambio mi vida entonces para el también debe ser díficil.

A veces creía que iba a volverme loca pero, no se si llamarlo suerte o coincidencia, Esme siempre estaba ahí para apoyarme y escucharme.

Siempre tuve que ser fuerte, incluso cuando era humana. El unico amor que conocí fue de hermanos, con el correr de los siglos tal vez recibí un poco de cariño paternal de parte de Aro, pero ahora me daba cuenta de que me falto uno muy importante que era el amor de madre y que Esme me lo estaba dando.

A veces debía controlarme antes de llamarla madre. A pesar de que su compañía me gustaba, no podía encariñarme mucho con ella. Era una Cullen y dentro de unos meses se iría al igual que Renesmee.

-¿Jane? ¿Me estas escuchando? -preguntó una irritada Alice frente a mi.

Alice, la tía de Renesmee, había llegado ayer en la tarde. Luego de estar con su sobrina y madre había decido torturarme preguntándome cada detalle insignificante de la boda.

Definitivamente organizar una batalla era más fácil. También era más fácil ser hombre.

Suspire. En este momento deseaba que Benjamín estuviera a mi lado, también era su boda, ¿por qué la novia debe hacer todo el trabajo?

-¡Jane!

-Aquí estoy -rode los ojos- ¿no se supone que la dama de honor debe hacer esto? Renesmee debería estar aquí y no se para que necesitas mi ayuda si tu eres la experta en bodas.

-Eres la novia, debe hacerse a tu gusto.

-Benjamín es el novio y no esta aquí, ¿no deberíamos opinar los 2?

-Los hombres no se ocupan de esto. Hay que ser detallista y ellos no lo son. Muestrales una servilleta blanco hueso y blanco crudo y te diran que ambos son iguales cuando obviamente no lo son.

-Confio en tu criterio Alice.

-Jane... Es tu boda, el momento más importante de tu vida, debes prestar atención y decidir.

-Para eso estas tú, para organizar todo y que sea perfecto.

-¿Y si no te gusta?

-Me encantara. Me hare cargo del vestido. ¿Qué mas quieres de mi?

-Al menos opina un poco.

-Alice... -la mire casi rogando. Era curioso, siempre tuve que mirar hacía arriba y ahora con Alice no tenía que hacerlo ya que eramos casi de la misma altura- soy una guardia, se planear batallas, se sobre guerras. No se nada sobre bodas, ni siquiera sobre moda.

-Eso es cierto, tu estilo es pésimo y debo controlarme para no llevarte a un centro comercial y comprarte ropa.

-A mi me gusta.

-Haremos un trato.

-Dime.

-Te librare de tus obligaciones de novia con 3 condiciones.

-Dime -la mire con cautela pensando en lo que podría pedir.

-Primero, te acompañare a elegir tu vestido como consejera pero la desición sera tuya. Segundo, me dejaras comprarte ropa y renovar tu closet. Tercero, elegiras 3 cosas de la boda que deben estar sí o sí -dijo muy decidida.

Lady VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora