universe; kookgi•

• ESPECIAL ONE •

Ya he avisado que esto trae lenguaje vulgar, si no les gusta, no lo lean.

JungKook y JiMin ya no eran nada.

Especial 1. Único.

Y ahí estaba Jeongguk de nuevo, acostado perezosamente en la gran cama que estaba situada en la habitación de ambos chicos, escuchando las palabrerías que JiMin decía, mientras cada vez lo único que JiMin lograba en él, era castrarlo aún más.

¿Es que no podía estar callado en algún bendito momento?

JiMin dándole su sermón del día era lo peor de todo, ¿dónde había quedado todo el amor mutuo que se tenían ambos antes? Todo se había ido al carajo desde que JiMin empezó a ser más celoso, estresante, ignorante, complicado, gritón, a veces mamón; y JungKook, simplemente soportaba TODO, con 7 años de noviazgo, todo empeoró.

Es más, ni estaba prestando atención a todo lo que salía de los labios del rubio, más bien estaba concentrado viendo el único chicle pegado en el techo del departamento, JungKook recuerda haber pegado esos chicles en el techo junto a NamJoon y Hobi mientras carcajeaban y se divertían, porque no había sido sólo un simple chicle, habían sido demasiados; luego de eso, llegó el aguafiestas de JiMin a pedir que quitaran todas esas mamadas de ahi, JungKook fue quien quitó todos los chicles pegados en el techo dado a que JiMin había correteado a Nam y a HoSeok de su departamento antes de que protestaran, y claro, no sin antes, JungKook dejó un chicle pegado en el techo de recuerdo sin que JiMin se diera cuenta. Y Nam y Hobi, quienes salieron molestos de ese departamento a causa del histérico de JiMin.

El recuerdo se le acabó a JungKook cuando un zapato le cayó en la cabeza. — ¡Ah! —se quejó. ¿cómo se atrevía JiMin a lanzarle algo así en la cien? Era una botamataperro, esa clase de botas con suela gruesa, y le dolió la cabeza como la verga. Talló su cabeza y se levantó de golpe de la cama quedando sentado—. ¿Qué rayos te pasa?—frunció su entrecejo y le maldijo internamente a JiMin.

JiMin traía un gesto enojado; el entrecejo fruncido, su rostro rojo, la vena le resaltaba cerca de la cien y su mandíbula tensa, era algo tan peculiar en JiMin cuando las peleas entre ambos empeoraron.

Y... ¿que si era la primera pelea? Já. JungKook reiría por eso y desearía que fuese la única pelea, a ese cabrón todo madres le molestaba, si fuera por el bóxer sucio de JungKook tirado en medio de la habitación, le emputaba.

¡Ni el sexo lograba que JiMin tuviera un buen humor por lo menos un día!

Y muy a pesar de todo, JiMin le seguía sermoneando; en esos momentos, JungKook tenía unas inmensas ganas de mandarlo a chingar toda su madre, claro, con respeto a la señora Park, pero su hijo se había convertido en una... No, más bien, JiMin es la gran mierda en vida, carne y hueso. JungKook era tolerante, sí, pero con éste cabrón todo se jodía, oh sí, y otro botazo le llegó a la cabeza, a causa de que él mismo seguía distraído en su mundo.

JungKook se levantó furioso de la cama quedando parado casi frente a JiMin, enfrentándolo, se agachó y tomó una de las botas que JiMin le había lanzado, para después aventársela a JiMin con algo de su fuerza, la bota llegó al abdomen de JiMin haciendo que salga un poco de su aire ahí acumulado.

— ¡Ya, hijo de la verga! ¿qué madres te sucede? —terminó de lanzarle la bota y le gritó molesto mientras se acercaba aún más a JiMin y trataba de tomar el tema con calma, socializar más que nada, no quería golpear a ese enano, menos, que terminase con su poca paciencia y tolerancia.

— ¡Ah!~ —chilló JiMin molesto, tomó los propios cabellos de su cabeza jalando de ellos, frustrado.

Todas las groserías y palabras que había dicho hacia JungKook no habían servido de nada, JungKook había estado distraído todo ese tiempo, y en esos momentos, las ganas de JiMin por querer meterle su verga a JungKook por el culo y que gritase, eran inmensas, haber si así dejaba de ser tan pendejo y distraído –según JiMin–, pero no, JiMin aquí era el pasivo, él saldría jodido. Y de todas maneras, JungKook no entendería, es distraído y necio.