—¿Crees que me veo gorda? —Pregunta Katarina dando una vuelta frente al espejo y yo niego con la cabeza. —¿Estás seguro? Me siento como una ballena. —Se queja y me levanto de mi silla para acercarme y besar su mejilla, ella no se aparta y eso me hace feliz.
—Eres preciosa. —Le digo colocándome tras ella y le rodeó la cintura con los brazos, ha crecido varios centímetros, pero la siento hermosa. —Y estás embarazada, es normal.
—Eres mi novio, debes decirme esas cosas. —Su sonrisa se borra al notar la mía en el espejo. Lo dijo. —Sigo molesta...
—Creo que ya me perdonaste. —Estoy seguro de ello, lo sé. Ella rueda sus ojos, pero asiente.
—Me siento tonta por eso, actuaste peor que un niño. —Me regaña, colocando sus manos sobre las mías. Me gusta esta imagen que tenemos en el reflejo del espejo, merece ser pintada con lujo de detalles. Tal vez menos ropa sería perfecta. —Así que debería de estar molesta más tiempo.
—Yo también me siento mal... —Recuesto mi cabeza sobre su hombro y ella suspira, pero está feliz. —Pero lo quiero, a ti te adoro.
—¿Me quieres conquistar, Sugar daddy? —Ruedo los ojos ante esa pregunta, más exactamente el apodo que me dio.
—Dejaré de hacerlo si me sigues llamando así. —Bromeo y ella ríe, recostando su cabeza contra la mía. —¿Cuándo llegaran tus hermanos?
—Al ratito. —Contesta sujetando mis muñecas con más fuerza. —Al rato bajamos al baile, solo quiero estar aquí un poco más, amor.
—Tus deseos son órdenes, mi reina. —Le beso la mejilla y hago lo que me pide, solo quedarme quieto y abrazarla mientras nos vemos en el espejo.
La música resuena desde el primer piso, pero yo solo me centro en tres cosas: nuestro reflejo en el espejo, el corazón de Katie y el corazón de mi segundo hijo, que late fuerte.
Será un niño fuerte.
Hope está abajo con su novio y Elijah los cuida... Espero que los cuide bien, yo tardaré un poco en bajar porque, aunque suene extraño, debo hablar con los hermanos de mi novia sobre su embarazo.
Todos se ríen cuando lo menciono, pero no dejaré que Katie lo anuncie sola, no con sus antiguas experiencias. No lo dice, pero sé que lo agradece.
Su teléfono suena y ella se queja, debo soltar sus manos para que saque el aparato de su bolsillo. Ella contesta mientras yo la sigo viendo en el reflejo del espejo.
No escuchó lo que dice, solo la veo que ya se le nota el embarazo, pero el vestido color negro le queda hermoso, resalta todo, su figura y su vientre levemente hinchado. Me encanta verla y no puedo creer que estuve a punto de perderla solo porque me asusté por un bebé.
Un bebé...
Tendré un bebé con Katie.
Es mi hijo, pero ella es su madre, nada puede salir mal con eso. Nada debería salir mal.
Tengo miedo de que algo salga mal.
—Les dije que subieran. —Es la primera vez que me habla y asiento. —¿Estás listo?
—No puede salir mal contigo. —En serio, nada puede salir mal. —¿Qué pueden hacer? ¿Golpearme? —Bromeo y Katie sonríe mordiendo su labio inferior para no reírse, me encantan sus labios y más ahora que están pintados con ese color cereza. Ella es hermosa.
—Tonto... —Ladea la cabeza para besar mi mejilla y yo suspiro. —Te amo, Lobito. —Suspiro y beso su hombro... Esas palabras me hacen sentir vivo.
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Amor De Pantalla {Klaus Mikaelson}
FanfictionRECEIVED MESSAGE: Libro 2 La soledad siempre ha sido el mayor temor de Klaus Mikaelson. Tiene a sus hermanos, a su hija, pero vive con el temor de perderlos, de ser arrastrado a la soledad. Por esa razón no se arriesga a buscar el amor, no desde Cam...