Al otro lado de los barrotes

Carpe Diem

/////Vale, vale, antes de empezar el capítulo deciros simplemente que la foto ha sido esta por el simple hecho de que cuando la ví empecé a gritar interna y externamente y quería compartirla con vosotros para que gritaráis conmigo (porque sí, sigo gritando. Si por algún casual sois mis vecinos, no, no  me están matando, no llaméis a la policía, gracias). 

Si no sabéis inglés y no entendéis lo que pone, usad el traductor, malditos incultos. Es un crimen traducirlo. Aprended inglés!!! ¿NO SABÉIS ACASO QUE EXISTEN COMO MÍNIMO EL DOBLE DE FANFICS EN INGLÉS QUE EN ESPAÑOL?? (en serio, de absolutamente cualquier cosa) Os estáis perdiendo todo un mundo de locura casera y shizaya!   :3 

Lo segundo, lo siento por el retraso, debería haber escrito antes lo seeeeeeee lo sientoooooo. Pero ya sabes lo que dicen, más vale tarde que nunca! Así que adelanteee ////

POV: Shizuo 

No sabía que estaba haciendo pero corría. La pulga en mis brazos, todavía inconsciente. Me pregunté si volvería a despertar. La voz llevaba tiempo callada y yo no podía arriesgarme a atravesar otra pared por lo que pudiera pasar si la amenaza seguía en pie. Controlaban a Izaya. Yo ya no sabía que más hacer aparte de correr. Por suerte, no tuve que saberlo, porque Izaya se despertó. 

-Hhn.-fue el indicio de que había recuperado la consciencia.

-¡Izaya! ¡Maldito, todo esto es tu culpa!- no se porqué dije eso cuando quería decir que me alegraba no estar solo en esto. Pero aunque mis palabras no fueran las correctas, mi cara era más sincera, mostrando el alivio que de verdad sentía. 

Él estuvo varios segundos en silencio, mirando lentamente alrededor con ojos cansados y pensé que nada cambiaba a antes, Izaya vestaba ido, perdido en su propio mundo de locura y yo seguía solo. Pero entonces me miró a los ojos y frunció el ceño. Y aunque el Izaya que durante años había odiado y perseguido nunca había mostrado tal sentimiento, juro que era lo más parecido a ese Izaya que había visto en él en todos estos días de confinamiento.

-Estúpido protozoo, ¡suéltame!-exclamó cuando hubo analizado la situación, retorciéndose entre mis brazos. Yo seguía corriendo pero el movimiento me hizo tropezar y ambos caímos con un chillido que jamás reconoceríamos. 

-¿Qué crees que haces, pulga?-le reproché por la caída, en el fondo eufórico de que volviera a la normalidad. 

-¿Qué que hago? ¿Qué haces tú? ¿¡Me estás secuestrando!? ¿En serio? ¿No te bastaba con obligarme a cortar mis propias venas? ¿También quieres alejarme de mi única protección? Hice lo que me pediste, ¡ahora cumple tu promesa y déjame en paz! Me vuelvo a mi casa.

Y con eso se puso de pie, dio media vuelta y se dirigió a lo que suponía era la sala donde había estado encerrado sin contacto humano por más de un mes y que era el culpable de su penoso estado actual mental. 

Mientras mi cuerpo sentía por primera vez en la vida que me iba a poner enfermo, mi mente solo podía pensar: ¿¿¡¡qué mierda!!??

El moreno entonces se estremeció pero continuó andando y aunque parecía asustado (¿la pulga asustada? imposible) no miró atrás. J*der, ¿lo había dicho en voz alta? pensaba que eso solo pasaba en los libros (N.A: en serio, no me creo que pueda pasar de verdad). Pero daba igual. No podía permitir que el bicho volviera allí. Había arriesgado mi culo para salvarle, un poco de consideración estaría bien.

-Eh, eh, tú no te vas a ninguna parte.-ordené agarrándole del brazo con fuerza. Seguramente una de mis peores ideas pero su reacción no fue tan exagerada como creía. Simplemente se tensó y me miró, enfadado. Yo también me estaba enfadando.

-¿Ahora que quieres, estúpido? ¿No te dan las neuronas para entender que no quiero que te me acerques?

Me contuve con dificultad para no romperle el brazo, que seguía atrapado por mi mano. Respiré hondo como Tom-san me había sugerido muchas veces para tranquilizarme y tras varias respiraciones rápidas a pesar de mi intento por hacerlas lentas, hablé.