POV.Shizuo
Y así, otro día pasó. Otro de a saber cuantos, no llevo la cuenta. No hay ningún reloj ni...bueno, ni nada. Lo único que cambia de un día a otro es la pulga. En serio, empiezo a preocuparme en serio por su estado mental. Ayer estaba tranquilo, quieto y callado, parecía un maldito muerto viviente. Y hoy, en cambio, no para quieto en la pequeña habitación blanca. Con una sonrisa asquerosamente normal y sincera, paseando por toda la habitación hablando con gente que no está ahí. Me pone los pelos de punta...parece tan...inocente.
-Te das cuenta, ¿no? Que lo estás perdiendo.
-Como si me importara...-contesté a la conocida voz femenina.
-Los dos sabemos que estás mintiendo.-se burló ella.
-Atrévete a decírmelo a la cara, cobarde.-le amenacé yo.
Así eran las conversaciones entre nosotros, en serio me empezaba a aburrir, pero el tener una rutina me calmaba en cierto modo así que al menos no estaba todo el día de mal humor. Lo sé, imposible de creen teniendo en cuenta que no dejo de ver a la pulga, pero sorprendentemente el hecho de que él no me vea, aunque suene un poco raro, me calma. Como si no estuviéramos realmente a menos de 5 metros. Además no puedo olerle, lo cual es un plus (su asqueroso olor rancio me pone de los nervios).
No hay mucho que hacer en este sitio y aunque me den libros, buena comida y la oportunidad de acceder a una sala más grande con más espacio y cosas que hacer, me sigo sintiendo como una condenada rata de laboratorio. Supongo que es porque me aburro que me he dado cuenta de las muchas diferencias entre como me tratan a mí y a la pulga. Mientras yo tengo todo lo que he dicho antes, Izaya no puede salir, no tiene absolutamente nada con lo que entretenerse, su comida no parece comida y que yo sepa, ni siquiera la señora voz ha hablado con él. Lo peor de toda esa situación no es la situación en sí...como decirlo...lo peor es que me molesta. Me molesta como tratan a la pulga, como le han dejado, lo que le han hecho. Y no entiendo porque me molesta y eso me molesta aún más.
Tengo que salir de aquí pronto. Pensé que quizá alguien vendría a rescatarnos (Celty es buena en eso), pero quizá están ocupados así que será mejor ahorrarles el problema y salir nosotros mismos. Sí, y pronto...necesito un cigarrillo.
...
El plan era fácil, golpear la puerta hasta que se abra, buscar a Izaya, arrastrarle conmigo, si eso encontrar a la señora y darle una pequeña lección y salir de allí. Y luego fumar algo. Fácil. Pero antes de que pudiera siquiera acercarme a la puerta una voz me detuvo. Era Izaya. Después de horas charlando consigo mismo y paseándose sin parar se había derrumbado de repente, como si se le hubiera acabado toda la energía, se había medio sentado apoyado en el cristal y no se había vuelto a mover o hablar desde entonces...hasta ahora.
No podía entender muy bien lo que decía, era un murmuro rápido y bajo. Le miré. Se abrazaba a sí mismo de forma patética y miraba a la nada con una expresión vacía. Me acerqué lentamente.
-Si quieres salir necesitas un plan, eso pensé pero no podría abrir la puerta entonces vi la rejilla, claro la rejilla de la comida, pude ver lo de fuera, un pasillo no mucho mas, cinco hombres dos mujeres vigilan pero yo lo se, las horas los cambios yo lo se asi que se que hay que salir mañana 753 segundos después de que se enciendan las luces, hacen un cambio pero son lentos, tardan mucho, dormir? no importa, esa es la hora. Pero como salir? no puedo abrir la puerta, que la abran ellos como? me hago el muerto? jaja podría funcionar, dos se acercan faltan cinco. Dos están en cámaras pero lo verán antes que nadie, la cámara como bloquearla, no hay nada nada nada nada ropa, pero verán que esta mal olvida las cámaras dos están en cámaras asi que dos menos que evitar para salir, salir por donde? hay una línea, en el suelo, se usa como método visual en situación de peligro caos la gente no piensa, asi que no recuerdan salida asi que se dibuja la línea en el suelo para que sepan sin pensar por donde ir, sigue la línea. Pero quedan tres personas tres tres tres ja...al final es verdad, no puedes salir. Oh...bueno...amarillo!
Y se acabó, en menos de un parpadeo Izaya dejó de hablar y empezó a mirar la bombilla del techo como si nunca la hubiera visto antes.
Pero eso era suficiente para mí, al menos parecía un mejor plan que el mío. Así que mañana después de que enciendan las luces eh? Me crují los nudillos en impaciencia. Aguanta, pulga, en seguida saldremos de aquí.
...
En ese momento, como si los demonios que guardaban nuestras celdas hubieran olido nuestras intenciones la puerta se abrió, pero no era la mía. ¡Mierda!
-Hola Iza-chan!~ Hace tiempo que no hablamos, o que hablas con nadie jaja. -entró una mujer con una asquerosa voz conocida.
Pero Izaya no reaccionó, mirando la luz del techo fijamente.
-MALDITO, mírame cuando te hablo!-exclamó empujándole al suelo con una patada.- Deberías besarme los pies por dirigirte la palabra! ¿No crees que soy buena persona?-insistió poniendo con fuerza su pie contra su cabeza.- Te estoy dando conversación, a un monstruo como tú que no merece nada. Vamos, monstruo, di gracias. ¡Vamos!
Izaya seguía sin responder y desde mi posición no podía verle la cara. La mujer se arrodilló a su lado, la cara deformada con una mueca asquerosa (no porque fuera fea sino porque ella era asquerosa).
-¿Acaso prefieres volver a quedarse solo? ¿Es eso? ¿El pequeño monstruo prefiere seguir hablando consigo mismo? -se burló con una sonrisa altanera.
Yo estaba ardiendo de furia y cuando ella miró hacia el cristal, sabiendo que yo estaba allí de testigo, sonrió. Eso fue la gota que colmó el vaso. Mis puños apretados empezaron a sangrar pero no me importaba. Me lancé contra el cristal pero no le hice nada. Ni siquiera tembló. Eso solo me enfureció más. Y de pronto, la situación cambió. Fue todo tan rápido...
Y en cuanto me di cuenta la señora estaba tumbada en el suelo boca arriba, Izaya sentado sobre ella con una sonrisa enorme y pura locura en sus ojos. Sus manos alrededor de su cuello, apretando, apretando. Él sonriendo, ella en shock, los ojos muy abiertos. Y aunque sentí una ola de satisfacción al ver la cara de miedo de esa maldita, no quería que Izaya la matara. No por ella, por él. La pulga no era un asesino y aunque ahora mismo todo parecía indicar lo contrario seguía pensando que no podía dejar que el pelinegro consiguiera su cometido.
Más adelante me daría cuenta de que hay que tener cuidado con lo que deseas, pero ya era tarde. La mujer sacó algo metálico del bolsillo y sin dudar atacó a Izaya con ello. La pequeña máquina soltó chispas y el pelinegro cayó a tierra gritando y retorciéndose en el suelo. La chica sonrió con maldad, disfrutando del sufrimiento ajeno. Yo me sentía un inútil, sin poder hacer nada. Peor, me sentía débil...y estúpido...y OH BUENO, ya vale con eso.
Izaya seguía en el suelo, ahora llorando y soltando pequeños gemidos de dolor. Parecía un niño confundido y asustado. El radical contraste con su expresión psicópata de hacía apenas un minuto me hizo temblar con un sentimiento extraño.
Antes de darme cuenta, la mujer se había levantado del suelo y con una última patada al chico tembloroso en el suelo, se fue.
La pulga continuó con espasmos por veinte minutos más, siguió llorando por otras dos horas y se durmió diez segundos mas tarde, después de susurrar el nombre de su peor enemigo.
No se porque, pero el nudo en mi estómago solo se hizo más pesado cuando el otro chico al fin cerró los ojos.
Una promesa se había hecho antes de que yo lo supiera:
Te sacaré de aquí, solo aguanta.
///////////
Debería excusarme, creo. Estaba de exámenes...yaaaaa y bueno, pereza, ya sabéis. Pero eh, que tarde o temprano cumplo. Siento que sea relativamente cortita pero había que dejar el final ahí. También se que ahora Shizuo es un poco inútil pero es que es Izayacentric o como se diga, me interesa más que sufra Iza Iza, pero con amor <3
Supongo que más tarde Shizu-chan será útil~
Esperemoooosssss
ESTÁS LEYENDO
Al otro lado de los barrotes
FanficHace casi dos meses que la pulga no se muestra por Ikebukuro. La paz parece poder alcanzarse al fin, pero Shizuo no cree lo mismo. Todo cambia cuando él también desaparece. ¿Dónde están nuestros protagonistas favoritos? ¿Conseguirán salir co...