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En el camino hacia la casa de los Equisoain, que eran los anfitriones, ni Kate ni Luca dijeron nada. Sólo su padre de vez en cuando tiraba alguna broma y el único que reía era el chofer del auto.

Cuando llegaron al lugar, ya habían llegado varias personas y los anfitriones fueron enseguida a recibirlos.

—Estas muy grande Katelyn. ¡Cada vez más hermosa! —exclama Elisa, la dueña de la casa mientras la abraza—. ¿Y quién es este muchacho que viene con ustedes? —pregunta curiosa al ver que detrás de ella se encontraba Luca.

—Es mi yerno —se apresura a decir su padre y luego agrega—. Aunque todavía está a prueba... —y tras decir esto se ríe junto a Antonio, el socio de toda la vida de su padre y dueño de casa.

—Con que yerno ¿eh? —Antonio lo mira serio y luego se acerca a Luca y le dice—. Katelyn es como si fuera mi sobrina así que más vale que la cuides, ¿Entendido?

Luca muy incomodo mira al padre de Kate y este le hace caras para que siga la corriente.

—E-eh, sí. Si, la voy a cuidar señor. Es mi trabajo después de todo —dice bastante nervioso y al darse cuenta de que lo que había dicho delataba que era el guardaespaldas agregó nervioso—. Es decir, no es que sea mi trabajo cuidarla, si no que como... Novio... Eh, mi deber seria...

Todos se quedaron mirando al chico sin entender que es lo que estaba diciendo y eso lo ponía más nervioso aún por lo que Kate decidió intervenir.

—Si, Luca, ya se entendió lo que querias decir. Ahora acompañame a buscar algo para tomar —y tras decir esto Kate lo tomó del brazo y se lo llevo a la sala donde había una barra de bebidas.

—Eso estuvo cerca, gracias por sacarme de esa —le dice el chico entregandole una sonrisa sincera. Ella al ver esto desvía la mirada algo nerviosa y pide una bebida al barman.

«Estupida, ¿por que te pones nerviosa por algo como esto? Controlate Kate.»

Y mientras esperaba que le sirvieran su bebida ninguno de los dos dijo nada. Simplemente se quedaron mirando a su al rededor. Y cuando por fin se las dieron ella decidió ir a sentarse en uno de los sillones de la sala y él, como ya se le estaba haciendo costumbre la siguió.

Estuvieron callados un rato hasta que él decidió iniciar la conversación.

—Y, ¿Qué es este evento?

—Es algo que organizan cada cierto tiempo los socios de mi papá. Se reúnen todos con sus familias, ellos hablan de sus cosas mientras sus parejas e hijos se supone que disfruten sociabilizando entre ellos. Aunque a mi nunca me va muy bien en esa parte. Después todos cenamos juntos y para finalizar nos sacan una foto para presumir delante de toda la empresa y con la competencia de estos eventos.

—Ah, el típico evento de gente rica —comenta Luca restándole importancia y después agrega—. Sin ofender.

Ella sólo se encoje de hombros. En realidad sólo iba para no hacer quedar mal a su padre. Además no le caía bien nadie de ese lugar. Sólo alguna que otra persona.

En un momento mientras conversaban de cualquier cosa, Kate pudo notar como un grupo de chicas en la otra esquina de la sala la estaban observando y murmuraban cosas entre ellas. Y estuvo a punto de ir a decirles algo pero Luca la detuvo.

—No vale la pena, dejalas —le dice y acto seguido la toma de la mano y se la lleva hacia otro lado de la casa.

—¿A donde vamos? —pregunta Kate.

—No sé, pero si nos quedábamos ahí mucho más ya no te iba a detener para que les des su merecido —dice y suelta una pequeña risa.

Esto hace que a ella se le dibuje una sonrisa en el rostro. Y como no querían volver a la sala, decidieron salir al jardín

Por el día el Romantico, Por la noche el Arrogante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora