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ᴋᴀᴛᴇ sᴇ ᴇɴᴄᴏɴᴛʀᴀʙᴀ ᴅᴇʙᴀᴊᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴇsᴀ ᴇsᴄᴏɴᴅɪᴅᴀ ʜᴀsᴛᴀ ǫᴜᴇ ᴅᴇ ʀᴇᴘᴇɴᴛᴇ ᴜɴᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ᴀsᴀʟᴛᴀɴᴛᴇs ʟᴀ ᴛᴏᴍó ᴘᴏʀ ᴇʟ ʙʀᴀᴢᴏ ʏ ʟᴀ sᴀᴄó ᴅᴇ ᴀʟʟí. ᴀúɴ ᴀɢᴀʀʀᴀɴᴅᴏʟᴀ ᴅᴇʟ ʙʀᴀᴢᴏ ʟᴇ ᴀᴘᴜɴᴛó ᴇɴ ʟᴀ ᴄᴀʙᴇᴢᴀ ᴄᴏɴ ᴜɴ ᴀʀᴍᴀ. ᴇɴ ᴇsᴇ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ ɪɴɢʀᴇsó sᴜ ᴘᴀᴅʀᴇ ᴇɴ ʟᴀ sᴀʟᴀ ʏ, ᴇɴ ᴜɴ ɪɴᴛᴇɴᴛᴏ ᴅᴇ sᴀʟᴠᴀʀʟᴀ, ʀᴇᴄɪʙɪó ᴜɴ ᴅɪsᴘᴀʀᴏ ᴇɴ ᴇʟ ᴘᴇᴄʜᴏ ʏ ᴍᴜʀɪó ᴇɴ ᴇʟ ɪɴsᴛᴀɴᴛᴇ.

-¡No! -Gritó exaltada Kate mientras se sentaba abruptamente.

Miró a su alrededor y se dio cuenta de que se encontraba en su habitación. Al parecer todo habia sido un sueño. Por un momento quiso ir corriendo a la habitación de su padre para confirmar que estuviera bien pero no quería despertarlo ya que se iba a levantar temprano al día siguiente.

Se fijó la hora en el celular. 04:23. Aún estaba bastante alterada, su corazón latía rápidamente y su respiración no se quedaba atras. Intentó calmarse un poco pero cada vez que cerraba los ojos lo único que veia era la imagen del asaltante disparándole a su papá, por lo que decidió que lo mejor sería levantarse, buscar algo para tomar y de paso tomar un poco de aire.

Se destapó y, tanteando con los pies el suelo, buscó sus pantuflas para levantarse. Agarró su celular para ir usando de linterna hasta la puerta. En un momento piso un zapato que había dejado por allí tirado, casi se dobla un pie y se cae pero finalmente recuperó el equilibrio y siguió su camino.

Bajó las escaleras cuidadosamente para evitar caerse mientras iba iluminando los escalones con su celular. Al llegar a la cocina encendió la luz y se dirigió directamente a la heladera. Buscó una botella con agua y al cerrar la puerta de la heladera se encontró con un chico parado a su lado.

Kate se asustó e instintivamente se echó para atrás y le arrojó la botella aunque no sirvió de nada ya que aparentemente el chico tenía muy buenos reflejos y la atrapó.

-Gracias, pero no tengo sed -le respondió sarcásticamente y se fue acercando a ella.

-¿Quién sos? ¿Qué haces en mi casa? -preguntó Kate mientras buscaba en su alrededor algo para defenderse.

El chico estaba cada vez más cerca, ella pensó en la posibilidad de gritar para que vinieran a ayudarla pero tenia miedo de que eso empeorara la situación.

-No me digas que te olvidaste de mí, Pucca -le dice el chico fingiendo indignación.

Al oír que se refería a ella por el apodo "Pucca", sólo pudo pensar en una persona.

-¿Erik? ¿Qué haces acá? -le pregunta bastante confundida ella.

-Sabía que no te habias olvidado de mi -le dice y acto seguido la abraza.

Ella se queda inmovil sin entender nada de lo que estaba pasando.

-Te diría que estás más grande pero solo creciste unos cinco centímetros desde la última vez que te vi -se burla Erik consiguiendo un golpe en el estómago por parte de la chica que se separa de él para juntar la botella.

Por el día el Romantico, Por la noche el Arrogante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora