Capítulo I

16.1K 488 23
                                    

Confesión

Adrián estaba de rodillas y a cuatro patas desnudo sobre una colchoneta en el piso de aquel lugar. Fuertes focos iluminaban el espacio donde se encontraba. La sabana blanca sobre la colchoneta aumentaba lo claro de ese espacio donde estaba esperando, cuando todo lo demás estaba oscuro y a media luz. «Al menos habían colocado una sabana limpia», pensó Adrián al ver sacar la blanca tela de un paquete cerrado.

En esa penumbra que envolvía el sitio se encontraban el resto de los tipos. Él había contado cerca de una docena; incluyendo a su padre, que estaba sentado en una de las sillas plegables al lado del tipo que hacia las veces de director. Apenas aguantaba las ganas de llorar ante lo horrible de la situación. En pocos instantes iba a ser violado. No, esa no era la palabra; su padre se lo había aclarado muy bien, no iba a ser violado en publico, penetrado su culo por primera vez por el pene de otro hombre, y de paso ser grabado todo ello para la posteridad; él iba a ser probado, esta era solamente una prueba, iba de demostrarle a su padre que era de verdad un gay, y su padre iba a probar en él que por resultarle un hijo maricón entonces sirve para ser modelo en el mundo de los vídeos de pornografía gay.

Adrián jamás imagino que se vería en esa posición al simplemente confesar a su padre que era gay. Bueno, él había sentido esos impulsos desde hacía un tiempo para acá; en las clases deportivas miraba correr a los chicos y cuando estos se quitaban la ropa sudada para cambiarse, él no dejaba de ver los torsos marcados de aquellos compañeros de estudios en esas prácticas del colegio; y sentía que se le erizaba la piel del cuerpo al sólo verlos, algo que no le pasaba con las chicas, eso planteó su duda en su cabeza.

Su madre había sido una mujer más liberal que su padre; al menos ese era el concepto conservador que tenía de su padre y su recuerdo liberal por ella; hacía poco más de tres de años que se murió, un suicidio, pero nadie habla de ello en casa. Él sólo rememoraba que ella siempre decía: «Cupido es niño con alas simplemente para que no le puedan atrapar y es ciego, porque el amor no tiene genero, debes buscar siempre el amor Adrián»; y justamente ahora él había decidido seguir el consejo de su madre; iba a buscar el amor, aunque eso significara enamorarse de un hombre. Había finalizado el colegio, estaba en sus vacaciones de verano, y el próximo mes iría a la universidad; ahí, libre de la presencia fuerte de su padre podría seguramente conocer a otros gays, y con suerte enamorarse.

Iba a cumplir su cumpleaños dieciocho esa medianoche, y al día siguiente sería adulto, legalmente hablando. Los últimos meses la relación con su padre se había puesto muy tensa. Había terminado la escuela en Junio y esperaba iniciar clases en la universidad en Octubre. Su padre había insistido en que lo acompañara a conocer las empresas; que viera como funcionaban los negocios, y vaya que su padre tenía varios; desde alquileres de edificios para oficinas y apartamentos; hasta locales donde habían varias tiendas, tenía fabricas de ropa deportiva; y eso incluía también el ser dueño algunos bares y discotecas.

Era la noche antes de su cumpleaños; sus amigos y compañeros decidieron pasarla con una fiesta en la piscina de su casa, ellos iban a cantarle las mañanitas a las doce de la noche en punto. No supo si fue la borrachera, el licor o la droga que tomó a lo largo de la fiesta esa noche lo que le había inhibido sus miedos y su cordura, así que tras finalizar la fiesta y con todos ya idos, él finalmente le iba a contar a su padre de su gusto por los chicos.

Su padre, estaba en ese momento hablando por teléfono con uno de los socios de alguno de sus negocios. Raro una llamada de negocios a esa hora de la noche; ya pasaban las dos de la madrugada; pero su padre era un adicto al trabajo; no era algo de extrañar, pensó con su cabeza a media maquina. Se acercó mientras lo escucha gritar; nada nuevo bajo el sol, seguía pensando el chico; en este caso bajo la luna llena de septiembre.

Obligado - Serie: Étoile Producciones - 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora