Capítulo XXXV

2.6K 165 13
                                    

Encuentros cercanos

—¿Dónde están los chicos?, —preguntó Charlie.

—Entraron al cine, así que tenemos casi dos horas libres; —respondía Luis. —Debemos aprovechar para poder terminar las compras de Navidad.

—Pero el regalo de Pablo es fácil, no se por qué te preocupas; —dijo divertido el chico, agarrando a su compañero del brazo y caminando a su lado mientras empezaban a recorrer aquel centro comercial.

—No le voy a dar por el culo, si es eso.

—¿Por qué no?, total ya no es virgen y la primera vez no fue muy buena, tú sabes...

—¿Te acostarías con tu padre?

—¡No, por Dios, claro que no; qué asco!, —dijo Charlie sacudiéndose como espantado.

—¿Lo ves?

—No es igual.

—¿Cómo que no es igual?

—Mi padre es bajo, calvo y gordo; no es un modelo de calendario y dudo de su dotación; —dijo soltando una risa ligera.

—No ayudas, de verdad, no ayudas; además tú atiendes a tipos así en tu trabajo privado.

—Atendía, te recuerdo que estoy cerrando esa línea de trabajo.

—Si como no, yo te recuerdo que viene a cenar en Navidad el tal Oliver y tu asistente, y aún no me has podido aclarar bien tu relación con ese abogado.

—Estamos haciendo las compras para Navidad, sí, por favor, ahora no con celos; —reclamó Charlie, no era momento para discutir su relación actual con Oliver Wigner.

—Ya firme los papeles del divorcio, así que podemos..., tú sabes; —explicó Luis Domínguez.

—¿Y tus tierras, qué vas a hacer con ellas?, porque no planeo irme del país a vivir de un conuco extranjero.

—Supongo que venderlas finalmente.

—No entiendo por qué no saliste de ellas hace años.

—Era una forma de presionarme, de recordar lo que esa mujer me hizo.

—¿Y cómo es que nadie las invadió en todos estos años?

—Un par de amigos míos, si alguien entraba, me avisaban y yo les pagaba a ellos para que le prendieran fuego; así nadie se atreve a meterse con unas tierras malditas.

—Y no vas a tener problema para venderlas con eso.

—No, se las ofrecí a ellos y si no las quieren, les ofrecí una comisión por la venta.

—¿Sabes qué quiere Pablo que sea su regalo para su cumpleaños dieciocho?, —dijo Charlie tratando de cambiar el tema.

—Me preocupa más el presente de estas fiestas de fin de año.

—Qué actúen juntos en una película...

—¿De dónde mierda saca esas ideas?, —reclama Luis.

—Tío Norman, Pablo lo ha estado acompañando a las últimas sesiones de quimioterapia y bueno..., hablan mucho.

—Fue mala idea que nos mudáramos al lado, de verdad, cada vez me arrepiento de eso.

—¿Bueno que dices, te lo follas en Navidad y en el Año Nuevo?

—Tendría que estar drogado o muy ebrio, ya te dije, nunca pasara esa aberración. —Charlie se separó de Luis y caminó hacia otro de los pasillos. —¿A dónde vas?

Obligado - Serie: Étoile Producciones - 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora