Capítulo XVIII

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Soluciones

Luis Domínguez por fin, y con algo de ayuda bajo cuerda (soborno), lograba arreglar la situación legal de Pablo. Menos mal que el chico tenía su pasaporte en mano, y tenía una visa de turista, pero había que conseguir una de residente, y estaba el problema de su entrada ilegal.

Los pocos ahorros que Domínguez tenía los termino usando en solucionar el entuerto. Al ser su hijo, y tardó unas dos semanas en obtener la prueba de paternidad, él podía pedir para Pablo una solicitud de residencia. Se alegó un problema familiar, y un par de cosas por aquí y por allá, así como inventarse una entrada falsa al país. Ahora Luis estaba endeudado realmente, y bueno tendría que realizar esos trabajos extras que hacía algunos sábados de forma más regular para poder pagar a los que le prestaron el dinero para completar el pago del soborno.

Tras salir de la Oficina de Migración, Luis había ido a hablar de su problema financiero con Sergio; pero la solución propuesta de Sergio, dada la urgencia y la cantidad requerida, no le gustó mucho. Él siempre había sido un activo, y nunca antes su rostro había aparecido como actor en una escena gay, de esas cuando follaba (probaba) por primera vez a un novato. Para todos los efectos, él era un actor heterosexual que sólo trabajaba con chicas. Nadie, fuera de la empresa, sabía que también follaba chicos. Ahora Sergio le señalaba que la única forma de ganar una cantidad así de grande, dado el monto y la prisa, era actuar de pasivo gay, y soportar un gangbang de una manada de brutos. Luis sintió que su culo se apretaba y cerraba como si su cuerpo le dijera a su cabeza, primero muerto antes que roto. Y si su cuerpo seguía apretándose un poco más allá abajo, seguro tendría luego problemas de estreñimiento y de hemorroides. Bueno su culo aún era algo inexpugnable, y nunca se imagino eso posible.

—Tendremos que hablar con la productora BlackMen para que nos preste a algunos de sus chicos, una co-producción, actualmente tenemos algunas conversaciones y buenos tratos. —Luis escuchaba aterrado la idea de Sergio, pero necesitaba el dinero y pronto. —Como comprenderás no podemos poner a uno con penes más pequeños que el tuyo a follarte, eso sería ridículo, necesitamos tipos con mayor dotación que la tuya para que la cosa funcione en las cámaras.

—¿Y cuándo sería el trabajo?

—Bueno hay que planificarlo, pero máximo en una semana, dos como mucho; esta semana ya tenemos a Adrián planificado, otro gangbang con el chico follado por una manada de negros; así que simplemente será plantear la escena de un hombre que es secuestrado y violado repetidas veces por una pandilla. A ellos les encantan esos temas de blancos siendo reventados por negros, tú sabes, esos encuentros interraciales, donde los negros sometidos aprovechan para vengarse de los blancos que los humillaron; claro que tú no eres blanco, pero eres un mulato claro muy apuesto, que para los efectos es lo mismo; pienso que puedes hacer el papel de policía que se mete donde no lo llaman, o algo así; por ahí pueden ir las cosas.

—Sí, algo así, por ahí pueden ir las cosas..., —repitió como loro Luis sin discutir más. Aceptó el adelanto que Sergio le pasaba, podía con ello cancelar lo más urgente; y él ya quedaba comprometido, eran esos contratos de palabras y apretones de manos; algo que sólo se hacen entre amigos. «Con amigos así, quien quiere enemigos», había pasado por la cabeza de Luis la idea; pero el anticipo eran dos tercios de pago, y prácticamente podía cancelar la deuda completa esa misma tarde y quedaba algo para los gastos extras que aún tenía que resolver.

Salió temblando del lugar. Tuvo que sentarse un rato en la acera de la calle, no podía caminar, no podía imaginarse desnudo, a cuatro patas, y siendo follado por una manada de negros, y para rematar con penes más grandes que el suyo; si él que era para la productora de Gabriel uno de los mejores dotados; no podía sospechar el tamaño de la dotación de aquellos otros hombres.

Obligado - Serie: Étoile Producciones - 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora